Este año el ente tributario se enfocó en analizar información recibida en el período fiscal 2018, tras haber recaudado más de $1300 millones por impuestos evadidos entre 2016 y 2017.
En los últimos años, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) comenzó a prestarle especial atención a las cuentas financieras que los argentinos tienen en el exterior. Este miércoles reveló que no solo está investigando la información recibida de más de 90 países en los períodos fiscales 2020 y 2021, sino que también están analizando datos que recolectó durante la administración de Mauricio Macri. Tras haber recaudado más de $1300 millones por datos de entre 2016 y 2017, actualmente tienen 1800 casos bajo la lupa, referidos a 2018.
“Desde comienzos de 2020, la administración tributaria argentina comenzó a analizar en profundidad los reportes oficiales remitidos anualmente como parte de los mecanismos previstos por el G-20 y la OCDE para hacer frente al daño que producen las guaridas fiscales en el marco del Estándar Común de Reporte”, indicaron fuentes oficiales de la entidad que dirige Mercedes Marcó del Pont
De acuerdo con un informe interno de la AFIP, al que tuvo acceso LA NACION, en los últimos dos años el ente recaudador analizó más de 2400 casos referidos a los períodos fiscales 2016 y 2017. En ellos identificaron irregularidades en unos 700 casos, que los llevó a establecer ajustes por $1300 millones en impuestos evadidos. Este año, el organismo comenzó a fiscalizar y explotar los datos de 2018, donde pusieron el foco en otros 1800 argentinos.
Los datos que recibe el ente recaudador provienen de más de 90 países, como parte del Acuerdo Multilateral de Autoridades Competentes para el intercambio automático de información sobre colocaciones bancarias extranjeras que se firmó en 2014. A partir de ellos, la AFIP cruza información para cobrar impuestos evadidos a empresas e individuos que ocultaron las colocaciones o incurrieron en errores a la hora de declararlo.
Los casos más comunes
Al momento de avanzar con la fiscalización de la información recibida, la AFIP identifica cuatro grupos de contribuyentes de riesgo. En primer lugar, quienes declaran una cuenta en el exterior, pero el monto reportado es inferior al que figura en la información recibida de dicho país. Este caso representa casi el 50% de los 700 casos donde la DGI ya realizó ajustes impositivos.
Se trata de aquellos contribuyentes que informaron en su declaración jurada del impuesto sobre los bienes personales una cuenta bancaria con, por ejemplo, 90.000 euros. No obstante, en los datos remitidos del país europeo donde está radicada la cuenta se informa que el saldo al 31 de diciembre ascendía a 2.800.000 euros.
En segundo criterio, son quienes no declararon colocaciones financieras en el exterior en las presentaciones de Bienes Personales. En tercer lugar, quienes no presentaron una declaración jurada de Bienes Personales. Por último, los contribuyentes que no están inscriptos en el impuesto.
En estos últimos tres grupos, la AFIP indica que son los que sufren “algún tipo de ‘descuido’” con relación a las cuentas bancarias que tienen fuera del país. Según la información, la mayoría omite declarar las colocaciones “en guaridas financieras”, pero declaran algunos de los bienes y activos en la Argentina. Otros omiten presentar la declaración jurada o no están inscriptos en el impuesto, por lo que quedan expuestos a partir del intercambio automático de información.
La mayor parte de los casos que terminan en un ajuste de impuesto consisten en contribuyentes que, pese a haber presentado la declaración de Bienes Personales evitaron reportar una cuenta a su nombre en otro país. De acuerdo con el informe interno de la AFIP, una “omisión extendida” se da en aquellas cuentas que se encuentran en jurisdicciones europeas “reconocidas por su elevado nivel de opacidad”, pero que igual le envían a la AFIP información de las cuentas bancarias de residentes argentinos.
Durante los procesos de fiscalización, también hubo casos de personas en donde la persona intimada negó la existencia de la cuenta o que el saldo corresponda efectivamente al que tienen en el exterior. Ante esas situaciones, el ente recaudador activa el intercambio de información, bajo requerimiento, para enviar consultas específicas a las administraciones tributarias de los países involucrados para que confirmen la información enviada por vía automática.
“De esta forma, los investigadores pueden atravesar las cáscaras utilizadas para ocultar la identidad del verdadero dueño de la cuenta y determinar que los millones depositados en un banco emplazado en la opaca jurisdicción europea se encuentran a nombre de una sociedad en un tercer país, patrimonio de un fideicomiso localizado en un cuarto país, y que el beneficiario único de ese trust es la persona localizada en Argentina”, afirmaron las fuentes.
Qué es el intercambio de información automática
En 29 de octubre de 2014, se firmó a nivel internacional el Acuerdo Multilateral de Autoridades Competentes para el intercambio automático de información de cuentas financieras, basado en la Convención Multilateral. Es decir, las jurisdicciones obtienen información de sus instituciones financieras y, automáticamente, intercambian anualmente estos datos con otros países.
A partir del intercambio de información entre los gobiernos adheridos, que vence el 30 de septiembre de cada año, se reportan los datos de cuentas financieras, incluidos los saldos, intereses, dividendos y productos de las ventas de los activos financieros de personas humanas, controlantes y entidades, como también fideicomisos y fundaciones.
El primer intercambio de información que tuvo la Argentina se materializó en septiembre de 2017, con respecto al período fiscal 2016. Desde aquel año, la cantidad de socios para intercambio automático de información se fue incrementando.
En números: en 2016 había 38 socios emisores, que enviaron datos de 52.892 cuentas bancarias con saldos de $119.395.175.612. En 2017 escaló a 76 socios, que reportaron 262.735 cuentas por $808.712.791.014. En 2020, último dato disponible, hubo 90 socios que reportaron 658.201 cuentas financieras de argentinos en el exterior por $7.582.754.793.375.
No todos los países participan de este tipo de intercambio, el más destacado de ellos es Estados Unidos. Por esa razón, la AFIP y Cancillería aseguran que están en “instancia avanzada de negociación” con las autoridades del país estadounidense para acceder al mecanismo de intercambio de información.
Fuente: La Nación