En marzo, mes que comenzaron las medidas del aislamiento social, a partir de la información de la Seguridad Social se contabilizaron 105.000 trabajadores registrados menos con relación al mes anterior (en la variación desestacionalizada). Representa una caída del 0,9% en la cantidad total de personas ocupadas en la economía formal, de acuerdo al Informe del Ministerio de Trabajo.
Dicha disminución se debió a la contracción del empleo asalariado privado, que se redujo un 0,8% (48.000 trabajadores menos) y al trabajo monotributista que cayó un 2,8% (-45.000 trabajadores).
Reducción general
A su vez, en abril, de acuerdo a la información relevada por la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), la caída en el nivel de empleo asalariado en empresas privadas de más de 10 trabajadores (en los principales aglomerados del país) fue del 0,6%, lo que equivale a casi 40.000 asalariados formales menos.
En marzo, todos los sectores de la economía, con excepción de los servicios de salud y el suministro de electricidad, gas y agua, redujeron su nivel de empleo en relación a febrero.
“Las actividades limitadas a trabajar de manera remota son las que registraron las caídas más pronunciadas: Pesca (-5,3%), Construcción (-4,6%), Hoteles y restaurantes (-1,7%), Servicios sociales (-1,4%). Industria y Comercio mostraron caídas del orden del 0,4%. Los Servicios empresariales, Enseñanza e intermediación financiera, sectores donde el trabajo a distancia puede ser una alternativa, si bien registran pérdidas de empleo, fueron los sectores menos afectados”, dice el Informe de Trabajo.
Nulo nivel de contrataciones
Las pérdidas del empleo asalariado se explican por el casi nulo nivel de contrataciones de nuevo personal registrado.
“Frente al escenario impuesto por la pandemia, las empresas decidieron congelar las contrataciones habituales, de forma tal que, a pesar de observarse también una drástica contracción en el volumen de desvinculaciones, las que se encuentran en su mínimo histórico, superaron a las casi nulas incorporaciones, provocando la caída del nivel de empleo”, dice el Informe de Trabajo.
Menos desvinculaciones
Al mismo tiempo, hubo una reducción de la tasa de desvinculaciones, que se desplomó un 50% con relación al mismo mes del año anterior, fundamentalmente por la caída de las renuncias y los despidos sin causa. En marzo regía (y aún lo hace) la doble indemnización.
“El menor número de renuncias se correlaciona con la súbita paralización de las contrataciones de personal, ya que una parte relevante de las renuncias se producen habitualmente porque los trabajadores deciden mejorar sus condiciones laborales cambiando de empleo. En cambio, la contracción del volumen de despidos se debe a la vigencia, en abril, del Decreto PEN Nº329/2020 que dispuso la prohibición de los despidos sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor”, explica el Informe laboral.