Aunque Argentina es una de las economías más grandes de América Latina, con un Producto Interno Bruto (PIB) de aproximadamente u$s450 billones, año tras año sus resultados han ido en caída.
Con abundantes recursos naturales en energía y agricultura, el país tiene tierras agrícolas extraordinariamente fértiles, cuenta con importantes reservas de gas y litio, y tiene un enorme potencial en energías renovables. Es líder en producción de alimentos, con industrias de gran escala en los sectores de agricultura y ganadería vacuna. Asimismo, tiene grandes oportunidades en algunos subsectores de manufacturas y en el sector de servicios innovadores de alta tecnología.
Sin embargo, según detalla un informe del Banco Mundial, la volatilidad histórica del crecimiento económico ha impedido el desarrollo del país.
La pandemia de Covid-19 y el aislamiento social como forma de combartirla agravaron la situación.
La pobreza urbana en Argentina sigue siendo elevada alcanzando un 42,9% de la población en el segundo semestre de 2020, con un 10,5% de indigencia y una pobreza infantil (niños menores de 14 años) del 57,7%.
Gasto social, una prioridad
Para hacer frente a esta situación, se ha priorizado el gasto social a través de diversos programas, entre los que se destaca la Asignación Universal por Hijo, un programa de transferencias que alcanza a aproximadamente 4 millones de niños y adolescentes hasta 18 años, el 9,3% de la población del país.
El impacto del Covid ha sido significativo en Argentina, indica el reporte. Durante 2020 el país sufrió una caída del PBI de 9.9%, la mayor desde 2002. Y con un nivel per cápita con niveles similares a los registrados en 2005: u$s8.692,70 frente a u$s8.577,86 respectivamente.
Incluso hay un retroceso en los créditos en relación al PBI. Hoy Argentina tiene valores similares a los de la década de 1960. El crédito interno al sector privado en 2017, que son los últimos disponibles del Banco Mundial, se ubicó casi en 16% respecto al PBI, un porcentaje similar al registrado en 1969.
Medidas de emergencia frente al Covid
Para contrarrestar los impactos de la crisis, el Gobierno implementó un paquete de medidas de emergencia, para proteger a los más vulnerables y acompañar a las empresas mientras duró el aislamiento social.
La economía doméstica sigue mostrando fuertes desbalances macroeconómicos. Según datos del Banco Mundial, “la inflación anual, si bien se ha desacelerado en un contexto de caída de la actividad económica, alcanzó el 36% en 2020, a pesar de la existencia de controles de precios”.
En 2020, el Gobierno ha logrado concluir el proceso de restructuración de su deuda en moneda extranjera (tanto local como externa), despejando significativamente el perfil de vencimientos para los próximos ocho años. A su vez, las autoridades están avanzando en conversaciones con el Fondo Monetario Internacional para acordar un nuevo programa para los próximos años.
Fuente: iprofesional.com