La suba presionará sobre varios puntos del acuerdo que la Argentina se comprometió a cumplir, como la reducción de los subsidios a la energía y del déficit fiscal.
El panorama para los precios internacionales de la energía, como el gas natural licuado (GNL) que se importa o el crudo de referencia para el mercado local, viene con una fuerte suba desde el comienzo de la guerra en Ucrania y en los días posteriores al anuncio del acuerdo entre el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno argentino.
Esta disparada de precios presionará sobre varios puntos del acuerdo que la Argentina se comprometió a cumplir, como la reducción de los subsidios a la energía y del déficit fiscal. Los precios que más afectan al mercado argentino son el gas natural licuado (GNL), que se importa para cubrir la mayor demanda de gas en los meses de invierno, y el petróleo Brent, referencia para los precios de los combustibles.
La Argentina exporta crudo, pero al mismo tiempo la suba en los precios internacionales presiona sobre los precios locales de los combustibles que se pueden trasladar a los surtidores. “El impacto puede ser muy alto. Hoy en el TTF (el mercado de referencia para el GNL en Europa) la entrega a abril llegó a cotizar 345 euros por MWh, cerca de USD 110 por millón de BTU. Luego, bajó a 260 euros por MWh, unos USD 84 por millón de BTU. Con solo un buque licitado, resulta extremadamente complejo el invierno. Con precios de USD 25 por millón de BTU el costo puede ser de USD 3.900 millones, 3,5 veces los niveles de 2021″, señaló Luciano Codeseira, director para la Argentina de la consultora Gas Energy Latin America.
Este invierno se va a requerir de la importación de unos 69 buques de GNL, 13 más que el año pasado, de acuerdo a fuentes cercanas a la operación. El año pasado, de acuerdo a la información publicada por la empresa Ieasa (la ex Enarsa), se importaron 56 buques —a través de cinco licitaciones— por un total de USD 1.096 millones a través de los puertos de Escobar y Bahía Blanca y con un precio promedio de USD 8,33 por MMBTU.
“Lo que nos queda como política energética para evitar un ajuste por cantidad es rezar que llueva y que tengamos un invierno templado. Respecto al acuerdo con el FMI, en una mirada integral no se trata solo de un shock de precios de crudo y gas, sino de una amplia variedad de commodities, la mayoría exportables de la Argentina, tasas de interés, con una baja en la actividad económica y comercio global e inflación. Todo eso en un mundo con una crisis sanitaria y climática, y cargando con nueva deuda para atender todas estas nuevas necesidades en estos años”, agregó.
Este lunes, el precio del barril de petróleo Brent subió un 9% y llegó a negociarse a más de USD 139, su valor más alto desde 2008. El precio récord se dio frente a la posibilidad de que Estados Unidos y sus aliados europeos están contemplando prohibir las importaciones de crudo de Rusia. Luego, el precio del barril Brent retrocedió y se ubicó más cerca de los USD 120, pero aún por encima del valor de cierre del viernes pasado.
El punto 11 del preacuerdo con el FMI menciona el contexto global y la incertidumbre en la que se lleva adelante el acuerdo, lo cual permite ajustes en los compromisos, advirtió el especialista.
Esos posibles riesgos que se mencionan en el acuerdo son: una reintensificación de la pandemia; las tensiones geopolíticas derivadas de la guerra en Ucrania que aumentaron “significativamente” la incertidumbre alrededor del escenario base planteado por el Gobierno, especialmente para los subsidios de energía; una caída en el crecimiento de los socios comerciales de la Argentina y un deterioro de los términos de intercambio por los precios mundiales de los productos agrícolas y los precios internacionales de la energía.
“Una pregunta a hacernos es quién carga con los nuevos costos y beneficios del salto de los precios en general, y si esto tiende a generalizar los costos y concentrar los beneficios. El GNL afecta por doble vía, tarifas y subsidios y dólares. En el caso del crudo es un balance, para la macro entran más dólares pero genera tensiones inflacionarias”, aseguró Codeseira.
Para Julián Rojo, las subas también podrían tener impacto en el precio del gas que se importa desde Bolivia. El Gobierno argentino está renegociando en estos momentos, esos contratos y el país vecino tiene incentivos a cobrar más.
La suba de precios de commodities agrícolas tras el comienzo de la invasión rusa a Ucrania podría implicar casi USD 1.400 millones adicionales de exportaciones vinculadas a los cultivos de la cosecha gruesa y sus derivados, según un informe de la consultora Equilibra. Y escalaría a USD 2.000 si se suman cultivos, como el maní o la avena, también beneficiados por aumentos en los precios.
Sin embargo, el encarecimiento de las importaciones de gas es una mala noticia para el frente externo y fiscal. “La suba de precios de la última semana implicaría un aumento de casi USD 3.000 millones en la importaciones de GNL”, estimaron desde la consultora.
“El déficit energético, que a principio de año estimábamos en USD 3.600 millones para 2022, podría superar USD 6.000 millones si los precios siguen en niveles actuales y no se limita la demanda de los grandes usuarios en invierno”, detallaron.
Fuente: ieconomico