ECONOMÍA – Hay escasez de alimentos y diversos productos en los súper a raíz de la ola de faltazos en industrias por el Covid

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Las ausencias por contagiados de Covid ahora sí están impactando en las industrias y en los comercios. También afecta a distribuidores y mayoristas

Góndolas poco abastecidas, algunas directamente raleadas. En otras, los comerciantes deben hacer esfuerzos por ocupar los exhibidores con los mismos productos, sin ofrecer variedad. Los faltantes son cada vez más notorios, tanto en autoservicios como en grandes cadenas de supermercados.

Esta vez, las trabas a las importaciones no tienen nada que ver. Al menos en la mayoría de los casos. El mes pasado, el Banco Central pagó nada menos que u$s6.200 millones por las compras al exterior, un nivel récord para los últimos años. Hay que ir hasta el año 2017 para encontrar un monto similar. Y está claro que el nivel de actividad actual es inferior al de esa época.

¿Qué está pasando? Las ausencias en los lugares de trabajo de empleados contagiados de Covid, ahora sí, está impactando en las industrias y en los comercios. También afecta a distribuidores y mayoristas. Lo mismo que a empresas de logística, que se quedan con los camiones parados ante la ausencia de los choferes o de sus acompañantes.

De acuerdo a relevamientos informales en algunas cámaras empresarias (UIA-Copal), el ausentismo se encuentra entre 15% a 20% promedio. Viene en esos niveles desde la segunda semana del año, y por ahora no se nota un descenso a pesar de que se vienen tomando medidas adicionales en algunas grandes compañías.

Algunas empresas se vieron obligadas a tomar trabajadores de manera temporal para hacer frente a los pedidos. Fue el caso de Refinerías de Maíz, una de las grandes que elabora mayonesas, entre otros productos, pero se encontró con la dificultad que los nuevos empleados, al no tener experiencia, trabajan a un ritmo más bajo. Con lo cual la producción se resintió, de todas formas.

En algunos supermercados y comercios chinos ya se nota la escasez

En la láctea Verónica, los datos son contundentes: en un momento, de los 27 camiones operativos sólo pudieron salir a repartir mercadería 12. Menos de la mitad.

Hay otra realidad: las ausencias de repositores en los supermercados. Eso significa que, muchas veces, la mercadería se encuentra en los depósitos de las grandes cadenas pero no hay suficiente gente para trasladarla a las góndolas. O se lleva a un ritmo mucho más bajo que el necesario.

Por momentos, algunas góndolas quedan prácticamente vacías. Sucede en estantes con pan industrial, gelatinas y también en lácteos.

La situación perjudica a empresas de otros rubros, como los de perfumería, higiene y limpieza.

Hay algunos segmentos con problemas particulares. En el caso de la industria del vino, la escasez de vidrio afecta a algunas empresas. En algunos supermercados creen que hay compañías que prefieren exportar todo lo que pueden aunque eso signifique desatender al mercado interno.

Pero el problema de fondo es la crisis del vidrio, ya desde mediados del año pasado. A la que más tarde se sumó la ola de contagios de coronavirus.

También existen faltantes por trabas a las importaciones. Según empresarios, eso se da en algunos nichos, como las cápsulas de café, que vienen desde el exterior. Y de algunos enlatados y pastas dentales, que llegan desde Brasil.

Lo mismo que algunos perfumes, cremas, y productos de higiene personal que se importan desde Europa.

Este escenario se da en un contexto de aceleración inflacionaria en los alimentos, de la cual iProfesional viene dando cuenta.

La ola de calor de la semana pasada golpeó especialmente al rubro de las frutas y las verduras, pero hay más.

Más presión para los precios

Hacia adelante también se esperan saltos en el sector de los lácteos, que de por sí ya venían con alzas superiores al promedio. Sin embargo, la caída en la producción por efecto de la ola de calor y la sequía tendría un impacto adicional, de acuerdo a lo que esperan comerciantes e industriales.

Las primeras dos semanas del año fueron, de por sí, muy complicadas en materia de precios. Los faltazos por culpa de los contagios y una probable caída en la producción por la sequía podrían presionar también sobre los precios.

Las subas se dieron en gran parte de los denominados productos “de almacén”. La mayoría de ellos integrantes de la canasta básica alimentaria. Desde fideos, aceites, harina, azúcar, yerba hasta aderezos, pan industrializado, bebidas gaseosas, lácteos, y también golosinas y las mencionadas aceitunas.

La escasez de alimentos y de productos de limpieza e higiene le suma presión a la inflación

Los aumentos en estos primeros días del año arrancaron en el 5% y se extendieron hasta el mencionado 20%.

La Argentina tiene una dinámica inflacionaria muy grave -ayer mismo se conoció que la inflación del año pasado trepó al 50,9%- en la cual Feletti puede hacer un aporte con el armado de una canasta básica.

El movimiento de los precios depende de la política económica integral que aplica el ministro Martín Guzmán. Y de lo que sucede a nivel internacional, donde se detecta un fuerte presión en los precios de las materias primas y en los costos de la logística, que provoca una ola inflacionaria en distintos países estables, empezando por los Estados Unidos, y también en otros como Brasil.

Argentina, claro está, le da su propia impronta a un escenario que, a nivel global, luce preocupante. Mucho más en este país, donde todavía está pendiente un acuerdo con el FMI para despejar incertidumbre sobre la deuda, y con un Banco Central que está muy débil con sus reservas.

La consultora LCG, que dirige el economista Guido Lorenzo, mide la evolución de los precios “online”. Para la primera semana del año le dio una inflación de los alimentos del 1,2%, mientras que en la segunda semana arrojó el 0,9%, según comentó Lorenzo a iProfesional.

El relevamiento de expectativas de mercado elaborado por el Banco Central prevé una suba del IPC del 3,7% para enero, en línea con lo ocurrido durante diciembre.

Fuente: iprofesional.com