Los datos no son alentadores si se tiene en cuenta que la pobreza en el sector trabajador se duplicó en una década.
La desocupación bajó a un 7%, dicen los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Dicho dato aparenta ser alentador si no estuviesen a la vista también los datos de la pobreza arrojados por el mismo organismo reflejando un 37,3% para el segundo semestre del 2021. Más aún si tenemos en cuenta que la pobreza se duplicó penetrando al núcleo de la clase trabajadora; en 2011 un 12,7% de las personas con trabajo, eran pobres, y en 2021 ese porcentaje llegó al 28,2%, según el informe del Observatorio de Deuda Social Argentina (ODSA).
Economistas expresan su postura sobre las causantes de dicho fenómeno vinculadas al desplome del empleo y el salario. Javier Lindenboim, economista especialista laboral, expresó que en el gobierno de Mauricio Macri hubo una pérdida anual de 10 mil puestos de trabajo y en el primer bienio de Alberto Fernández esa cifra fue superior, alcanzando 50 mil empleos menos por año.
En cuanto a los ingresos salariales aseguró que hubo un deterioro y los que más perdieron, en el último sexenio, fueron los precarios (no registrados) a los que le siguieron los empleados públicos y luego, con menor perjuicio, los registrados.
“El último dato disponible, enero de 2022, respecto de diciembre de 2015 pierde casi el 34%. Para homogeneizar tomamos diciembre de 2015 y 2021. Así, la caída se reduce al 14%. Ha habido estancamiento del empleo de calidad y pérdida de los ingresos a niveles similares al promedio de 2008-2010”, agregó en su columna para un medio nacional.
A su vez; Damián Di Pace, analista económico e investigador, argumenta que el dato del 7% de desocupación es el dato más precario y peligroso que tiene argentina y explica que, si se toman los últimos 10 años, el salario a la salida privada cayó 1,5%.
“Estamos ante un escenario de precariedad laboral y de caída del empleo registrado. El crecimiento de los monotributistas de bases de alícuotas para los impuestos y bases de mínimos imponibles recontra desactualizados; y los que están empleados son de muy baja calidad”, afirmó el economista.
“Por otra parte, el autónomo, que es el emprendedor, cayó 8,7%. Tenemos menos autónomos en nuestro país básicamente porque están regodeados de impuestos, 35% de ganancia tienen que facturar con 21% de IVA y 3% de Ingresos Brutos. Además, no se subieron las bases de los mínimos no imponible, por lo cual, un autónomo con 63 mil pesos paga ganancias, una locura”, finaliza Di Pace.
Según Marcelo Ramal, economista y docente de la UBA, aclara que a las estadísticas de desocupación hay que verlas bajo el prisma de la creciente precarización laboral, no solo en la Argentina, sino también del mundo entero.
“Las personas que ya han renunciado a un empleo formal, ahora se declaran ocupadas, simplemente porque a lo mejor hacen changas o llevan adelante tareas de una enorme informalidad. Hay una camada muy grande de trabajadores de aplicaciones de reparto, como Uber, que llevan adelante tareas que formalmente implican una ocupación, pero refleja una consolidación del subempleo y esto ha sido profundizado por la pandemia”, explica Ramal.
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