ECONOMÍA – El Banco Mundial se mete en la discusión con el FMI: qué dice sobre el estímulo fiscal y cuánto crecerá Argentina

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El Banco Mundial advierte sobre riesgos globales que impactarán más en emergentes: inflación, deuda, crecimiento. La región pierde terreno. El impacto de Brasil, la variante Ómicron y la sequía.

El Banco Mundial advirtió sobre nuevos riesgos globales que pueden impactar más en los países emergentes y anticipó que para la Argentina se prevé un crecimiento del 2,6% este año que marca una desaceleración contra el 10% de suba del PBI que estima para el cierre de 2021.

Esa pauta de crecimiento mantiene su estimación anterior para 2022, mientras que revisó al alza la proyección de 2021, que antes marcaba 7,5%. 

El análisis del BM da en la tecla sobre la discusión que enfrentan el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el espacio fiscal y el efecto en la actividad. “En Argentina el crecimiento se desacelerará al 2,6% en 2022 a medida que el consumo privado se atenúe como consecuencia de la reducción del estímulo fiscal y la inversión disminuya, aunque el continuo impacto del fuerte crecimiento de 2021 dio lugar a una mejora del pronóstico para 2022″.

El ministro de Economía Martín Guzmán planteó estirar la meta de déficit cero hasta el 2027 porque reclama margen fiscal para seguir creciendo y el Fondo Monetario espera una reducción más fuerte del déficit, acompañado con una baja de la emisión monetaria y una reducción de la brecha cambiaria. 

A nivel global, el Banco Mundial señala que la economía enfrenta una desaceleración generada por la nueva ola de contagios, la suba de la inflación y la política de endurecimiento de tasas y el aumento de la deuda, en línea con la advertencia del FMI. Ese impacto puede ser mayor para emergentes. El PBI global pasará del 5,5% en 2021 al 4,1% en 2022 y desacelerará a 3,2% en 2023.  

AMÉRICA LATINA PIERDE TERRENO

El impacto en la región llevará al crecimiento regional a bajar al 2,6 % en 2022 y el 2,7 % en 2023, “a medida que se endurezca la política fiscal y monetaria“, indica sobre las subas de tasas para contener un aumento de la inflación que se expande por América latina. A eso se suma “la demora en las mejoras en las condiciones del mercado laboral”, en medio de condiciones externas menos favorables.

“El proceso de recuperación hacia los niveles de PBI anteriores a la pandemia será desigual en la región y prolongado en algunos países”, sostiene el organismo.  América Latina y el Caribe perderá terreno en el ingreso per cápita no sólo en relación con las economías avanzadas, sino también con las de Asia oriental y el Pacífico y las de Europa y Asia central.

 El informe Perspectivas económicas mundiales remarca que la inflación se ha incrementado en toda la región, y en la mayoría de los casos ha superado las metas establecidas por los bancos centrales. Este aumento se atribuye a la consolidación de la demanda asociada con la reapertura económica, al incremento de los precios de los alimentos y la energía, a las interrupciones en la producción de electricidad relacionadas con el clima y, “en algunos países, a la depreciación de la moneda y los fuertes incrementos en la masa monetaria”.  

FUERTE DESACELERACIÓN EN BRASIL

Se proyecta que la economía de Brasil se desacelerará hasta llegar al 1,4 % en 2022. Entre las causas, el organismo financiero multilateral destaca la limitada confianza de los inversionistas, la erosión del poder adquisitivo derivada de la alta inflación, el endurecimiento de la política macroeconómica, la desaceleración de la demanda de China y la caída de los precios del mineral de hierro, para luego repuntar al 2,7 % en 2023. 

 

El crecimiento de México disminuirá hasta el 3% en 2022 y el 2,2 % en 2023. Se espera que los cuellos de botella de las cadenas de suministro persistan durante la primera mitad de 2022, mientras que la demanda externa se verá limitada por la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos, y la política macroeconómica se endurecerá. Los fuertes rebotes de Chile, Colombia y Perú se debilitarán este año y en 2023.

EFECTO ÓMICRON Y SEQUÍA

La durabilidad de la recuperación económica en América Latina y el Caribe, como en otros lugares, depende de que se controle la pandemiae vacunación. . Los brotes de COVID-19, incluidos los ocasionados por nuevas variantes del virus, siguen constituyendo un riesgo a la baja incluso en países con altas tasas de vacunación. 

Las perturbaciones económicas relacionadas con eventos meteorológicos extremos, en parte vinculados al cambio climático, y otros desastres naturales representan un riesgo significativo no solo para las perspectivas de crecimiento regional, sino también para la integridad y los medios de subsistencia de las personas que viven en la región.

Varios países, incluidos Brasil, Chile y Paraguay, están sufriendo la peor sequía en décadas, lo que hace necesario utilizar combustibles fósiles más costosos para producir la electricidad habitualmente generada a partir de la energía hidroeléctrica.

Fuente: cronista