Las Bolsas de Rosario y Santa Fe presentaron el ICA-ARG, un nuevo indicador de la actividad económica en el país. En un contexto de caída histórica, detectó una recuperación mensual en junio
Las Bolsas de Comercio de Rosario (BCR) y Santa Fe (BCSF) presentaron oficialmente el flamante Centro de Investigación del Ciclo Económico (Cicec) que integran destacados profesionales de ambas entidades. Fue en el debut del nuevo Índice Coincidente de Actividad Económica de Argentina (ICA-ARG), una herramienta innovadora diseñada para analizar en tiempo real el ciclo económico del país.
Los números del primer informe sorprendieron a la destacada platea que llegó hasta la Casa de Santa Fe en Buenos Aires para participar del lanzamiento. Según el ICA-ARG, la economía argentina transita una recesión “que se extiende ya por 25 meses” pero comienzan a observarse “algunos valores positivos”. En este marco, las Bolsas concluyen que “se interrumpió la recesión en el segundo trimestre”.
No todos los días se presenta un nuevo centro de investigaciones económicas y su presentación en la city porteña convocó a reconocidos economistas y consultores. Del acto, encabezado por el gobernador Maximiliano Pullaro, el titular de la BCR, Miguel Simioni y su par de la BCSF, Martín Vigo Lamas, participaron también Domingo Cavallo, Ricardo Arriazu, Orlando Ferreres y Alfonso Prat Gay, entre otros.
En la apertura del encuentro, Vigo Lamas explicó algunas características de los indicadores y reflexionó sobre la complejidad de tomar decisiones en un país “cuya realidad se empeña en refutar teorías probadas acabadamente en otras latitudes”. Por eso, dijo, cobra “vital importancia disponer de información acerca del desempeño de variables económicas, cada vez con mayor agilidad”.
Simioni, por su parte, destacó “la madurez institucional de ambas Bolsas, que cuando se ponen objetivos claros, pueden trabajar de manera conjunta”. Y aseguró: “Ponemos a disposición esta herramienta, como tantas otras, y ojalá sirva para poder aportar ese granito de arena para que tengamos un país que nos merecemos”.
A su turno, Pullaro destacó la importancia de contar con “datos fehacientes, consolidados, que permitan construir políticas públicas”. A través de estudios científicos, dijo, “el Estado y el sector privado van a trabajar para tomar decisiones concretas”.
Al respecto, Tomás Rodríguez Zurro, analista de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR, contó que en la web de Cicec estará disponible una base de datos de más de 1.500 series, arrancando en 1993. Se podrá acceder a series de actividad industrial por sectores hasta estadísticas financieras, estadísticas de monedas de base y monetaria.
El informe del Cicec
El Centro de Investigación del Ciclo Económico está integrado por profesionales de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos (Diyee) de la BCR y del Centro de Estudios y Servicios de la BCSF. El primer informe público del Idice Compuesto Coincidente de Actividad mostró una variación del 0,8% entre mayo y junio. La tasa de variación interanual fue negativa (-4,7% en junio) pero comenzó a aminorar, ya que en marzo había mostrado una baja de 7,5%.
Emilce Terré, jefa del Departamento de Información y Estudios Económicos de la BCR, explicó que encontraron tres meses de subas mensuales positivas. “Veníamos en una recesión desde junio de 2022 que hoy se toma una pausa”, dijo, aunque aclaró que “todavía no se puede hablar de un punto de giro” ya que “técnicamente al índice se le exigen al menos dos trimestres consecutivos de crecimiento” para llegar a esa conclusión. “Lo que decimos es que se frenó la recesión en el segundo trimestre y proponemos seguir midiendo este indicador para ver si efectivamente empezamos una recuperación o si es uno de estos pequeños amesetamiento que siempre hay al interior de cada ciclo”, resaltó.
Terré enfatizó que la “alta calidad” de la información que brinda el índice es de alta calidad, apoyada en un detallado análisis de cada variable, y en un marco metodológico que permite sintetizar la evolución conjunta de diez indicadores representativos de la economía nacional. Dichos indicadores fueron seleccionados de acuerdo al abordaje de los denominados leading economic indicators del National Bureau of Economic Research (NBER) y de The Conference Board (TCB) de EEUU, y en base a la adaptación metodológica desarrollada entre 1994 y 2016 por el Dr. Juan Mario Jorrat en la Universidad Nacional de Tucumán para el estudio de los ciclos económicos de Argentina. “Es una metodología probada a nivel internacional y se utiliza en muchos países que tomamos como referencia”.
El informe señala que la economía argentina se encuentra en una recesión que se extiende ya por 25 meses, durante la cual acumula un 5,8% de caída en la actividad económica desde el pico registrado en mayo de 2022. El valor mínimo del periodo en marzo de 2024. De pico a valle, la caída es del 7,2%. Estos valores la ubican como la tercera fase recesiva más extensa en tiempo y la cuarta más pronunciada desde 1994 a la fecha.
¿Brotes verdes?
Dentro de este complejo contexto, el ICA-ARG, creció mensualmente el 0,8% en junio y 2,1% en el segundo trimestre. La tasa de cambio interanual sigue siendo negativa (-4,7%).
