En un contexto de tasas en niveles altísimos y en medio de una recesión que parece no haber tocado fondo, el crédito al sector privado se reduce día a día.
En abril, el stock de préstamos que bancos otorgan a empresas y familias cayó $6.143 millones y acumula un desplome de más de $61.174 millones desde octubre, cuando Guido Sandleris desde el BCRA inició un duro ajuste monetario.
Tal como estaba previsto, el plan del BCRA para calmar al dólar y contener la inflación no sólo encareció el crédito al sector privado sino que además desincentivó a que los bancos fueran agresivos en otorgar nuevas líneas.
Es que, a fuerza de tasas más que tentadoras para los banqueros, las Leliqs han canalizado gran parte de la liquidez del sistema, una operación en la que la entidad además reduce el riesgo, en un contexto de mora en aumento.
Los datos del organismo monetario revelan que los que peor sufrieron este ajuste fueron las empresas, donde el stock cayó casi 18% en términos nominales, una cifra que supera el 35% en términos reales, teniendo en cuenta que en estos siete meses la inflación fue del 26,6%.
En rigor, el stock de los adelantos en cuenta corriente y el del descuento de documentos se redujo $30.481 millones y $48.507 millones, respectivamente. Esto implica una baja del 17,8% y del 17,7% en cada caso.
En el caso del descuento de documentos, los bancos perdieron terreno frente a la operatoria en el mercado de capitales, donde las Pymes pueden descontar un cheque a una tasa de casi la mitad.El primero, que en la jerga es el acuerdo por descubierto, es la línea más utilizada por las empresas para financiar su caja diaria y la tasa acompaña fielmente el rendimiento de las Leliqs. Así, en octubre el interés de estos préstamos llegó casi el 80%, con un costo financiero total superando el 100%. Hoy que la tasa de la Leliq ronda el 73,5% anual, la de adelantos en cuenta corriente se ubica en 74,5%.
Víctimas del tipo de interés
Los números no hacen más que reflejar la queja de los industriales frente a la política de tasas altas del organismo monetario. También muestra el deterioro de la cadena de pagos, ya que no sólo se reduce el financiamiento sino que aumenta el nivel de mora.
“Luego de una leve alza en el mes de marzo que no pudo sostenerse, el financiamiento global presentó nuevamente un retroceso, debido a la suba de tasasmotivada por las restricciones monetarias impuestas por la política económica que busca desacelerar la inflación y contener la presión sobre el tipo de cambio”, sostuvo Guillermo Barbero, socio de First Capital Group en un informe.
Por su parte, agregó, en términos reales el financiamiento al sector privado continúa cayendo, “ya que cualquier índice de inflación se encuentra por encima del 50% anual”.
Barbero, socio de la firma, aseguró que “la reducción operada en esta línea tiene mayor importancia, pues hay que considerar que no solamente se reduce el capital de las operaciones. También durante el último año, se han cancelado importes de intereses realmente significativos debido a la ya mencionada alza de las tasas”.En cuanto a las líneas comerciales, el informe de First Capital Group destaca que en términos interanuales la baja fue del 16,4%, presentando la caída más profunda entre todas las líneas de crédito analizadas. “Evidencia el fuerte impacto contractivo en el financiamiento a las empresas, que resulta de la sostenida suba de tasas y de los esfuerzos que realiza el sector privado para evitar nuevos financiamientos”, sostiene el informe.
Desde el momento en que se diseñó el primer ajuste monetario –luego reforzado para tratar de calmar al dólar- en el Central sabían que implicaría una reducción delcrédito a privados. De todos modos, al defender su política, se escudan en que el stock de préstamos en relación al PBI es de menos del 15%, y esgrimen que el impacto es mínimo. Además, se escudan en el argumento de que un tipo de cambio estable es mucho más sano que las tasas altas.
En la misma línea, y a la defensa de las quejas de los industriales, el vicepresidente primero del BCRA, Gustavo Cañonero aprovechó la presentación del Informe de Política Monetaria (IPOM) para explicar que históricamente la recuperación económica es la que antecede al repunte del crédito y no al revés. De todos modos, los industriales sostienen que la política de tasas altas atrasa la recuperación y empeora la situación de las empresas.
Los bancos, cada vez más restrictivos
En este contexto, desde los propios bancos anticipan que endurecerán las condiciones para otorgar nuevos préstamos, con mayores exigencias que antes, según se desprende de la encuesta que el BCRA elabora en base a lo que responden los encargados del área crediticia de las principales entidades.
Al analizar en detalle la respuesta de las 21 entidades -que son las más representativas del mercado-, se desprende que para estos tres meses, el 76,2% seguirá siendo tan estrictas en los estándares como lo fueron el primer trimestre, mientras que el 14,3% adelanta que será moderadamente más restrictivo que en el primer período. Finalmente, el 9,5% restante dice que endurecerá las condiciones.”Para el segundo trimestre de 2019, los bancos participantes prevén una significativa restricción de los estándares crediticios asociados a empresas, que se daría con mayor intensidad en las pequeñas y medianas empresas”, detalló el organismo monetario.
Pero la situación se pone más complicada cuando a los ejecutivos le hacen la misma pregunta, pero sobre Pymes. En ese caso, el 63,2% de los bancos mantendrá los estándares tan estrictos como ahora, el 15,8% será más restrictivo y el 21,1% también, pero de manera moderada.
En las líneas destinadas a familias la situación es similar, aunque la caída en el stock no fue tan pronunciada. De hecho, hay líneas como la de personales que crecieron apenas 0,6%, pero mostrando una caída en términos reales.
“En tarjetas se cayó la compra en cuotas, porque ahora tiene interés; en préstamos personales se redujo por la tasa altísima que cobramos. Y, en el caso de los prendarios, por la recesión del país, que se refelja en las ventas de las concesionarias”, explica a iProfesional el gerente de préstamos de un banco de primera línea.
“Si bien vemos que se mantiene un leve crecimiento durante los últimos meses, el mismo no es significativo. En general, una cartera de préstamos de esta línea, tiene un crecimiento mensual más dinámico debido a las renovaciones que se van produciendo. Este pobre desempeño muestra que hay sobre todo retracción en la demanda y mucha cautela en la oferta de nuevas operaciones”, explicó Guillermo Barbero en relación a los préstamos personales.
A todo esto, y con las tasas aún en niveles elevados no hay muchos indicios que anticipen una recuperación del crédito a corto plazo. Además, el contexto electoral le aporta una dosis de incertidumbre adicional, que le da incentivo a los bancos para seguir poniendo sus pesos en el BCRA y no en el sector productivo.
Fuente: infobae.com