ECONOMÍA – El Gobierno ya prepara una “avanzada contra la inflación” ni bien apruebe el acuerdo con el FMI

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En un contexto al alza de los precios y sin poder recurrir a congelamientos, la Casa Rosada volverá a reflotar un programa de estabilización que requiere del compromiso de empresarios y sindicalistas.

Una “agenda cooperativa” entre el sector público y el privado es lo que el Ejecutivo buscará implementar una vez que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) obtenga la ratificación que por horas se pelea en el Congreso.

Constreñido por el programa acordado con el principal acreedor institucional del Estado, la Casa Rosada y los ministerios económicos se perfilan para abordar una estrategia de pinza para domar -algo- la inflación. Ya sin margen para imponer congelamientos en los precios, el Gobierno apuesta una vez por lograr un acuerdo de precios y salarios que contribuya a moderar las expectativas.

La pelota se pondrá en juego cuando acabe el trámite parlamentario, justo a tiempo de inferir la inflación del primer trimestre. Y, a diferencia de otros intentos protagonizados por esta administración y la anterior, de Mauricio Macri, el diálogo con empresarios y sindicalistas se proyecta sotto voce.

Por el lado gremial, el primer objetivo oficial es encolumnar a la CGT y otras centrales obreras para anclar las paritarias dentro del marco de inflación acordado con el Fondo. “Que todo se alinee en torno al 40%”, repiten por estas horas en una cartera con incidencia en la política económica.

La inminente convocatoria al Consejo del Salario anticipará la tónica con la que quiere tallar el Gobierno este año en paritarias. Aunque la decisión debe salir por consenso entre los 16 representantes gremiales y sus contrapartes de extracción patronal, el Gobierno trabaja sobre la pauta de ver los salarios moverse en torno al 40%, y lograr una paulatina mejora real cercana al 3%, si acaso logra cumplir con un movimiento del nivel general de precios entre el 38 y el 48%.

Para el salario mínimo, que marca las expectativas salariales del sector informal, pero además impacta en la paritaria estatal como un piso y actualiza los montos de las prestaciones sociales, el Gobierno proyecta esa pauta del 40% con revisión en septiembre y octubre, dando además un peso específico mayor a las primeras cuotas para remontar la caída del poder adquisitivo.

La estrategia no estará completa si acaso no se actúa para moderar el retoque de los precios al consumidor. En el oficialismo hay cierta autocrítica ante el fracaso que tuvo el acuerdo de precios y salarios lanzado con toda pompa en el año 2021, convocatorias públicas a empresarios y reuniones en el Museo del Bicentenario. Es que el año pasado hubo relativo éxito en moderar las paritarias, pero una derrota en materia de precios que se adjudica en parte a la negativa empresaria; en parte, a la inercia inflacionaria local, y en cierta medida al alza de los precios internacionales.

En el equipo económico saben que no tendrán una parada fácil. A los fenómenos locales, se suma un contexto externo adverso, por la inflación proyectada en Estados Unidos en torno al 10%, y la suba continua de las commodities agrícolas y energéticas por la guerra desatada por Rusia en Ucrania.

Fuente: cronista