ECONOMÍA – Un negocio que facturaba millones en Argentina se derrumbó a niveles inéditos

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Empresarios alertaron que el consumo de este producto cayó 40 por ciento y que la facturación se derrumbó un 90 por ciento por la pandemia.

Hay un negocio que se derrumbó como consecuencia de la pandemia: el consumo de café en la Argentina cayó 40% en lo que va del año como consecuencia de la pandemia de coronavirus, en tanto que la facturación de la industria del sector se derrumbó hasta el 90%.

“La aparición de la pandemia ha golpeado en la industria de manera significativa con un alto impacto en caída de ventas, dado que la mayoría de los tostaderos, todas empresas pymes, son proveedores del sector gastronómico y hotelero, y desde marzo están prácticamente sin poder facturar”, explicó a Télam la gerente de la Cámara Argentina de Café, Mónica Dumas.

En ese sentido, precisó que “la facturación cayó drásticamente en un 90%, ya que la entrega a domicilio y la compra para llevar solo alcanza al 10% de las ventas de estas empresas”.

Asimismo, puntualizó que “en aquellas provincias que fueron teniendo apertura de su gastronomía, las ventas alcanzan solo al 30% de la facturación”.

“Hay una gran incertidumbre en cuanto a la proyección del canal de hoteles, restaurantes y bares, y sobre todo una gran preocupación por la reactivación del turismo y los meses que vienen, ya que no se están logrando cubrir los costos fijos actuales y devengados desde marzo a la fecha, más allá de la ayuda del Gobierno para sueldos”, afirmó Dumas.

Por su parte, Martín Cabrales, dueño de la marca de café que lleva su apellido, aseguró a esta agencia que “el consumo cayó en un 40%”, y detalló que “en el hogar aumentó un 10%, pero no compensa la caída de afuera”.


El invierno suele ser la temporada de alto consumo de café en bares, con una suba de un 20%.

Explicó que en la Argentina “el consumo es de un kilo anual por habitante, lo que da unos 45 millones al año”, y precisó que “el 40% se toma fuera del hogar, pero se paga hasta cuatro veces más que la taza preparada en casa”.

Además, remarcó que “el consumo de café crece con la estacionalidad, con el frío, de un 15% a un 20%”, por lo cual subrayó que “ésta sería justamente la mejor época y estamos a media máquina”.

Puntualizó que “cada kilo de café rinde 120 pocillos de los que se consumen fuera del hogar”, con lo cual destacó que “la caída del consumo se traduce en que en estos cuatro meses, se dejaron de tomar unos 720 millones de pocillos”.

En el caso de la industria, Cabrales señaló que “en el primer decreto del aislamiento, el café fue declarado esencial, como alimentos y bebidas”, y afirmó que “se pudo seguir trabajando y abasteciendo al mercado, con un 50% de la capacidad instalada y un 70% de la dotación de personal”.

“Pero una parte del canal no existe, que es el de distribución en bares, restaurantes, hoteles, shoppings, eventos públicos”, indicó el empresario a la agencia Télam, quien añadió que “las marcas de supermercados siguen, pero los tostaderos que atienden a bares, lo único que hacen es venta por internet o al mostrador si tienen local”.

En tanto, la directora del Negocio de Café de Nestlé, Valeria Pardal, indicó a Télam que “tras un cuatrimestre de pandemia, hubo migración del consumo de fuera hacia dentro al hogar, cuyas tazas crecieron 5,4% anual en el semestre y 9,1% solamente en junio”.

De todos modos, destacó que “la taza del hogar es más económica que la de fuera”, por lo cual remarcó que “eso a la industria le genera una pérdida de la facturación”.

Precisó que “una taza en un bar hasta cuatro veces más que una en casa”, y subrayó que “habría que cuadruplicar el consumo para compensar la caída fuera del hogar”.

Por su lado, la gerenta de Marketing de Café Martínez, Lucila Cabello, precisó a esta agencia que “a valores de hoy en algunas sucursales llegan al 25% o 30% de la facturación, pero hay sectores como el microcentro en el cual la situación es muy grave, porque no hay gente circulando en la zona”.

Puntualizó que la marca tiene “180 sucursales, de las cuales 30 están en el microcentro en situación crítica, con un facturación que no llega al 10%, y otras 20 están cerradas”.

“Estamos trabajando con turnos rotativos y seguimos adelante también gracias a las distintas iniciativas que se han desarrollado. Estimamos que tendremos una recuperación que recién se comenzará a ver dentro de los próximos dos meses y vamos a requerir del apoyo de distintas medidas gubernamentales para salir adelante”, afirmó Cabello.


En la Argentina se dejaron de tomar 720 pocillos de café por la pandemia

Las empresas de café se reconvierten
En un contexto en el que bares y restaurantes están en grave crisis, empresas productoras de café y cadenas de cafeterías comenzaron a trabajar en la reconversión de los modos de comercialización y también en nuevos productos similares a los que se pueden consumir fuera de casa, para empujar la reactivación del sector, aún en plena pandemia de coronavirus.

“Estamos transitando una nueva realidad. La experiencia que se viene, acelerada ahora por la pandemia, es la de un consumidor que buscará resolver sus transacciones de forma en línea, aunque viva la experiencia de consumo en una tienda física”, explicó a Télam la gerente de Marketing de Café Martínez, Lucila Cabello.

Consideró que “poder realizar una compra desde casa, pagando desde el celular para retirar en la tienda o que te lo envíen a domicilio, es una realidad en Café Martínez con el lanzamiento de nuestra aplicación”.

“La pandemia no modificó nuestra estrategia, pero le dio relevancia a la experiencia de consumo de bajo contacto. El cliente valorará y le dará preferencia a resolver desde su celular una experiencia completa de compra”, afirmó Cabello.

Destacó que “en 2019 habíamos lanzado un nuevo formato de tienda de bajo costo, llamado Café Martínez a la Barra y un modelo tecnológico llamado Smart Service, con muy baja inversión en comparación con locales tradicionales”, y subrayó que “a pesar de la pandemia, en estos meses se abrieron cuatro tiendas en el país, y habrá otras quince aperturas de acá a fin de año”.

Por su parte, la directora del Negocio de Café de Nestlé, Valeria Pardal, explicó que “el consumidor en cuarentena busca replicar en casa la experiencia de fuera del hogar, en calidad, en espuma, en la receta, como un capuchino o un late vainilla, que son fáciles de replicar”.

“El consumidor está tratando de ser el barista en casa. Por eso la apuntamos a la ‘premiunización’ del consumidor. Estos productos performan muy bien a pesar de la cuarentena”, afirmó Pardal, quien señalo que “el consumidor es consciente que parte del dinero que destinaba fuera del hogar ahora está adentro y entonces busca nuevos estilos de consumos”.

En ese sentido, destacó que “uno de los canales que más creció fue el de comercio electrónico, que se triplicó durante la cuarentena”, por lo cual desde la empresa se comenzó a trabajar para ofrecer “muchos servicios apuntados a una mejor experiencia en casa y que eso sea sostenible pospandemia”.

“Hay un oportunidad de seguir trabajando pos cuarentena. Este hábito llegó para quedarse. Trabajamos en el consumo premium en el hogar para que el consumidor lo incorpore definitivamente”, sostuvo el ejecutivo.

Fuente: iprofesional.com