La suba del mínimo del Impuesto a las Ganancias a $150.000 impacta a familias de más poder adquisitivo, y para los economistas, esto provocará una mayor presión sobre el dólar, ya que la mayor cantidad de dinero en el bolsillo no irá a consumo de bienes de primera necesidad.
Para Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, consideró que las familias que se verán beneficiadas por la exención de Ganancias son en su mayoría trabajadores formales bajo convenio, como los bancarios.
Kalos precisó que son familias que están en los dos deciles superiores en cuanto a sus niveles de ingresos.
“No es un sector muy urgido pero sí recibirán un respiro personas que habían perdido capacidad de ahorro y cierta capacidad de consumo y nivel de vida“, indicó Kalos.
“Estas personas podrán acceder de nuevo a gastos que habían recortado por precaución. Por ese motivo, sí aumentará cierto consumo. No necesariamente de lujo, pero sí de productos electrónicos y de marca”, sostuvo Kalos.
También Gabriel Caamaño, economista jefe de la Consultora Ledesma, dijo que las familias alcanzadas no son ni las más necesitadas ni las de los ejecutivos de las empresas, sino mandos medios y sindicalizados.
Lo que buscó el Gobierno, para Caamaño, fue forzar una mejora real en el salario de esos trabajadores más allá de las paritarias, luego de tres años de caída de los ingresos reales, y añadió que es una ayuda en un período electoral.
A su vez, el economista Martín Tetaz advirtió que el impacto en la economía de las familias dependerá de la inflación.
Si la inflación futura quedara en los niveles que espera el Gobierno, el impacto de la baja de Ganancias sería del 10%, precisó Tetaz.
Sin embargo, si se ubica en el 40% que se está anticipando en estos momentos, la baja de Ganancias funcionará para Tetaz, en realidad como una paritaria desdoblada. Una parte por convenio colectiva y otra parte por la suba del mínimo del impuesto.
Dicotomía consumo – brecha
El beneficio va, por ejemplo, para un casado con dos hijos, para trabajadores que ganan de bolsillo aproximadamente entre $98.900 y $125.000 mensuales.
En total, sólo afecta a 14% de los trabajadores formales, mientras que 80% gana menos de $150.000, afirmó Melisa Sala, de la consultora LCG.
Sala coincidió en que “se trata de trabajadores de mayor poder adquisitivo, que es de esperar que tengan una menor proporción marginal a consumir, por lo que este margen podría volcarse a más bienes pero también a más brecha cambiaria”.
“No se trata del sector al que hay que apuntar para traccionar el consumo. Por este motivo, me parece medida electoralista para no penalizar en todo a la clase media“, opinó Sala.
Por el contrario, para el economista Walter Morales, de la consultora Wise, el resultado será un aumento en el consumo de las familias, porque la mayoría de los argentinos no ahorra.
Además, manifestó Morales, a esto hay que sumarle que las familias vienen de una crisis muy larga, lo que postergó consumos.
Qué familias son las beneficiadas
Estamos hablando de 1,3 millón de empleados que van a dejar de pagar el impuesto, con un impacto entre 0,2% y 0,3% del PBI, enfatizó Morales.
Por su parte, Isidro Guardarucci, economista asociado de FIEL, tomó el caso de un trabajador soltero, y dijo que el beneficio de la suba de la deducción especial de Ganancias alcanzará a quienes cobran entre $72.000 y $125.000 mensuales de bolsillo, aproximadamente.
Pero remarcó Guardarucci que se trata de empleados formales, en un marco en el que bajó mucho la población ocupada y, entre quienes tienen trabajo, aumentó el empleo informal que ganan menos que los que están en blanco.
“En una economía con muchas necesidades, las familias alcanzadas con el beneficio no son las más necesitadas”, dijo Guardarucci.
A priori, los ingresos de las personas que ganan alrededor de $100.000 no van todos al consumo, apuntó también Guardarucci.
Hay alguna evidencia en países como Estados Unidos, que cuando se otorga más ingresos a estos sectores, aumenta el ahorro, por lo que la mejora en Ganancias provocará más presión sobre el dólar, concluyó.
