ECONOMÍA – En medio de los aumentos en los alimentos, en enero la brecha entre el precio que recibe el productor y el que paga el consumidor creció 17,7%

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La diferencia entre una punta y otra en la cadena es de 5,51 veces. En promedio, los precios al consumidor subieron a una tasa cuatro veces superior a los precios al productor, según un relevamiento de de CAME. El producto de mayor brecha fue la manzana roja y el menor el pollo.

La participación del productor en el precio final disminuyó 8,2%, de 26,7% en diciembre a 24,5% en enero.

En enero creció la brecha entre el precio que reciben los productores y el que termina pagando el consumidor en las góndolas. De acuerdo a un informe de la Confederación de la Mediana Empresa Argentina (CAME), esa diferencia de valores para el promedio de los 24 principales productos agropecuarios que participan de los artículos de primera necesidad escaló 17,7% en enero y fue de 5,51 veces.

En promedio, los precios al consumidor subieron 12,7% en el mes y al productor aumentaron 3,3%, según relevó CAME. Los productos con la brecha de precio entre el origen y el punto de venta al público fue la manzana roja (15,8 veces), mientras que en el otro extremo estuvo el pollo, con 2,38 veces.

“La participación del productor en los precios de venta volvió a deteriorarse: promedió el 24,5%. La brecha de precios entre lo que pagó el consumidor y lo que recibió el productor por los productos agropecuarios en el campo tuvo su segunda suba mensual consecutiva en enero al ubicarse 17,7% por encima de diciembre”, continuó CAME.

La participación del productor en el precio final disminuyó 8,2%, de 26,7% en diciembre a 24,5% en enero.

La variación fue impulsada porque, en promedio, los precios al consumidor de los productos relevados subieron por encima de los precios al productor (12,7% vs. 3,3%). Los agroalimentos con mayor aumento mensual en sus brechas fueron: calabaza, con un alza de 218%, frutilla (+75,1%), papa (+73,2%) y limón (+46,9%). Las bajas en las brechas de otros productos, como el repollo (-29,8%), la berenjena (-19,6%) o los huevos (-16,2%), no alcanzaron a compensar los aumentos.

Los datos surgen del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) que elabora el sector de Economías Regionales de CAME en base a los precios de origen de las principales zonas de producción y a más de 700 precios de cada producto en destino, relevados no sólo en verdulerías y mercados por un equipo de 30 encuestadores, sino también mediante un monitoreo de los precios online de los principales hipermercados del país, durante la segunda quincena del mes.

CAME, en tanto, también realiza mediciones divididas por tipo de bien. En ese senido, el IPOD frutihortícola creció 21,5% en el mes y la brecha para esos productos promedió en 6,1 veces (había sido de 5 veces en diciembre). Por su parte, el ganadero descendió 3,4%, con una brecha promedio de 3,3 veces (3,4 veces en diciembre). La brecha de enero del IPOD ganadero resultó 45,8% más baja que la del IPOD frutihortícola (en diciembre había sido 32% menor).

Por último, la participación del productor en el precio final disminuyó 8,2%, de 26,7% en diciembre a 24,5% en enero.

Los productos con la brecha de precio entre el origen y el punto de venta al público fue la manzana roja (15,8 veces), mientras que en el otro extremo estuvo el pollo, con 2,38 veces. (Foto: REUTERS/Agustin Marcarian)

Tal como publicó Infobae, tras las declaraciones del presidente Alberto Fernández, que apuntó a los “formadores de precios“ como causantes de la inflación, el sector salió a defenderse y argumentaron que el peso de los insumos que proveen los productores en el precio final de los productos que llegan al consumidor.

El responsable del Departamento de Economía de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Matías Lestani, aseguró a este medio que “los productores no son formadores de precios, sino tomadores. Si bien es cierto que la cadena comienza con el productor, el flujo monetario en una cadena es inverso, o sea, empieza en el consumidor final y va desandando cada escalón hasta que llega al productor”.

Asimismo, Lestani afirmó que el aumento de los precios en los alimentos “nada tiene que ver el acople de precios”, ya que países agroexportadores como Argentina, como por ejemplo Brasil, pero también Paraguay o Uruguay “el valor de las exportaciones no les influye los precios internos y es ahí donde entra la inflación: estos son países que tuvieron en 2020 inflación de un dígito. Argentina tuvo un 36,1%. Entonces, acá hay dos componentes importantes en los precios: el primero es la inflación y el segundo son los impuestos. El 41% de lo que un consumidor carga en un changuito de supermercado son impuestos”.

Los productos con la brecha de precio entre el origen y el punto de venta al público fue la manzana roja (15,8 veces), mientras que en el otro extremo estuvo el pollo, con 2,38 veces.

Por su parte, para el economista jefe de de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), David Miazzo, no existe la posibilidad de que haya una formación de precios desde el sector ya que no solo no establece el valor de su producción, sino que al haber tantos productores se hace imposible que se pongan de acuerdo y establezcan un valor conjunto para reclamar un precio.

“Para que alguien sea formador de precios, que tenga la capacidad de fijarlos, tiene que tener poder de mercado. O sea, tiene que tener una parte importante de este para poder regir el precio de tal bien. En el caso del campo es todo lo contrario a un formador, porque hay miles de productores agrícolas y ganaderos y, en este sentido, cada uno produce partes ínfimas de la producción total. Es por ese motivo que no tiene ningún poder para decir quiero por mi tonelada de trigo y de carne determinada cantidad de dinero”, explicó Miazzo.

Fuente: ambito.com