ECONOMÍA – Fisfe anunció posibles retrasos en las entregas y mayor caída en la actividad industrial por el corte de gas

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La exigencia de Litoral Gas a las industrias afectó al sector, que ya transita el peor trimestre en cinco años.

La restricción de uso de gas natural a las industrias golpeó al sector industrial de Santa Fe. El recorte del suministro llevó a la parálisis de ciertas plantas fabriles, las cuales anunciaron que, en un contexto de crisis industrial preexistente, profundizará la caída en la producción, en los ingresos a las empresas y el atraso en las cadenas de entrega.

La Federación Industrial de Santa Fe lanzó un comunicado donde expresó la situación de sus afiliados y adelantó las consecuencias de la falta de energía. “Desde ayer que estamos abordando y trabajando cerca de los socios y viendo caso por caso. Esto afecta a algunas industrias, sobre todo las que consumen grandes volúmenes”, explicó a La Capital el Presidente de la Unión Industrial Región Rosario, Román Guajardo.

“En general, el entramado pyme está conectado a la red domiciliaria y por el momento no ha registrado grandes inconvenientes y estuvo trabajando, pero hay algunas industrias de la provincia que se vieron golpeadas y los impactan muy de lleno y que también son muy importantes para nuestra zona”, como es el caso de las aceiteras del Gran Rosario, las acerías que están al sur de la ciudad, como los sectores más afectados.

No obstante, el presidente de la Asociación de la Pequeña y la Mediana Empresa (Apyme) de Rosario, Juan José Sisca, apuntó a este diario que “ha caído tanto la actividad industrial que algunos socios que consultamos no han tenido problema de abastecimiento”. Sin embargo, el faltante de gas natural es un problema “que encarece el traslado de mercaderías por la diferencia entre este y la nafta”.

Falta gas
El problema tuvo origen en una comunicación de la empresa distribuidora Litoral Gas a las industrias y a las estaciones de GNC donde solicitaba a las mismas no hacer uso del sistema de gas natural debido a la falta del combustible. La restricción debió ser solicitada luego de que Petrobras no autorizara la descarga de 44 millones de m3 de gas natural comprado de urgencia para equilibrar el sistema, luego de que se triplicara la demanda doméstica con la llegada de los intensos fríos.

La decisión de la petrolera brasilera tuvo lugar después de que, por errores administrativos en la transferencia de 22 millones de dólares, la operación no se realizara en tiempo y forma, y el buque con el cargamento nunca inyectó el gas natural licuado (GNL) en el sistema.

El freno a la distribución de gas tiene que ver con la falta de presión en los gasoductos, por lo que el gobierno determinó priorizar el consumo hogareño de gas y envió la restricción a más de 100 industrias en todo el país. Particularmente en Gran Rosario, el corte alcanza a todas las grandes industrias y se extiende al sur de Santa Fe, el norte de Buenos Aires y a Córdoba.

“Estamos articulando con los distintos estamentos del Estado, sobre todo con el gobierno provincial para tratar de buscar soluciones y también poniendo lo mejor de nosotros a disposición”, declaró Guajardo.

Según el referente industrial, la situación es compleja y “si bien es cierto que se da por una cuestión climática, también creemos que se podría haber trabajado de manera distinta para abordarlo de otra manera” y consideró que la crisis energética está relacionada también con “el atraso de algunas obras y la paralización que hubo desde la asunción del nuevo gobierno para acá” en materia de obra pública, como es el caso de la no culminación de las obras del gasoducto Néstor Kirchner.

El comunicado difundido por la entidad industrial santafesina sostiene que “es fundamental destacar el impacto significativo que tendrán estas restricciones en el sector productivo y en toda la cadena de suministro de las distintas empresas afectadas” y añade que “se espera una reducción inmediata en la producción industrial debido a la falta de gas, lo que afectará a la cadena de suministros y causará posibles retrasos en la entrega de productos, así como consecuencias económicas para las empresas debido a la paralización de actividades”.

“La realidad para el sector industrial viene siendo difícil y, si le seguimos sumando complejidades, obviamente que la cuestión se complica”, destacó Guajardo.

Fuente: lacapital.com.ar