Sin duda el panorama monetario que recibirá el nuevo equipo económico no es para nada envidiable. Batakis le dejó lindos números a Massa en julio. Es uno de los grandes desafíos por delante.
El BCRA debía informar los últimos datos monetarios de julio, sin embargo, curiosamente aún resta conocer lo que ocurrió el día 29. A pesar de ello, reconstruyendo las series estadísticas disponibles puede afirmarse que el mes pasado el BCRA convalidó una expansión monetaria de más de $335.000 millones. Así en lo que va del año la emisión de base supera los $663.000 millones. El número no suena descabellado frente al inquietante proceso inflacionario. Pero ocurre que esto solo es parte de la historia. Porque el BCRA en realidad ha emitido mucho más, alrededor de $4 billones. Y toda esta emisión fue absorbida a través de la colocación de títulos del BCRA, así el stock de deuda remunerada, entre Pases, Leliq, Notaliq y otras Letras, supera los $6,77 billones. Así es, nada menos que el equivalente al 157% del total de la base monetaria. Y todavía hay algunos que se preguntan cómo puede ser que haya semejante inflación.
Volviendo a los números de julio lo que se observa es un fenómeno ya advertido por este diario y es que a diferencia de meses atrás el Sector Público, en forma directa e indirecta se ha transformado en el principal factor de expansión monetaria. Claro que el BCRA es corresponsable de la avalancha de pesos lanzados al sistema. Porque por un lado, si bien el Tesoro ha recibido en los primeros siete meses del año $630.051 millones vía Adelantos Transitorios (ATN), al fin y al cabo, al contemplar el resto de las operaciones, en el año la expansión para asistir al Tesoro es de solo $170.000 millones. Esto se explica porque el BCRA le vendió divisas al Tesoro y así contrajo la base en más de $51.651 millones, y además el Sector Público aumentó sus tenencias o depósitos en el BCRA por casi $410.000 millones. ¿Entonces de dónde proviene la fuerte inyección de pesos? De parte de dos canales: uno es el pago de los intereses de la deuda remunerada que en lo que va del 2022 ya supera los $1,12 billones y por otro lado, las intervenciones del BCRA en los mercados cambiarios y de bonos que al día de hoy implican una emisión de base de $1,172 billones. Huelgan las palabras.
Tenemos entonces que por un lado la compra-venta de divisas del BCRA ha sido hasta ahora prácticamente inocua en lo que va del 2022, ya que ha expandido casi $59.700 millones vía el Sector Privado pero ha contraído cerca de $51.700 millones vía el Sector Público. Por ATN se emitieron más de $630.000 millones pero el Tesoro fue contractivo en $410.000 millones al dejar liquidez estacionada en el BCRA. Pero por otros canales, como los Pases, se emitieron más de $2 billones (parte de ese dinero fue a parar a las nuevas colocaciones de deuda del Tesoro y obviamente del BCRA). A esto se suma, los $1,12 billones de intereses pagados más otros $1,172 billones producto de las intervenciones del BCRA ya señaladas anteriormente. Para que no quedara tanto exceso de liquidez en el sistema, el BCRA colocó más de $3,86 billones de Leliq, y así se llega al tenebroso stock de deuda remunerada de más de $6,766 billones. A continuación los números que dejó julio:
La base monetaria se expandió en $355.078 millones. Por la venta neta de divisas al Sector Privado se aspiraron $164.055 millones más $128.600 millones con el Sector Público. El Tesoro recibió asistencia vía ATN por $195.000 millones. Pero además fue contractivo en $391.938 millones al aumentar los depósitos en el BCRA. A través de los Pases se emitieron $280.974 millones y otros $261.438 millones vía intereses. Las Leliq absorbieron $326.400 millones. Las intervenciones del BCRA fueron expansivas en $608.699 millones.
Fuente: ambito