Según datos del mercado este año se hicieron operaciones por unos $89.000 millones. En cheques con aval de sociedad de garantías se lograron tasas del 52%, unos 20 puntos menos que en los bancos.
La negociación de cheques en el mercado de capitales fue prácticamente el único canal de financiamiento que les quedó en 2019 a las pequeñas y medianas empresas tras el crecimiento a niveles estrafalarios de las tasas de interés del sistema bancario. En comparación con el año pasado, la operatoria creció el 74% en términos reales, respecto de montos operados, y el 39% en cantidad de documentos negociados.
Las tasas llegaron en promedio al último trimestre al 52,49% a plazos de 180 días para el caso del segmento más usado, que es el de cheques avalados. Los datos corresponden a la operatoria acumulada hasta la segunda semana de diciembre del Mercado Argentino de Valores (MAVSA), el mercado dedicado a instrumentos pymes. Según fuentes de la entidad, en los últimos días se llegaron a hacer operaciones con tasas anuales del 35%. Entre los bancos públicos, la tasa de interés por descuento de cheques se ubicó sobre el final del año cerca del 74% anual efectivo, lo que torna un costo financiero inviable para cualquier empresa.
Durante todo este año se negociaron cheques de pago diferido por algo más de $88.971 millones. En cambio, durante 2018 fueron $38.873 millones. La diferencia fue de un incremento del 129%, a lo cual se le debe descontar una inflación anualizada del orden del 55%.
De acuerdo con el detalle, en cheques avalados (con garantía de una Sociedad de Garantías Recíprocas) se negociaron $62.549 millones, en Garantizados por Cadena de Valor (sin garantía de SGR) $24.798 millones (60% anual por 180 días) , y en la modalidad Directo Garantizado (Aval del MAVSA) fueron $1.117 millones (66.58% por 180 días).
De acuerdo con datos del MAVSA, un punto central para lograr el crecimiento de las operaciones fue la participación directa del Estado a través del Fondo Nacional para el Desarrollo Productivo (FONDEP) que a través de fideicomisos estimuló la participación de las compañías de seguro.
“El FONDEP dinamizó y profundizó la financiación de las empresas Pymes y MiPymes. En este mismo orden, podemos mencionar la creciente participación de los Fondos Comunes de Inversión invirtiendo en cheques, obligaciones negociables, pagarés o facturas”, dice un reporte del MAVSA.
En la entidad sostienen que las perspectivas del mercado son positivas porque se necesita “volver a reconstruir el capital de trabajo de las empresas Pyme de Argentina”. “Los próximos 100 días de la gestión del presidente Alberto Fernández son fundamentales, necesitamos alcanzar paz económica, financiera y cambiaria con fuerte estímulo para las pymes y las economías regionales”, señala la entidad.
Por otro lado, este año debutaron las Facturas de Crédito Electrónicas MiPyme (FCE), un instrumento financiero ejecutivo creado por la Ley de Financiamiento Productivo. En este caso se negociaron 34 FCE en dólares por un total de u$s1.051.968,40 y otras 518 en pesos por $647,4 millones. Estas herramientas debutaron en julio. Actualmente, todos los sectores económicos están alcanzados por el uso obligatorio de las mismas cuando las operaciones superan los $100.000. Cuando una pyme le vende a una grande tiene que emitir una FCE y esta tiene a su vez un mes para rechazarla o conformarla. Si no lo hace queda aceptada de hecho. Según indicaron fuentes del Mercado a Ámbito Financiero, muchas empresas grandes están optando por cancelar las FCE con el pago de un cheque de pago diferido, en muchos casos a 180 días. De alguna de las dos formas las pymes obtienen un instrumento ejecutivo para el cobro, que pueden descontar en bancos o en los mercados.
En tanto, en el segmentos de pagarés se hicieron operaciones por en dólares u$s175,14 millones, con un incremento del 4% en montos y en pesos $1.097,1 millones con una suba en montos del 26%
Fuente: ambito.com
