El Gobierno fijó este viernes un nuevo piso del impuesto, pero volvió a dejar por fuera a los autónomos, quienes sufren desigualdad frente a los asalariados y monotributistas.
El Gobierno de Alberto Fernández aprobó las modificaciones al mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias a los salarios de los trabajadores en relación de dependencia. El nuevo piso quedó establecido en $280.792, lo que deja eximidos de esta obligación a más de un millón de trabajadores.
Sin embargo, también quedaron eximidos del anuncio los trabajadores autónomos que, están obligados a pagar el tributo, aunque estén cerca de la línea de la pobreza. Un informe que vio la luz en marzo de la Consultora Focus Market ya advertía sobre la difícil situación de esta clase de trabajadores que sufre inequidad tributaria frente a los asalariados y monotributistas.
“Tanto diputados, oficialismo y de la oposición, prometieron luego de las aperturas de las sesiones del Congreso de la Nación en marzo de 2021 que actualizarían la escala del pago de impuesto para los trabajadores autónomos. Nada han realizado y ya pasó un año”, reza el informe.
“Luego insistieron con esa misma promesa en campaña para las elecciones legislativas nacionales. Los autónomos son pobres y a riesgo con esta carga impositiva. En la apertura del Congreso de este año, el presidente ni siquiera mencionó la situación del límite de pobreza por el que atraviesa este régimen impositivo para el pago de Ganancias”, señaló entonces Damián Di Pace, director de Focus Market.
Un ejemplo
Un trabajador autónomo que cobró por honorarios profesionales $74.000 mensuales (diferencia de entre los honorarios y gastos). Este valor es llamado el “Resultado impositivo”, del cual, después de deducciones, se determinará el impuesto anual. En el caso de que este profesional sostenga a una familia tipo, según el último dato de Indec, la Canasta Básica Total (CBT) es de $83.807. Este trabajador autónomo no cubre las necesidades básicas y está 13% por debajo de ese umbral ($9.807 por debajo de la línea de la pobreza).
En el caso de un autónomo que gana mensualmente $300.000 por mes ($3.600.000 al año), tributará por la ganancia adicional al año un impuesto por $779.686,42, mientras que una persona física en relación de dependencia con un sueldo anual de $3.600.000 (incluyendo aguinaldo) tributará $315.000, sostiene Focus Market.
“Este es otro claro ejemplo como el tratamiento impositivo no es solo distorsivo porque no siempre los mayores ingresos reflejan ganancias en términos reales, sino que el tratamiento diferenciado para los aportantes incentiva a la informalidad”, señaló el informe.
Sobre esto, Adriana Piano, de SMS Buenos Aires, opinó que “la reforma del piso de Ganancias no es sustancial, sino que es un parche. Celebramos que se ajuste porque era necesario, pero sin duda, no es la solución al problema”, comentó en diálogo con PERFIL.
“En general, el ajuste que se está haciendo es para tratar de correr atrás a la inflación, es lo que va a seguir pasando y es inevitable. Es muy difícil en una economía de inflación constante decir cuál debería ser el piso (del impuesto). Naturalmente, tendría que ser más alto, entre más alto, mejor, porque lo que se está tratando de buscar es que no se paguen impuestos por aquellas rentas que en definitiva son rentas que se usan todas para el consumo”, agregó.
¿El piso se quedará corto en los próximos meses?
Lamentable tenemos un esquema de Impuesto a las Ganancias muy emparchado. Por eso está bien que aumente el piso y seguramente tendrán que volver a hacer un ajuste en algún momento del año. El año pasado se hizo en dos oportunidades, en junio y en septiembre. Con la inflación detrás, aun si hubiese sido 300.000 pesos, el impuesto se queda corto.
El esquema nuestro de Impuesto a las Ganancias no resulta muy equitativo, ya que no resuelve la situación de los que superan ese umbral y quedan con retenciones de Ganancias, si bien atenuadas por deducciones especiales, pero que también les impacta.
Una profunda revisión del esquema
“Argentina va a tener que revisar cómo queda la escala de las personas humanas y eso lo digo, por el caso de los autónomos, a quienes muy pocas veces se les otorga o se les cubre algo; más allá de un beneficio puntual que puedan obtener en una moratoria”, opinó Piano.
“Considero que la revisión del mínimo no imponible y de deducciones especiales es algo más profundo que debería debatirse. Lamentablemente, en estos momentos de crisis no es el foco ni la prioridad, pero debería ser una de las principales variables que la macroeconomía debería corregir, tanto para asalariados como para autónomos”, agregó.
Posibles alivios
La contadora pública de profesión, insistió en que “se debería retomar el reintegro del IVA cuando se paga con tarjeta de débito. Es algo que favorece naturalmente al que menos tiene, y también se puede digitalizar y sectorizar y decidir a quién quiere que vaya ese alivio”.
“Aun cuando las deducciones de ganancias tienen un ajuste automático por ley, se ajustan en función del índice de la variación de precios de los salarios, si la base está mal, porque es baja, por más de que le pongan un índice de actualización siempre va se va a quedar atrás”, agregó.
“Por lo demás, el piso de Ganancias, siempre se va a quedar corto porque la inflación va a seguir y los aumentos salariales no van a ir al compás del ciclo inflacionario. Hoy quien está por debajo de la inflación tiene un doble problema: no paga ganancias, pero el sueldo no lo tiene actualizado y cuando se lo actualicen, posiblemente va a tener que comenzar a tributar este impuesto”, concluyó.
Fuente: perfil