ECONOMÍA – Empresas, en alerta: el consumo masivo se derrumbó 22% en septiembre

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Al efecto de la recesión en la demanda interna, se le sumó que la comparación interanual se realizó frente a un mes con elevado nivel de consumo

La recesión continúa impactando en la demanda interna. En ese escenario, el consumo masivo en supermercados y autoservicios independientes acentuó su caída en septiembre, al llegar al 22,3%.

Es que al efecto de la recesión se sumó que la comparación se realiza con el año pasado, cuando para esa fecha el “Plan Platita” lanzado por el entonces ministro Sergio Massa, incentivó las compras.

De todas formas, la tendencia del consumo en los primeros meses de gobierno de Javier Milei es a la baja: en los nueve meses de 2024, el consumo masivo registra una caída del 11,9%, según reveló la consultora Scentia.

Consumo masivo se desplomó en septiembre: los motivos

Los supermercados retrocedieron 21,2% y autoservicios 23,5%, según la medición de Scentia, con el atenuante de bases de comparación positivas en ambos casos.

Esta contracción en las ventas es común a todas las canastas y sin grandes diferencias entre canales. “Sabíamos que los últimos meses del año iban a ser muy desafiantes al compararse con bases altas del 2023, dado que fue un periodo influenciado por las elecciones presidenciales y las acciones impulsadas por el gobierno anterior”, explicó la consultora Scentia.

El director de la consultora, Osvaldo Del Rio, dijo que se cumplió lo esperado y el derrumbe se notará más en la parte final del año.

En el desagregado, el interior del país, como cataloga la consultora, registró caídas más profundas. Así, el consumo en supermercados cayó de forma interanual -22,9%, y en el acumulado -13,6%. Por su parte, Autoservicios independientes tuvo una baja marcada de -30,8% y un acumulado de -17,6%.

A nivel nacional, sigue protagonizando la baja la categoría “Impulsivos” (alfajores, bombones, chupetines, cigarrillos, postres, entre otros) que marcó un descenso de -37,2%. Son los primeros productos que la gente deja de comprar cuando pierde poder adquisitivo.

Le sigue “Bebidas con Alcohol” con un -30,7% y en tercer lugar se encuentra el rubro “Higiene y Cosmética” con -28,3%.

Crecen los créditos para el consumo, ¿señal de recuperación de la economía?

En un solo mes, el volumen de créditos bancarios creció en $4 billones, equivalente a unos u$s3.400 millones. En septiembre se cumplió el sexto mes consecutivo de expansión del financiamiento al sector privado. Empresas e individuos que toman préstamos, ya sea para financiar el corto plazo o bien para el consumo.

Según la estadística del Banco Central, los créditos destinados a compañías y familias crecieron nada menos que un 60% en lo que va del año. El mes pasado, la expansión fue del 7,7% por encima de la inflación.

En términos relativos, los préstamos al consumo se convirtieron en la vedette del mercado. Aumentaron 13,8% entre agosto y septiembre, descontada la inflación. Contra septiembre del año pasado ya están un 38% por arriba.

El costo de estas líneas no es barato. Y, aun así, los bancos analizan un encarecimiento en el corto plazo. El costo de los préstamos personales muestra una diferencia entre los clientes con cuentas sueldo y aquellos a quienes no les acreditan los haberes.

En el primer caso, un crédito de $1 millón tiene un costo financiero total (CFT) de 78,2% anual. En un préstamo a 18 cuotas, cada una de ellas tendrá un monto de $88.400. Son líneas a tasa fija.

En el segundo caso, un cliente sin acreditación de sus haberes, el CFT sube al 93,7%. En el caso de un crédito de $1 millón a 18 meses, cada cuota será de $94.500. Son $6.000 adicionales por mes respecto del cliente con acreditación de haberes.

Si bien son líneas que hoy en día cuestan menos que hace un año —por entonces el CFT se encontraba alrededor del 300/330% anual—, igual lucen caras respecto tanto del rendimiento de los plazos fijos (en torno al 40% anual). También en relación con la evolución esperada de los salarios.