ECONOMÍA – ¿Por qué tener un trabajo hoy no alcanza para evitar la pobreza en Argentina?

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Pese a que la desocupación es extremadamente baja, las personas que no cubren la Canasta Básica Total se incrementan. Las claves del curioso fenómeno.
La Argentina muestra signos de recuperación laboral. La tasa de empleo ha alcanzado el nivel más alto de los últimos tiempos, marcando un 44,6% en el último trimestre del año pasado; mientras que la tasa de desocupación ha caído a su nivel más bajo de los últimos 30 años. Durante el cuarto trimestre del año pasado, la desocupación total a nivel nacional alcanzó el 6,3%, lo que representa una importante reducción en comparación al período anterior.

Sin embargo, la pobreza en el país continúa siendo un desafío crucial. A pesar de la mejora en el empleo, la pobreza (excluyendo el período pandémico) ha alcanzado su nivel más alto desde el año 2006, según los datos del segundo semestre de 2022.

Crece el empleo, pero también la pobreza: radiografía del mercado laboral

Los datos que revela Informe del Mercado de Trabajo, realizado en el marco de la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) elaborada por el INDEC, demuestran resultados alentadores para el empleo. Según el informe, se han observado mejoras en la situación laboral del país. La tasa de empleo ha experimentado un crecimiento del 43,6% al 44,6%, mientras que la tasa de actividad, ha aumentado del 46,9% al 47,6% (en comparación con el trimestre anterior). Estos indicadores son una señal positiva para la economía del país y muestran un aumento en la participación en el mercado laboral.

Además, durante el último trimestre del 2022, se ha registrado una disminución significativa en la tasa de desempleo. Según los datos proporcionados, esta tasa ha disminuido en 70 puntos básicos, descendiendo del 7% al 6,3%. Esto se traduce en que 72 mil personas, en los 31 principales aglomerados del país, han encontrado un empleo durante el último trimestre del 2022.

A pesar del crecimiento registrado en la tasa de empleo durante el último trimestre del año pasado, es importante destacar que también se ha observado un aumento en la proporción de asalariados que trabajan en la economía informal. Este dato no debe ser pasado por alto, ya que indica que, aunque haya más personas empleadas, muchas de ellas no tienen acceso a las prestaciones y garantías que ofrece el empleo formal.

De acuerdo con los datos proporcionados por el INDEC para el cuarto trimestre de 2022, en los 31 principales aglomerados urbanos, se registraron 13,1 millones de personas ocupadas. De estas personas ocupadas, 3,5 millones trabajaron como “no asalariados”; es decir, como trabajadores por cuenta propia, patrones o participaron en un negocio familiar sin salario. En tanto y en cuanto, 9,6 millones de estos individuos ocupados fueron “asalariados” que trabajaron en relación de dependencia. Dentro de este grupo, 6,2 millones tuvieron descuentos jubilatorios y se encontraban en regla; mientras que, 3,4 millones trabajaron en la informalidad.

Pese a que la mayoría de los argentinos cuenta con un empleo, la pobreza en Argentina superaría el 40%.

Consecuentemente, el 35,5% de los asalariados se encuentran trabajando en empleos informales. En el mismo trimestre del año anterior (2021), aunque había menos asalariados (9,2 millones), la proporción de trabajadores en la informalidad era menor (33,3%), lo que sugiere que el trabajo en negro ha ido ganando terreno en el mercado laboral.

La erosión de los sueldos, el principal causante de la pobreza

Está claro que se ha dado un incremento en el nivel de empleo dentro del país. De todos modos, este aumento en el nivel de empleo no alcanzó para compensar la caída en los ingresos. Según datos de la EPH, en el último año, el ingreso per cápita familiar se redujo en promedio un 4% y si se lo compara con el año 2017, la contracción escala al 13%.

A la hora de analizar los ingresos observamos que en 2022, los salarios formales o registrados tuvieron un incremento del 95,8%, por lo que pudieron seguir de cerca el incremento de los precios de la canasta básica. Sin embargo,  los salarios no registrados (mayoritarios en los estratos más bajos de la población) aumentaron en apenas un 65,4% durante todo 2022, casi 3.000 puntos básicos menos que la inflación. De esto se desprende una importante conclusión, la precariedad laboral es uno de los factores cruciales para el aumento de los niveles de pobreza.

La reducción en el nivel de ingreso real repercute de manera directa en la pobreza. En el último semestre de 2022, la pobreza se incrementó en 270 puntos básicos; pasando de un 36,5% (17,3 millones) en el primer semestre a un 39,2% (18,7 millones). Por ende, en tan sólo 6 meses, 1,4 millones de personas pasaron a estar bajo la línea de la pobreza.

