ECONOMÍA – Estanflación: el fenómeno que acecha a la economía argentina

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Los economistas anticipan un escenario “delicado” para la economía local, que podría derivar en una hiperinflación con una dinámica que se acelera mes a mes.

La política tiene los ojos puestos en las elecciones de octubre 2023, siguiendo un proceso lineal, pero la piedra en el zapato es la dinámica inflacionaria que se acelera y cuando las cuentas parecen dar, la realidad resulta ser otra. Incluso, los conejos que puedan salir de la galera, pareciera que no alcanzan .

En la víspera se conoció el dato de inflación correspondiente al mes de febrero que fue del 6,6%, lo que recalienta el número de marzo poniendo la suba de precios arriba del 20% para el primer trimestre del 2023. Esto aleja al Gobierno de su ya amenazada meta del 60% anual y aún más lejos de la del ministro de Economía, Sergio Massa, de que abril empiece con el 3 adelante.

En este contexto, los economistas consultados por PERFIL coinciden en algunos ejes y conceptos que resultan graves para la economía argentina. Déficit fiscal, sequía, falta de reservas en el Banco Central, el cumplimiento de las metas con el FMI y las elecciones: todos forman el cóctel perfecto para una situación muy compleja.

Escenario de estanflación

Este escenario combina el estancamiento de la economía con una alta suba de precios. Los expertos coinciden en que el país está en un contexto recesivo y la inflación no da respiro.

“Sí, hoy estamos frente a una estanflación. De hecho, la economía se encuentra estancada desde el 2011 y en los últimos 4 meses, según los números del EMAE del INDEC, la actividad viene cayendo, casi en una recesión técnica, la cual necesita de dos trimestres consecutivos de caída”, contestó la economista Natalia Motyl al respecto.

“Efectivamente, marchamos hacia un escenario de estanflación, porque por más que estadísticamente no se cumplan la totalidad de las características a las que refiere el concepto, sí estamos en una ralentización creciente de la actividad económica y en un escenario de alta inflación”, señaló por su parte Guido Lapa, economista y docente UBA, en declaraciones a PERFIL.

Por su parte, Camilo Tiscornia, economista de C&T Consultores, coincidió con sus colegas y agregó: “Diría que estamos en estanflación. El concepto es la caída del PBI con una mayor inflación, y eso se está dando. Si bien todavía no tenemos el dato de actividad del primer trimestre, pero el PBI de los últimos cuatro meses del 2022 cayó de forma mensual”, ratificó.

“Lo curioso es que las consecuencias tanto de la inflación como del estancamiento recaen sobre los trabajadores porque las empresas van a ajustar la caída de la actividad con despidos y suspensiones; y las peores consecuencias de la inflación sabemos que se las llevan los sectores más postergados”, añadió Lapa.

Cumplimiento de las metas con el FMI

“Está difícil el cumplimiento de metas. Sobre todo en lo que hace a reservas y déficit. El panorama internacional se endurece por corrección de precios de productos básicos que vendemos al exterior desde septiembre de 2022, política monetaria más restrictiva que tiene su impacto este año, riesgo de crisis financiera por la inyección de liquidez y desaceleración económica de principales países que nos compran”, respondió Motyl.

“Es difícil pensar que las metas con el FMI se puedan cumplir. Ni la de reservas, ni la de déficit fiscal, en un año electoral, al Gobierno le va a ser muy difícil cumplir con esa meta. Va a predominar el aumento del gasto, “el plan platita”. Al no cumplir la meta, habrá más emisión monetaria, probablemente más de la que esté anticipada”, agregó Tiscornia por su parte.

“La meta fiscal y monetaria se verán comprometidas por los menores ingresos fiscales genuinos por recaudación de derechos de exportación e impuestos ligados a la actividad económica. Esto hace que para bajar el déficit primario de 2,4% del PBI en 2022 a la meta de 1,9% de 2023 el ajuste del gasto primario deba ser sustancialmente mayor. Algo poco probable en año electoral. Además, con el mercado de deuda saturado, lo más probable es que se sostenga la dependencia del financiamiento monetario”, señaló Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y Progreso, en diálogo con PERFIL.

“El cumplimiento de las metas con el Fondo Monetario está verdaderamente difícil. Seguramente, Massa en sus reuniones con Georgieva ya adelantó la posibilidad de futuros incumplimientos pensemos que el ajuste de las metas no incluyó el waiver, con lo cual no sorprendería que en un año electoral el Fondo empiece a dar esos perdones o modificar metas frente a su incumplimiento”, opinó Lapa.

Cosecha, sequía y falta de dólares + riesgo de hiperinflación 

“Acá hay un gran problema para el Gobierno. La tendencia claramente es que ante la falta de dólares se devalúe la moneda, pero una devaluación con una inflación del 100% implicaría un salto que no sabemos a dónde nos puede llevar, pero no descarto una hiperinflación”, señaló Lapa y agregó: “Creo que esto es lo que va a evitar el Gobierno que no ocurra, pero veremos si el mercado termina imponiendo esa devaluación en los hechos o no”.

“Los factores locales como sequía, shock energético (los precios de la energía seguirán elevados hasta 2024), estancamiento e inflación que anticipa un retroceso tanto de la oferta como de la demanda. Todo esto anticipa menores ingresos fiscales y mayores egresos en un intento de paliar la situación socioeconómica, que deberá recurrir el gobierno de seguir así la situación”, añadió Motyl.

En esa misma línea se expresó Tiscornia: “Este es el momento en el que comienzan a entrar los dólares de la cosecha gruesa y va a venir muy flojo el asunto por la sequía que va a reducir la producción, pero también porque el Gobierno con los dólares soja anteriores adelantó la liquidación. Considero que el Gobierno debe tener un plan de un dólar soja 3, paso a paso intentando salvar el día”.

“La sequía impactará más que nada en el flujo de exportaciones del segundo trimestre. El incumplimiento de la meta de acumulación de reservas del primer trimestre tiene que ver con que a finales del 2022 el gobierno apostó a adelantar la liquidación de exportaciones con el dólar soja. Como el desequilibrio monetario se sostuvo, era imposible acumular reservas en el comienzo del año”, contestó Marí coincidiendo con los demás economistas.

Cómo se puede observar, el escenario para el Gobierno es de escaso margen de acción y el contexto de evidentes límites, por lo que los economistas consultados por este medio coincidieron en que con este contexto macroeconómico el Frente de Todos tiene muy bajas chances de ganar una elección.

Fuente: perfil