La eliminación del IVA a una serie de alimentos se tradujo en una leve baja de precios en góndolas o sólo compensó en parte el traslado a precios de la depreciación de la moneda.
En un contexto de precios que subieron entre 10% y 25%, mientras la quita del 21% de IVA en la mayoría de los bienes, terminó en una reducción del 17,5% en el precio final.
Fuentes del supermercadismo del interior señalaron a El Cronista que “hay muchas quejas con la rebaja del IVA”, en especial porque algunos mayoristas comenzaron a vender productos sin IVA a autoservicios y comercios de barrio, algo que no prevé la medida oficial.
Entre los supermercados, el impacto de la baja del IVA es mixto. Las grandes superficies “netean el IVA pagado y no cobrado en alimentos con los otros bienes” pero los pequeños supermercados con ventas muy concentradas en alimentos “quedan con un crédito a favor importante”, dicen en el sector.Los más perjudicados son los distribuidores que compran y venden sus productos con IVA y “están perdiendo ventas a manos de los mayoristas”, indican desde la industria de alimentos.
Desde la Secretaría de Comercio Interior afirman que están “trabajando muy fuerte en la correcta implementación de la medida de eliminación del IVA”, una normativa que podría anunciarse en la semana.
Fuente: iprofesional.com