En junio, siete de los diez indicadores registraron variaciones mensuales positivas, acumulando al menos dos meses consecutivos de incremento. En la comparación interanual solo muestra desempeño positivo el agro. Este sector refleja la recuperación luego de la última sequía, con una suba de 120,9% interanual y 4,7% mensual. El valor del mismo mes de 2023 fue el más bajo de los últimos 25 años.
“Esto ocurre en un entorno que venimos de la peor sequía de los últimos 60 años”, detalló Lautaro Zanini, investigador del Centro de Estudios y Servicios en Bolsa Comercio de Santa Fe.
Un panorama diferente muestra la producción industrial, que igualmente muestra los primeros datos positivos, con una variación mensual positiva del 0,9% y una caída interanual del 11,7%, menor que en los últimos dos meses. En abril, la baja interanual fue la más pronunciada desde 1990 para esta serie.
La construcción evidenció en junio su segunda variación mensual positiva consecutiva (4,5%), luego de doce meses consecutivos de caída. Pero está 26,8% abajo respecto del año pasado, principalmente por el freno a la obra pública. El nivel de la serie se encuentra en mínimos desde 2006, sólo superado por el shock de la pandemia.
La serie de importaciones totales de bienes se ubica entre las que continúan en caída, con una variación mensual en junio del -2,4%, acumulando 14 meses de tasas mensuales negativas consecutivas. También sigue profundizando la merma interanual, que fue de -34,1% el último mes. El nivel de esta serie se ubica en valores comparables a la recesión 2008-2009 y al periodo de pandemia.
La serie de ventas minoristas refleja en su variación interanual (-10,9%) la caída más importante desde la crisis 2001-2002. Contra mayo, se observa una recuperación del 1%, acumulando tres meses positivos, “lo que se encuentra en línea con la incipiente recuperación de los salarios”.
El patentamiento de vehículos volvió a caer en junio (-1,8%), luego de haber presentado tasas positivas en abril y mayo. Contra el año pasado bajó 18,7%. La recaudación total del gobierno nacional mostró una suba del 1,6% entre mayo y junio y acumula una suba de 4,3% en el segundo trimestre. Contra el año pasado bajó 9,5%.
El mercado laboral sigue su proceso de deterioro, advierte el informe. El número de asalariados privados registrados tuvo una variación mensual casi nula, del -0,04%, ubicándose en un nivel 1,8% menor a junio de 2023. Comparado con el máximo previo, ocurrido en agosto de 2023, se perdieron 130 mil empleos privados registrados.
La tasa de entrada al mercado laboral presenta dos meses de recuperación en mayo y junio y se ubicó en un nivel de 1,4% el último mes. Sin embargo, esta leve recuperación se da partiendo de un nivel de la serie equivalente al periodo más duro del confinamiento por el Covid 19 y a la crisis 2001/02. En junio la variación de la serie fue de 4,6%, aunque en la comparación interanual se retrajo un 33,3%.
Por el lado de la remuneración bruta total de los empleados privados registrados, los números “comenzaron a revertirse, en línea con la desaceleración de la inflación en los últimos meses”, señala el informe. Se acumulan cinco meses de incipiente recuperación (+7,5%), con una variación del 1,9% en junio. Pero la caída es de 5,3% contra junio de 2023. El nivel de la serie se encuentra en mínimos desde 2006.
“Lo que se está observando en los últimos meses es que estos datos positivos se están expandiendo a todos los sectores, de manera muy incipiente, pero 8 de cada 10 series que incluimos en el índice coincidente tienen tasas positivas y esto es un indicador de que hay mucho de estos sectores que están tocando fondo”, resaltó Sanini.
El índice de difusión de series coincidentes, que mide el porcentaje de series que contribuyeron positivamente al indicador en los últimos seis meses, se encuentra en torno al 40%, luego de alcanzar un mínimo del 13,1% en enero. De todos modos, el estudio aclara que “las tasas interanuales alcanzaron niveles negativos sólo superados por la crisis 1998-2002 y la cuarentena por el Covid 19”, si se arranca la serie desde 1994.
Perspectivas
Las Bolsas también presentaron el Índice Compuesto Líder de Actividad Económica de Argentina (ILA-ARG), que tiene como objetivo anticipar los cambios en el ciclo económico. En este caso, reportó tres variaciones mensuales positivas consecutivas desde abril, luego de once mensuales negativas contiguas. Pero esta mejoría aminoró en junio, pasando al 0,2% desde el 0,5% de mayo.
El informe destaca que ocho de las doce series que sintetiza el indicador tuvieron desempeño positivo en el último mes, mientras que el índice de difusión de series líderes se ubicó en el 54,5% en junio, luego de tocar un mínimo de casi 20% en enero de este año. Pero las variaciones interanuales del ILA-ARG, así como también las Variaciones Anuales Suavizadas de 6 meses, todavía se encuentran en terreno negativo, “lejos de los valores críticos que permitirían corroborar un punto de giro cercano”.
En síntesis, si bien se encuentran algunas señales positivas, todavía son demasiado incipientes para afirmar que se llegó a un valle de la actividad y, con ello, el final de la recesión.
Fuente: la capital