FINANZAS – Alerta por menos dólares provenientes del campo: ¿cuántas divisas podrían entrar al Banco Central este año?

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Según las principales consultoras privadas especializadas en el agro, los dólares de este sector no llegarán en las magnitudes esperadas.

Un reciente informe del especialista Salvador Di Stéfano destaca que las proyecciones de trigo, maíz y soja bajaron considerablemente desde junio del año 2022 a la fecha, la caída en soja rondaría el 45%, mientras que en trigo y maíz supera el 50%.

Esto deja al productor agropecuario con pocas posibilidades de rentabilidad, en un contexto de altas retenciones, tipos de cambios diferenciales para la exportación e importación, mal clima, alquileres altos y una inflación galopante. Hasta el petróleo baja más del 30% y no sabemos qué puede pasar con las exportaciones de crudo si a algún gobernador patagonico se le ocurre cerrar la llave de paso como manifestó el gobernador de Chubut.

Los ingresos de dólares del campo, por debajo de los proyectado

El informe señala que entre las cantidades y precios, los ingresos que tendría el Gobierno no serían tan altos como los que se esperaban, porque la cosecha no será tan buena como estaba previsto.

En 2022, los ingresos del sector agro exportador sumaron u$s46.500 millones, solo tomando en cuenta cantidades producidas y precio promedio.

En el año 2023 ingresaron u$s23.500 millones de dólares, y se estima para el año 2024 menos de u$s33.000 millones. Es mucho más que el año 2023, pero menos que el año 2022, es más en el año 2021 habían ingresado unos 39.800 millones de dólares. Es un escenario de ingresos bajos.

De acuerdo a los datos del Indec, las importaciones en los últimos 12 meses totalizaron unos 72.948 millones a enero 2024, mientras que los pagos que realizó el BCRA en los últimos 12 meses llegaron a unos 46.081 millones dólares por lo tanto hay una brecha de unos 26.867 millones.

Según estimaciones privadas, la cosecha en 2024 no será tan positiva como estaba previsto.

Pero si el cálculo lo hacemos para los últimos 2 meses, observamos que las las importaciones llegaron a los u$s8.856 millones, y el BCRA realizó pagos por unos se u$s1.791 millones.

Esto marca que las reservas internacionales brutas del BCRA -que hoy superan los 27.000 millones de dólares- estarían sobrestimadas por la reducción en el pago de las importaciones que impuso el BCRA desde el 10 de diciembre pasado en que asumió el nuevo gobierno.

Proyecciones 2024: cuánto podrá producir el agro

Las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario indican que para la cosecha de este año se proyectan 49 millones de toneladas de soja y 57 millones de toneladas de maíz, y todavía quedaron sin vender unos 9 millones de toneladas de trigo que no le han puesto precio.

Las proyecciones de los expertos marcan que con los datos de hoy es complejo calcular el resultado final de la cosecha gruesa, pero estiman que se recuperarán más de la mitad de los 18.700 millones de dólares que se perdieron en el 2023 por la sequía.

Las estimaciones privadas indican que la producción sería de unos 130 millones de toneladas y considerando esa hipótesis de producción el país podría exportar unos 95 millones de toneladas, frente a una producción del año pasado de 82 millones de toneladas y exportaciones del sector agroexportador por 55 millones de toneladas.

En lo que respecta a los precios de la soja, maíz y trigo hay que destacar que la soja hoy vale u$s420, maíz u$s160 y trigo u$s210, todos estos son valores del mercado de Chicago.

La soja está lejos de su precio máximo: la tonelada de soja vale hoy 420 dólares (llegó a pagarse u$s600).

La soja, lejos de su precio máximo

Como se puede observar, estamos muy lejos de los récords de u$s600 en la soja y más de u$s200 en maíz.

Está claro que -como dicen los principales operadores del mercado de granos- la soja es peronista, ya que solo los gobiernos peronistas tiene precios altos y es probable que Javier Milei tenga que convivir con precios muy bajos.

En caso de verificarse esta falta de dólares,la misma podría afectar al Gobierno en dos aspectos: por un lado, habrá menos importaciones y esto afectará la actividad económica, y por otra parte una menor recaudación de retenciones obligará al estado a ser más estricto con el gasto.  Esto implica menos crecimiento económico.

