Si bien el stock total de crédito a privados en relación al PBI cayó al mínimo en más de 3 años, las familias argentinas están cada vez más endeudadas. Debido, en gran parte, a la fuerte pérdida de poder adquisitivo hoy el 77% de los argentinos está pagando un préstamo, y se muestra cada vez más disconforme con su banco.
En rigor, la consultora D´Alessio IROL realizó un estudio sobre el endeudamiento en el país y no sólo muestra que en un año aumentó de 68% al 77%, sino que empeoró la calificación que hacen de la conformidad con sus prestamistas.
El año pasado, el 47% de los que en ese momento estaban endeudados calificó con un puntaje alto (de 8 a 19) su nivel de conformidad con quien lo financió y hoy sólo el 24% otorgó esa puntuación. Del otro lado, en 2018 sólo el 30% calificó con un nivel bajo (de 1 a 5 puntos) de conformidad cuando en mayo último esta porción trepó al 49%.
“Encontramos una fuerte baja en la conformidad con el préstamo bancario y en el deseo de recontratarlo. La gente está mucho menos conforme”, explica Nora D’Alessio, vicepresidenta de la consultora en diálogo con iProfesional.
Además, agrega, “también se acabó la luna de miel con las tarjetas de crédito“, ya que en ese tipo de deuda también bajó el nivel de conformidad de los clientes, aunque en menor medida.
El año pasado, el 50% de los que estaban endeudados con tarjeta de créditocalificaba con el nivel más bajo de conformidad (de 1 a 5 puntos) y ahora ya el 58% tiene esa mala percepción. “Hace unos años la tarjeta era considerado lo mejor, lo maravilloso, lo divino; ahora no”, comenta D’Alessio, en referencia a esa “luna de miel” que había entre los consumidores y las tarjetas de crédito.
Volver a endeudarse
De todos modos, acota, la gente opta por seguir usándola “porque dentro de todo es lo que más pueden manejar”. En rigor, la encuesta revela que el 50% de los que están endeudados con tarjeta de crédito volverían a tomar esa deuda, cuando el año pasado el 47% sostenía que volvería a hacerlo.
Esto es distinto a lo que pasa con el resto de los préstamos, ya que ahora el 44% volvería a endeudarse cuando el año pasado, el nivel de reincidencia llegaba al 69%. Por el contrario, hoy el 43% dice que no volvería a endeudarse, casi tres veces más del 14% que en 2018 prefería no volver a tomar un préstamo.
“Los clientes cambiaron, y ahora están aprendiendo a mirar además de la cuota, el nivel de inflación y el monto final de lo que le resultaría comprar con crédito“, sostiene el informe de D’Alessio IROL en el que analiza los resultados de la encuesta.
Otro dato que revela el estudio, que analiza 1012 casos, es la preferencia por la financiación con tarjeta de crédito. En concreto, de aquellos que están pagando un préstamo, el 58% le debe a una tarjeta de crédito bancaria y un 12% a un plástico emitido por una entidad no bancaria.
“La gente prefiere usar efectivo, pero si tiene que hacer una compra más grande y no le alcanza va a ir a la tarjeta antes que a otro financiamiento”, sostiene D’Alessio, que también aporta el dato de otro estudio, que revela que el 77% prefiere el uso del cash.
Si bien el 65% siempre trata de pagar el día del vencimiento e incluso una parte de los préstamos tuvo como destino terminar con esta deuda, el 37% ya está pagando el mínimo “para quedarse más tranquilos”, revela el informe de D’Alessio IROL.
Los nuevos jugadores ganan terreno
Además, lo que se registra en la encuesta es una cantidad cada vez mayor de préstamos en entidades no bancarias, que estarían superando la incidencia de la proporción de familias que están pagando un crédito bancario.
La cantidad de familias que están endeudadas con concesionarias o terminales de autos representa el 8% del total, hay un 6% que tiene deudas con otras entidades financieras, un 7% con cadenas de comercios y un 6% con supermercados. “Lo que vemos es cómo aparece las entidades no bancarias. Empieza a aparecer toda una serie de nuevos participantes que ya están asomando”, analiza Nora D’Alessio.
Otras conclusiones que surgen como resultado de la encuesta y que tienen que ver con el endeudamiento de las familias son:
– El pago de las cuotas le insume en promedio el 27% de los ingresos familiaresaunque en una buena porción (el 38%) llega hasta el 40%.
– Algo más de la mitad desearía destinarles menos del 20% de sus ingresos al pago de las cuotas. Pero, la realidad es que solo 4 de cada 10 lo logran.
– La mitad (el 53%) supone que podrá terminar con estas deudas antes que termine 2019, y la otra mitad podrá pagarlas a lo largo de por lo menos tres años más.
La vivienda en tiempos de incertidumbre
En ese sentido, la encuesta muestra que un 49% tiene algún tipo de proyecto que implica dinero (un leve aumento respecto el 45% que tenía esos planes un mes atrás) y la mayor parte de estos están vinculados con mejorar su vivienda.Un dato que para la vicepresidenta de D’Alessio IROL hay que tener en cuenta es el nivel de incidencia de población que tiene proyectos, en especial aquellos que involucran dinero. “Eso es una medida que muy poca gente toma como indicador económico, y funciona perfectamente” para anticipar comportamientos.
“Hay que relacionarlo con el monitor de humor social y político que todos los meses hacemos con Sergio Berensztein”, sostiene D’Alessio y agrega que en el monitor de mayo entre los 5 temas que más preocupaban del país el primero era la inflación con el 92% y el segundo, la incertidumbre en la situación económica, con el 72%.
“Eso habla de mucho temor. Cuando la gente tiene temor vuelve al refugio más primitivo que tenemos los seres humanos: la casa, lo que antes era la caverna, que defendía al hombre del frío y de otras amenazas”, explica Nora D’Alessio.
El estudio de D’Alessio IROL compara los proyectos de las familias con lo que finalmente logran concretar y en ese punto surge que la compra de electrodomésticos y reparaciones para la casa son aquellos planes que menos quedan pendientes. “Es lo más cercano a la gente, lo que tiene posibilidad de comprar, y mejorar el lugar donde vive”, analiza D´’Alessio
Por el contrario, el deseo de comprar una vivienda es uno de los últimos de la lista, explicado en gran parte por la situación económica. “En eso están resignados, y más después de la experiencia UVA, están muy frustrados los que compraron con UVAS”, agrega.
Por último, el estudio revela que para conocer la oferta de créditos, la búsqueda y comparación se realiza por Internet (el 44%), un número que aumentó en este último año. Pero, para contratarlos, el 48% prefiere hacerlo con una persona en la sucursal. “La decisión de efectuar los trámites por internet no es una cuestión de edad. Los Millennials tienen una mayor predisposición (39%), pero a la hora de contratar ‘hacer los trámites por Internet’ no es un factor muy valorado”, explica el estudio.
Fuente: iprofesional.com