Desagregando la pobreza por edades, los niños menores de 14 años son los más afectados.  El 54,3% de los individuos dentro de este rango etario se encuentra bajo la línea de pobreza. Por otro lado, el grupo menos afectado fue el de mayores de 65 años, con una tasa de pobreza del 14,6% y un aumento de 140 puntos básicos en 6 meses. Sin embargo, el grupo que experimentó el mayor incremento en la pobreza fue el de 30 a 64 años, con un aumento de 370 puntos básicos, pasando del 32,6% al 36,3%.

Para observar el poder erosivo que tiene la inflación hay que prestarle una especial atención al siguiente indicador: la brecha para salir de la pobreza. Durante los últimos 6 meses del 2022, el ingreso total promedio de los hogares pobres en Argentina fue de 83 mil pesos. Mientras que, la canasta básica total promedio para estos hogares se ubicó en los 131 mil pesos, generando una brecha de pobreza del 36,5%. Para salir de la pobreza, los hogares necesitaron en promedio al menos 48 mil pesos adicionales, lo que equivale a más de la mitad de sus ingresos. Si comparamos los datos anteriores con los del mismo período, pero de 2017, observamos que la brecha de la pobreza aumentó. Por ende, no sólo hay más pobres, sino que cada vez los pobres se encuentran más alejados de salir de su situación.

La informalidad laboral y el aumento en el empleo

iProfesional conversó con Natalio Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC,) para comprender por qué se dio semejante incremento en la informalidad laboral dentro del país.  El titular del organismo afirma que se conjugaron dos factores primordiales: una situación macroeconómica compleja y una legislación laboral desactualizada.

Grinman explica el fenómeno de la informalidad laboral de la siguiente forma: “Cuando una empresa argentina experimenta un aumento en sus ventas, típicamente teme que sea un fenómeno de corta duración, y que más temprano que tarde vuelva a sufrir los embates de una recesión. Y si se combina esto con la rigidez de la normativa laboral –que hace que en muchos casos una desvinculación pueda derivar en un litigio que lleve a una pyme a la quiebra– es entendible que las empresas se muestren reacias a expandir la plantilla de trabajadores. En este contexto, hay firmas que deciden quedarse como están, desaprovechando la oportunidad de ampliarse; otras que eligen un crecimiento acotado, recurriendo a las horas extras del personal con el que ya cuentan; y otras tantas que optan por operar en la informalidad”.

A su vez, Grinman apelando a la “ley de Demanda” –a menor precio, mayor cantidad de demanda– señaló que la baja en el salario real hizo que algunas empresas se vean inclinadas a contratar más trabajadores. De todos modos, aclaró que no es la forma “virtuosa” de generar empleo.

La explicación del presidente de la CAC es clara y precisa, pero explícitamente no avala ni justifica que las empresas contraten trabajadores de manera informal. El fenómeno de la informalidad es un grave conflicto del mercado laboral argentino que nos hace replantearnos si fue beneficioso este aumento en el nivel de empleo.

¿Por qué no basta con tener un empleo para salir de la pobreza?

De acuerdo con los datos presentados por el INDEC, el 25% de las personas en situación de pobreza viven en hogares donde al menos un miembro de la familia trabaja como asalariado. Además, dentro de ese grupo, el 31% de los hogares cuentan con al menos un trabajador formal. Es decir, que solo el 7,75% de las personas en situación de pobreza pertenecen a hogares donde hay trabajadores en relación de dependencia con empleos formales.

En base a los datos presentados observamos que la inflación impacta directamente en los estratos más pobres de la sociedad, donde abunda el trabajo informal. Estos individuos no poseen forma alguna de protegerse frente a este impuesto implícito producto de su precaria situación laboral. Por ende, el trabajo no elimina la pobreza porque es del tipo informal

iProfesional le consultó al presidente de la CAC acerca de la forma en que se podría reducir la pobreza dentro de los trabajadores. Según Grinman, “la economía argentina es una torta que se achica; hace una década que el PBI por habitante muestra una tendencia declinante. Entonces como sociedad nos vemos obligados a repartir pérdidas”.

La forma de revertir esta situación para él sería, con el avance sostenido de la actividad económica; de forma tal que, aumente la demanda laboral realmente. Por lo que el representante de la CAC concluye: “No son los planes sociales ni el empleo estatal los que nos permitirán corregir los escandalosos niveles de pobreza e indigencia que presenta la Argentina, sino el empleo privado genuino”. Para Grinman, la forma de lograr que los trabajadores salgan de la pobreza es mejorando sus salarios. Según él, eso sólo es posible con el crecimiento de las empresas; y resalta que la forma de lograr que las empresas progresen es: reduciendo la excesiva carga tributaria, combatiendo la “industria del juicio laboral”, aliviando la burocracia, ordenando la macroeconomía, entre otros.

Fuente: iprofesional