Según el informe de Di Stéfano este será un año de grandes restricciones. “En diciembre, asumió un nuevo gobierno que ajustó el tipo de cambio, pretende tener superávit fiscal, y se compromete a no emitir dinero sin respaldo. El conjunto de estas medidas nos obligara a un fuerte ajuste interno”, advierte el economista.

La gran duda es si el mercado soportará este ajuste de la economía. “No hay demasiados caminos, el PBI es la oferta de bienes y servicios en la economía durante un año. Se necesita más inversión, para que haya más inversión se necesita más ahorro, y por ende menos consumo. Será un año de menos consumo, con lo cual los sectores ligados a la industria local, comercio y servicios estarán complicados”, explica Di Stéfano.

La economía tenía altos stocks por lo tanto ese es un grave problema, en términos generales los agentes económicos no desean invertir en instrumentos financieros, por ende, la mayoría de los agentes económicos están con alto grado de inmovilización, y han atesorado mercadería.

El Gobierno esperaba un nivel de cosecha mayor. Junto con la baja de retenciones, podría generarle un problema.

Esto hace que cuando se produce la recesión, que se traduce en una fuerte caída del ritmo de actividad económica, las empresas dejan de comprar, y las industrias ven caer la demanda, esto implica menos producción, suba de los costos unitarios, y por ende suba de precios o empresas que tienen fuertes quebrantos.

La crisis se profundizará entre marzo y abril

De acuerdo a la mayoría de los analistas consultados por iProfesional, es factible que lo peor de la crisis se observe en marzo y abril que serán dos meses muy difíciles para el consumo.

Por el momento, no se observa una recomposición de salarios que iguale a la inflación, por ende, el mercado ajustará por cantidades.

Esto va a cambiar el perfil del consumidor, que tendrá menos dinero en el bolsillo, y buscando precio más que calidad. Veremos un gran efecto sustitución en la demanda de bienes y servicios.

En lo que respecta a la inflación, las dudas están centradas en marzo, creemos que diciembre, enero y febrero mostrarán una escalera descendente, pero marzo es un mes complejo, podríamos ver un rebote y eso sería algo nocivo para el plan económico.

¿El gobierno de Javier Milei va por otra devaluación?

Por ahora el mercado de futuro del dólar no muestra un escenario de devaluación, es más hemos visto una baja sustancial de la tasa de interés en el dólar futuro, que estaría presagiando una baja de la tasa de interés en el mercado financiero.

El Banco Central eligió implementar el crawling peg durante enero y febrero, pero podría profundizar la devaluación en marzo.

El mix de una mejor administración del Estado como la que propone el gobierno con déficit cero, donde se reduce la emisión monetaria junto con una fuerte recesión, posiblemente provocará que la gente demande pesos, y no habría espacio para una hiperinflación, todo lo contrario.

Es probable que desde marzo se observe una gran recesión con precios que van a mostrar una gran desaceleración en su crecimiento.

La actividad económica caerá y hay que prepararse para un fuerte ajuste en la economía en el año 2024, y seguramente un rebote en el año 2025.

Pero es probable que (punta – punta) contabilizando 2023/24/25 la actividad económica no registrará variación, con lo cual el PBI per cápita caerá y todos seremos un poco más pobres.

En lo que respecta al dólar el informe señala que “el dólar dejara de ser objeto de deseo, los argentinos tienen u$s200.000 millones atesorados, van a tener que usarlos en el año 2024 para financiar la brecha que tendrán entre ingresos y gastos”.

Di Stéfano destaca que en la Argentina hay 6 monedas que son: los pesos, pesos ajustados por inflación, dólar mayorista, dólar MEP, dólar CCL y dólar blue. Los dólares más temprano que tarde se van a convertir en uno solo, y no lucen como ganadores. Según el estudio, la inversión ganadora será el peso que ajusta por inflación, si solo sí, el Presidente cumple su promesa de superávit fiscal y el fin de la emisión monetaria para financiar déficit fiscal.

Fuente: iprofesional