Algunos productos que componen la canasta para las Fiestas aumentaron por encima de la inflación anual. Cuáles subieron más y cómo se deterioró la capacidad de compra en los últimos cuatro años
A pesar de los esfuerzos del Gobierno por contener la suba de precios, las Fiestas llegan con aumentos considerables. Los productos de la mesa de Navidad subieron hasta un 86% comparado al año pasado. El aumento promedio es del 64 por ciento.
Así, la mayoría de los productos que componen la canasta navideña se ajustaron por encima de la inflación interanual, del 51,2% (último dato disponible, a noviembre), según el Instituto de Censos y Estadísticas (Indec).
Este año, armar la mesa navideña saldrá $ 11.179. Doce meses atrás, costaba $ 6824, según un estudio de la asociación Consumidores Libres, efectuado en supermercados de la Ciudad de Buenos Aires.
“Las canastas que ofrecen las grandes cadenas registran aumentos del orden del 63,83% en relación a 2020”, señala el representante legal de la entidad, el ex diputado socialista Héctor Polino.
Entre los alimentos que más subieron, se encuentran las sidras, con un incremento del 84%, y budines, con un 77%. Les siguen los vinos espumantes, como el champagne, con un 72% de alza, y los turrones, con un 70%.
El pan dulce aumentó un 65%. En promedio, se ubica en los $ 450, cuando el año pasado apenas llegaba a los $ 300. El maní con chocolate subió un 59%. Por debajo de la inflación, se encuentran garrapiñadas y piononos, que están un 38% más caros.
Los precios se desprenden de una investigación que realizó la consultora Focus Market, para la cual se tomaron en cuenta nueve alimentos de distintas marcas, que vienen en diferentes presentaciones y que se consumen en estas fechas, con relevamientos en 670 puntos de venta del país. Se tomaron los mismos productos que en el mismo período de 2020.
“Las materias primas sufrieron incrementos superiores a la media. Inclusive, en muchos casos, los productos no subieron proporcionalmente al aumento de costos, con el objetivo de recuperar terreno después de la última Navidad, en la que las ventas cayeron”, analiza Damián Di Pace, director de Focus Market.
El especialista hace una distinción con los alimentos que se venden todo el año. “Los productos navideños tienen una fuerte estacionalidad. Si una empresa vende el pan dulce por debajo de su margen de ganancia o su costo de reposición, no le sirve hacerlo”, explica.
La suba de los alimentos en noviembre (2,1%) fue la de mayor incidencia en la mayoría de las regiones de la Argentina, informó el Indec. Al aumento de carnes -la suba que más aportó en la división-, le siguió el incremento de panes y derivados.
“El congelamiento de precios en las grandes cadenas pondera a la baja muchas categorías. Sin embargo, la variación de precios en autoservicios, almacenes y pequeñas despensas hace que la tendencia sea contraria”, explica Di Pace.
¿Cómo revertir el panorama? Para FADA, contener el aumento de precios es posible. “Para bajar la inflación, hay que enfocarse en tres aspectos: reducir la emisión de pesos, gastar menos de lo que se recauda (tender al equilibrio fiscal) y generar confianza en la economía del país, con un plan consistente que sea capaz de solucionar los grandes desequilibrios macroeconómicos del país. Para que realmente funcione, es necesario que se tomen medidas en los tres sentidos. Si no, seguimos estancados en el mismo problema”, advierte Miazzo.
“Medidas como el congelamiento de de precios nos ahorran inflación hoy, pero, de igual manera, la vamos a tener más adelante. Por eso es importante contar con un plan macroeconómico serio, que ataque el problema de fondo”, concluye.
Fuente: cronista