La canasta de las familias y el beneficio
Una persona con un ingreso equivalente a la canasta del IPC, podría aumentar su gasto entre 3% y 8%en 2021, según se trate de un casado o soltero,si se aprueba la reforma al Impuesto a las Ganancias, afirmaron Marcelo Capello y Vanessa Toselli, de IERAL.
Los economistas hicieron un análisis para el caso de una familia tipo que se supone que en 2021 tiene un ingreso equivalente al costo de la canasta para el quinto quintil de la población, estimada por la Encuesta Nacional de Gasto de los Hogares para el año 2017, y actualizada para 2021.
Se trata de un gasto mensual de $123.676, suponiendo que la inflación en 2021 resulta igual a la prevista en el Presupuesto Nacional para 2021 (29%).
Se supone, además, que esa familia gasta todo su ingreso en esa canasta, y no ahorra.
Y si se considera que en 2021 se mantiene constante la estructura de gastos del año 2017-2018, una familia tipo del quinto quintil dedica un 15,7% de su ingreso al gasto en alimentos, 6% a prendas de vestir, cerca del 15% a vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, 8% a salud, cerca de 16% a transporte, alrededor de 10% a recreación y cultura, 3,8% a educación y 8,2% a restaurantes y hoteles, precisaron Capello y Toselli.
Así, el ahorro en Ganancias permitiría a un trabajador soltero sin cargas de familia, con un ingreso de $123.000 mensuales, aumentar en casi 50% su gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas, o 127% su gasto en prendas de vestir, o 109% en equipamiento y mantenimiento del hogar, o 78% en recreación y cultura, o 93% en restaurantes y hoteles, ejemplificaron Capello y Toselli.
En el caso de los trabajadores casados con 2 hijos, al poder realizar mayores deducciones, el beneficio por la exención sería menor a la del trabajador soltero sin cargas de familia, pero podrían aumentar un 20% el gasto en alimentos y bebidas no alcohólicas, 68% el gasto en educación o 32% las erogaciones en restaurantes y hoteles, concluyeron los economistas
Las claves del proyecto
El proyecto del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa para eximir de Ganancias tiene las siguientes características:
- Se sube el piso de Impuesto a las Ganancias de los trabajadores en relación de dependencia a $150.000, beneficiando especialmente a los solteros.
- El aguinaldo no se sumará al monto para llegar a los $150.000.
- Ese valor de $150.000 será actualizado anualmente con la variación anual de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE.
- El proyecto fue negociado con la AFIP, el Ministerio de Economía, la Jefatura de Gabinete y el bloque que encabeza Máximo Kirchner.
- Se espera que la iniciativa sea ley en cuanto comiencen las sesiones ordinarias del Congreso, o sea, a partir del 1 de marzo.
- El mecanismo para sacar a 1.267.000 trabajadores y jubilados de la órbita del Impuesto a las Ganancias no toca la base del gravamen sino uno de los componentes del Mínimo no Imponible, que se denomina “deducción especial“.
- En concreto, la deducción especial deberá incrementarse todo lo necesario para que nadie que cobre por debajo de $150.000 pague el Impuesto a las Ganancias.
- Se calcula que el proyecto le costará al Estado una pérdida tributaria de $40.000 millones, la que será pagada por las empresas con una suba del 25% que deberían haber empezado a pagar este año a una tasa efectiva de casi 40%.
- El texto incluye una facultad al Poder Ejecutivo para que aumente las deducciones para quienes perciban entre $150.000 y $173.000, lo que les permitirá pagar menos de Ganancias.
- También establece un piso para las jubilaciones, las que recién pagarán el impuesto cuando superen los ocho haberes mínimos garantizados, actualmente $152.280.
- Ratifica que será de 1,5 el múltiplo para la deducción especial de autónomos, cuando se trate de nuevos emprendedores o nuevos profesionales. Pero no les da ninguna mejora.
En resumen, pagará el Impuesto a las Ganancias solo 10% de los contribuyentes con mayores ingresos, las jubilaciones de privilegio y muchos profesionales autónomos.
Fuente: iprofesional.com