Si bien el Gobierno asegura que con la próxima reforma del Impuesto a las Ganancias las grandes empresas pagarán más y las pequeñas menos, la realidad es que muchas pymes estarán alcanzadas por una tasa que deja a Argentina fuera de juego en Latinoamérica.
Con la ley que promueve el Gobierno para compensar la pérdida de recaudación que se dará en Ganancias de los trabajadores con el proyecto de Sergio Massa, la tributación de las sociedades pasa a ser progresiva con escaladas de 25%, 30% y 35%.
Pero los montos de ganancia neta anual para llegar a la tasa máxima son muy bajos, lo cual genera que rentas de empresas que encuadran como pymes tengan tasas efectivas rondando el 35%, indicó Leonardo Fernández, del estudio FLJ Consultores
Esto se agrava porque se mantiene la tributación sobre los dividendos al 7 %, lo cual incrementa el costo del impuesto a tasas de casi el 40%, advirtió Fernández.
Argentina ha sufrido en los últimos años una cantidad considerable de reformas fiscales en torno a tasas corporativas y gravabilidad de dividendos, recordó Fernández.
Esto atenta contra planes de inversión, donde no es posible realizar una proyección de un negocio a largo plazo, siempre sujeto a cambios en la política fiscal, afirmó el experto.
El impacto en la presión fiscal de la reforma queda claro por el cálculo del aumento de recaudación del Gobierno.
En Economía calculan que serán $120.000 millones extras los que ingresarán por estas modificaciones, de los cuales $40.000 millones se cobrarán durante 2021.
Si bien varios países tienen regímenes diferenciales para pymes en el impuesto a la renta corporativo, si miramos el esquema para empresas grandes, tenemos un diferencial con estos países, que atenta la llegada de inversiones, alertó Fernández.
Además, las escalas que se plantean, están lejos de diferenciar lo que es una pyme de una gran empresa, enfatizó Fernández.
Cómo perder la carrera
En tal sentido, el tributarista puso los siguientes ejemplos de tasas corporativas de Impuesto a las Ganancias en la región.
Perú: las empresas no pymes tributan 29,5 % y se grava el dividendo con 5 %.
Chile: tiene una tasa de 27% y, más allá de ciertas particularidades, en términos generales el costo efectivo por distribuir dividendos agrega 8% de costo.
Uruguay: la tasa es de 25 % y el dividendo se grava con 7 %.
Brasil: grava con 34% las empresas y 0% de retención por dividendo
En términos generales, la región intenta que el costo de la sociedad más la distribución del dividendo no supere 35 %, mientras que en Argentina llegará a 40%, remarcó Fernández.
Los topes son bajos
También los topes resultan perjudiciales, según Fernández, ya que hasta $1.300.000 de ganancia neta anual que son $108.000 mil pesos por mes, se pagará Ganancias a una alícuota de 25%.
El proyecto asegura que se trata del 75% de las empresas, pero Fernández puso esto en duda, ya que aseveró que si esto fuera cierto “seríamos Venezuela”.
Con $2.600.000 de ganancia neta al año, se pasa a la alícuota máxima de 35%, y Fernández insistió en que hay muchas pymes con ese nivel de rentas, y que van a pagar esa tasa más 7% sobre los dividendos.
Por otra parte, se modifica el monto a partir del cual ciertos países se convierten en jurisdicciones de baja o nula tributación porque ahora se mide como “60 % de la tasa mínima”.
Esto es perjudicial porque hay que hacer informes de precios de transferencia y no se puede deducir el gasto hasta que está pago.
“Aunque se afirma que el proyecto establece un impuesto progresivo y que pagan más las empresas grandes, los importes de las escalas son muy bajos”, subrayó Fernández. Así, un inversor del exterior o incluso un argentina que deba decidir donde montar su negocio nunca elegiría Argentina por la alta tasa de imposición a las sociedades, aseguró Fernández
Fuente: iprofesionaal.com