El mercado empeoró sus expectativas de inflación en noviembre respecto del mes previo ya que espera una mayor suba acumulada para 2020 y -por el contrario- mejoró el pronóstico en referencia al PBI porque estima una caída menor.
La mediana resultante de las estimaciones realizadas por los 43 participantes del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) durante el undécimo mes del año arrojó una inflación esperada del 36,7% para este año, 0,9 puntos porcentuales por encima de la que se había proyectado en el REM anterior.
Para octubre, la mediana de las estimaciones sugería una inflación de 3,2% mensual, siendo 0,6 puntos porcentuales menor al dato observado en dicho mes (3,8%). Para noviembre, la mediana de las estimaciones se ubicó en 3,6%, por encima del promedio proyectado por el TOP-10 (3,5%).
Respecto de la actividad económica, las estimaciones de caída del PBI para 2020 retrocedieron desde el 11,6% en noviembre hasta el 10,9% este mes.
En cuanto a la variación trimestral desestacionalizada del PIB, la estimación para el tercer trimestre del año se incrementó en 2,7 puntos pocentuales con relación a la encuesta previa hasta 13,2% s.e.
En tanto, las y los participantes del REM pronostican una desaceleración del crecimiento de la actividad para el cuarto trimestre de 2020 (2,8% s.e., inferior en 0,1 p.p. con respecto a lo que esperaban a fines de octubre) y para el primer trimestre de 2021 (0,9% s.e., esto es 0,3 p.p. menor a la expectativa de la encuesta previa).
Tasas
Para diciembre de 2020, el mercado pronostica una tasa BADLAR de bancos privados de 35%, con una tendencia creciente en los próximos meses y con correcciones al alza en todos los pronósticos relevados. Dicha tasa resultó 200 p.b. mayor que la prevista en el último REM y según esos pronósticos alcanzaría a fines de 2021 el nivel de 36,00% (+100 p.b.)
Dólar
El mercado ajustó a la baja sus proyecciones mensuales del tipo de cambio nominal y prevén que alcance $83 por dólar en diciembre 2020 (-$1,00 por dólar respecto del REM previo), contemplando que se ubique en $126,45 por dólar a fines de 2021.
Déficit fiscal
Por último, la proyección del déficit fiscal primario para 2020 disminuyó hasta $ 1.875,0 miles de millones (acotándose en 74,0 miles de millones respecto del último REM) y prevén un déficit de $ 1.625,7 miles de millones para 2021.
“El promedio de las y los 10 pronosticadores más precisos para esta variable indican un déficit proyectado de $1.903,1 miles de millones para 2020”, concluyó el informe.
Pobreza en la Argentina
El 34,9% de los hogares y el 44,2% de las personas se encuentran por debajo de la línea de la pobreza al cierre del tercer trimestre del año, por encima del 32,1% y 40,8% registrado en igual período de 2019.
Esto ocurre en un contexto en el que resultó determinante la pandemia de coronavirus y en la que los números hubiesen sido mayores si el Estado no implementaba medidas de ayudas para enfrentar la situación, según un informe del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
“Bajo el escenario de crisis Covid-19, las capacidades monetarias de los hogares experimentaron un deterioro abrupto y pronunciado, con efecto regresivos sobre la pobreza y la indigencia”, señaló el informe de la UCA.
“El nuevo escenario paralizó aún más la inversión, los consumos y la demanda de empleo en la economía formal, a la vez que frenó toda expectativa de reactivación, afectando especialmente a la pequeña y mediana empresa, profundizando la relación entre informalidad económica, pobreza y exclusión social”, agregó la casa de Altos Estudios.
Según los datos de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA), entre julio y octubre 34,9% de los hogares y 44,2% de las personas se encontraban bajo la línea de la pobreza, y 7,3% de los hogares y 10,1% de las personas eran indigentes, los porcentajes más altos de la década.
La situación es aún más preocupante en el caso de los niños y adolescentes: en los menores de 17 años, se estima que el 60,4% o más de 6 de cada 10 chicos, son pobres. Mientras que la indigencia llega al 16% en este mismo rango etario. Es la cifra más alta de los últimos 10 años y muy superior a la del año pasado.
“El aumento de la indigencia infantil es algo grave porque es una hipoteca para el futuro de ese chico, su familia y toda la sociedad. Porque si una persona se alimenta mal de chico no se recupera más en el resto de su vida”, aseguró Eduardo Donza, el investigador del observatorio de la UCA.
Al respecto, el director del Observatorio Social de la UCA, Agustín Salvia, dijo que “sin la AUH, el IFE, la Tarjeta Alimentar y el resto de los subsidios, la indigencia hubiera sido el doble y la pobreza hubiese trepado al 53%“.
Remarcó que estos guarismos son “parte de un proceso que lleva diez años de estancamiento, con tres años de caída”, entre 2018 y 2020. “Es necesario un crecimiento económico y un pacto económico-social para crear empleo porque sino no hay posibilidad de salir de la pobreza”, completó Salvia.
Entre 2019 y 2020, 10,3% y 13,7% de las personas cayeron en situación de indigencia y pobreza, respectivamente; y, las ayudas sociales brindaron “un piso mínimo de ingresos” pero fueron “insuficientes” y “no llegaron a todos los que sufrieron pérdidas de ingresos”, alertó el informe.
Según la UCA, en los dos últimos años se registró un deterioro tanto en relación a la carencia monetaria como a las privaciones no monetarias, con un incremento de la pobreza por ingresos como de los niveles de pobreza “multidimensional”: de 37,5% a 41% de la población.
Para la UCA, los nuevos pobres provienen principalmente de un grupo de hogares que, si bien en 2019 no eran pobres por ingresos, presentaban condiciones de vulnerabilidad que se manifestaban en privación en al menos una dimensión no monetaria.
Otro aspecto que destacó el trabajo es el “fuerte incremento de la pobreza estructural”, por el incremento en las carencias experimentadas en los hogares, con un aumento de la pobreza multidimensional estructural de 21,4% a 27,3% a nivel de la población.
“Si bien hubo mejoras durante la década, la desigualdad estructural ha aumentado, con mayores déficit y brechas en materia de inseguridad alimentaria, mala calidad del hábitat y déficit en el acceso a agua, energía, servicios de saneamiento y a una vivienda digna”, precisó la UCA.
El informe del Observatorio también analiza la evolución del empleo en la Argentina y concluyó que entre julio y octubre últimos, el desempleo llegó al 14,2%. Esto representa unos 2,7 millones de personas, 600 mil personas más que en el estudio anterior.
Sin embargo, la UCA advirtió que la cifra de desempleo podría haber sido mucho más alta si la población hubiera sido más activa en la búsqueda laboral, lo que no se produjo por la contracción general de la economía y de las expectativas asociadas. “De no haberse generado ese efecto desaliento, la desocupación se habría incrementado a niveles cercanos al 27,3%”, alerta el informe.
Fuente: iprofesional.com