Dadas sus características intrínsecas, el agro, el sector energético y la construcción perfilan como los grandes candidatos a mostrar mejores niveles de recuperación, destacó la consultora Analytica. Pero necesitan una serie de medidas para lograr una sólida reactivación
El sector agropecuario, el energético y el de la construcción podrían ser los de una mayor y más rápida recuperación una vez que la cuarentena por el coronavirus termine de levantarse y la actividad económica se normalice, proyectó un informe de la consultora Analytica.
A partir de los requerimientos macroeconómicos que exige la recuperación, el estudio plantea que estos sectores podrían vehiculizar la entrada de divisas, la recomposición de la productividad y el aporte de “orden social”, tres vectores clave de la economía después del confinamiento.
En principio, Analytica subraya que el agro aporta una gran cantidad de divisas a raíz del enorme volumen de las exportaciones, equivalentes a más de 5% del PBI, que contribuyen al funcionamiento de la industria, que demanda moneda extranjera para la importación de insumos, destaca el estudio.
“Es obvio que no hay desarrollo posible sin divisas suficientes. Mientras el agro aporta dólares, la industria contribuye con puestos de trabajo, salarios por encima del promedio y una calidad aceptable del empleo, lo que se evidencia al observar la participación en los puestos totales (13,6%), el salario relativo (1,4 veces el promedio)”, señaló.
El informe plantea que el sector energético, al mostrar un nivel de salarios cuatro veces superior al de la media de la economía, evidencia una mayor productividad relativa que lo ayudará a despegar cuando sea el momento de la reapertura de actividades.
“Los mejores salarios se pagan en aquellos sectores en los cuales se produce más por cada trabajador, simplemente porque ‘hay más para repartir’. En esta métrica se destaca el sector energético, con casi cuatro veces el salario medio de la economía. A su vez, este sector es clave para evitar ‘cuellos de botella’ ya que produce insumos difundidos, especialmente de la industria, que resulta el principal empleador de la economía argentina”, señaló.
Por otro lado, la consultora vincula la capacidad de creación de empleo con la “paz social” que se ve amenazada ante la destrucción de puestos de trabajo en el sector privado y eleva el nivel de conflictividad en las calles. En ese sentido, el análisis destaca el casi 9% que aporta el rubro de la construcción, con menores costos que otros sectores como el de la industria.
Dado que la crisis afecta a los sectores de ingresos más bajos, Analytica apunta que uno de los actores que debería tener un rol preponderante en los próximos meses es el de la construcción. “No afecta el equilibrio macro porque no demanda divisas y contribuye a la paz social porque aporta trabajo en los sectores más vulnerables”, sostuvo.
Pero la recuperación no será automática, dado que estos sectores necesitarán medidas del Gobierno que apuntalen su crecimiento:
- El agro demanda una reducción de la carga tributaria, para lo que es requisito un nuevo presupuesto. Se trata de un asunto complejo dado que la pospandemia dejará un déficit fiscal primario de 8% del PBI.
- El sector energético requiere inversiones de gran escala, que no pueden generarse en el mercado local, por lo que se necesita inversión extranjera directa. “Con la elevada volatilidad real y nominal observada en los últimos años, las tasas de retorno exigidas resultan prohibitivas, dejando fuera de mercado a gran parte de los proyectos en danza”, señaló el informe.
- En tanto, la reactivación en la construcción será posible solo con créditos, que dependen de la profundidad del sistema financiero y de la estabilidad nominal, y estímulos fiscales para la oferta y la demanda. En un contexto complejo para la obra pública (dada la estrechez fiscal), el mayor margen de maniobra aparece en la obra privada.
Sobre este último sector, Analytica remarcó que la recuperación vendrá más por el lado de la obra privada que de la pública, debido al estrecho margen fiscal.
“Hay que recuperar la dinámica de los proyectos afectados por la cuarentena, inyectando liquidez a constructores y compradores. Líneas blandas de los bancos, al estilo de las implementadas para pymes, y la participación del ANSeS serían el primer paso para empezar a reconstruir un sistema de crédito hipotecario que viabilice los próximos años”, detalló y propuso estímulos fiscales en Ganancias y Bienes Personales.
Fuente: cronista.com