Encuesta dice que 8 de cada 10 toman deudas no bancarias por baja del consumo.
La pandemia no terminó y las consecuencias de la crisis se siguen multiplicando. Uno de los desafíos que se deberá plantear de cara a la recuperación es el saneamiento de las cuentas del sector privado, que está atravesando un alza en los costos junto con una caída de las ventas y por consiguiente de la tasa de rentabilidad. Este combo está haciendo crecer aceleradamente las deudas. Según una encuesta de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires (CEPBA) el 70% de las empresas registró un incremento de los pasivos y casi 8 de cada 10 se endeudaron por fuera del sistema bancario.
Impuestos, servicios, alquileres y proveedores de materias primas, son algunas de las moras más señaladas por los titulares de las empresas en el reciente trabajo al que pudo acceder Ámbito. “Esta situación proviene de haber sostenido costos en momentos donde la venta fue cero, por eso a pesar de haber recibido ayuda por parte del Estado, las deudas se fueron acumulando”, dijo Guillermo Siro, titular de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires. A su vez, señaló que “los bancos achicaron el volumen de los créditos, revaluaron carpetas y bajaron el nivel prácticamente hasta solo prestar el descubierto, por eso el pasivo se vuelca sobre todo en el sector no bancario”.
En esta línea, el último relevamiento que realizó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), arrojó que el 59,4% de las firmas encuestadas tuvo que tomar nuevos créditos para poder sostenerse y lo hizo por un monto equivalente al 30% de lo facturado durante todo el año 2019. Nuevamente, la opción más seleccionada fue la de créditos no bancarios, con un 47,6% de los encuestados; luego un 46,3% lo hizo con empréstitos a tasa preferencial y solo un 10,7% con créditos a tasa de mercado.
Del mismo relevamiento surge que casi la mitad de las empresas asegura que no podrá pagar las deudas en el plazo estipulado y un 62% estima que le costará alrededor de un año poder saldar los pasivos contraídos durante la pandemia.
Del relevamiento hecho por CEPBA, también surge que crecieron las deudas comerciales, generando problemas dentro de las cadenas de valor y acortando los tiempos de pagos. “Se han acortado los plazos de cobro, nuestros proveedores nos están pidiendo hasta pagos por adelantados para fijar los precios de los insumos”, dijo a Ámbito el empresario textil Mauro González, que además preside el Centro Estratégico para el Crecimiento y el Desarrollo Argentino.
Desde CAME detallaron que el 60% de las empresas posee deudas con sus proveedores y que el 42,8% tiene retrasos en el alquiler. Además, remarcaron que el 70% de los encuestados registran deudas impositivas con el fisco a nivel nacional, provincial o municipal. Al replicar todo el análisis surge que, a excepción del pago de salarios, en el resto de las variables el porcentaje de empresas que acumuló pasivos supera el 50% en todas las regiones del país.
Los efectos de la crisis no se perciben solo en las empresas. Datos del Centro de Economía Regional y Experimental, aportan que nueve de cada diez familias en Argentina posee deudas no bancarias y que el endeudamiento creció más del 50% en los últimos doce meses. De ese relevamiento también surge que la mayor parte de los encuestados cree que no podrá hacer frente a sus pasivos.
En el Gobierno tienen en claro que esta situación puede generar problemas en el sector privado, por eso lanzaron distintas líneas con tasas financiadas. El desafío será oxigenar las cuentas de las empresas, pero también de las personas, para poder reanimar al mismo tiempo tanto la oferta como la demanda.
Fuente: ambito.com