Comienzan a aparecer señales de enfriamiento en el consumo masivo.
Alberto Fernández y Cristina Kirchner volvieron a coincidir en las críticas -esta vez- al supermercadista Federico Braun por contar en público que “remarca todos los días” los precios de los productos. La inflación se ha convertido en la máxima preocupación del Gobierno, y los dichos del ejecutivo no hicieron más que dejarle el terreno a que el Presidente y su vice puedan mostrar coincidencias políticas.
La aceleración inflacionaria, sobre todo en los alimentos, está provocando una situación que -por lo esperada- no deja de ser preocupante y crítica, en el actual contexto político y social: la incipiente caída en el consumo masivo.
Lo admiten algunos supermercadistas consultados por iProfesional: por primera vez en el año, las ventas al público muestran un retroceso medidas en cantidades. Lo mismo aceptan un par de mayoristas también consultados.
Hasta ahora, la fuerte suba de los precios no había impactado de lleno en las ventas de los comercios que venden alimentos. Está claro que, aun cuando hubo distintos gremios líderes que lograron acuerdos salariales que contemplan las subas de precios, para la mayoría de la población resulta imposible igualar la marcha de las remarcaciones.
Precios en alza, bolsillos que se ajustan
Los comerciantes consultados dan cuenta de que la merma en las ventas no es lineal para todos los rubros. Concretamente: las ventas de los productos masivos y más económicos -fideos, arroz y harina- marcan alzas en los volúmenes expendidos. Lo mismo que la polenta y algunas legumbres, ahora por una cuestión estacional.
Las caídas, en el sentido contrario, se evidencian en las categorías que más se encarecieron y que los consumidores consideran menos necesarias o directamente sustituibles por otros productos. En esta situación entran artículos como los aceites -sobre todo los de oliva-, los productos congelados y algunos enlatados, como los de pescados.
También vienen en rojo las ventas de bebidas -algunas gaseosas de primera marca- y lo mismo sucede con los vinos.
En los supermercados suponen que si la inflación llega a mostrar una tendencia a la baja, por leve que sea esa dinámica, habrá empresas que saldrán a marcar ofertas.
Algunas empresas fabricantes prefirieron quedarse con los productos que no llegaron a vender por las menores ventas, antes que mantener los precios, por la incertidumbre económica y cambiaria. “Nadie sabe si vas a poder reponer la mercadería. Lo que no se vende, queda en los galpones”, cuenta una fuente empresaria. Lo que sucede ahora es que los stocks ya colmaron en muchos casos la capacidad de almacenamiento. O directamente entraron en una zona de riesgo en cuanto al vencimiento.
Por eso, llega un punto en que al empresario le conviene “sacarse la mercadería de encima” aunque eso represente una pérdida de margen de rentabilidad.
Nuevo consumo: máximo cuidado con los gastos
El dueño de un supermercado grande en la zona de Berazategui -que dispone de 13 cajas para cobrar a sus clientes- cuenta a iProfesional otro de los fenómenos que se están viendo: el cuidado en los gastos por parte de la franja de la sociedad más acomodada.
“La gente con cierto poder adquisitivo tiene miedo de lo que pueda pasar con la economía y cuida sus gastos. Es una cuestión más psicológica que de bolsillo: a nadie le cambia la ecuación si deja de consumir un vino bueno. Pero es lo que vengo notando”, dice el empresario a iProfesional.
Desde una empresa líder dan cuenta de ese mismo cuadro: notan que sus ventas de productos más caros sufrieron una merma en el último mes y medio aproximadamente.
“En el resto estamos bien de ventas, pero nada sensacional. Es el mismo nivel que vendíamos en 2019, antes de la pandemia, con una economía que venía en crisis desde hacía un año. Con aquel nivel de consumo, Mauricio Macri perdió las elecciones”, rememora el gerente comercial de una de las principales compañías de alimentación del país.
El primer alerta por el consumo
El último informe mensual de CAME fue el que disparó las alarmas en los despachos oficiales. Fue el primero que advirtió sobre una merma en el consumo popular.
Ese reporte dio cuenta de que las ventas minoristas de los pequeños comercios bajaron 3,4% interanual en mayo, y un 8,9% frente a abril último.
Tras una fuerte recuperación tras la pandemia, el consumo corre serios riesgos de quebrar la racha positiva en los próximos meses.
Básicamente, por lo improbable de que los ingresos de la población puedan superar a la inflación. Los trabajadores con mejor nivel de protección -aquéllos sindicalizados en los gremios más fuertes-, a lo sumo, podrán igualar la aceleración inflacionaria. Pero no más que eso.
De acuerdo al último relevamiento del BCRA entre consultoras, la inflación de este año superará el 70%. Se ubicaría entre 72,6% y 75%. Los economistas toman en cuenta que la inflación recién bajará del 4% mensual hacia el mes de noviembre.
Suba de precios: cómo arrancó junio
Contra el deseo y la expectativa de Martín Guzmán, la inflación de este mes se enfila a convertirse en el cuarto mes consecutivo con un índice superior al 5%. Así lo establecieron los últimos informes de las consultoras económicas que miden, en tiempo real, la evolución de los precios.
Eco Go, por ejemplo, en su último informe reportó que la inflación del rubro de alimentos de la primera semana de este mes se ubicó en el 1%, contra 0,9% de las dos semanas previas.
La proyección en alimentos y bebidas da un 4,7% para junio, levemente por debajo de la inflación general. Para Eco Go, el IPC de este mes se ubicará en el 5,1
Lo admiten algunos supermercadistas consultados por iProfesional: por primera vez en el año, las ventas al público muestran un retroceso medidas en cantidades. Lo mismo aceptan un par de mayoristas también consultados.
Hasta ahora, la fuerte suba de los precios no había impactado de lleno en las ventas de los comercios que venden alimentos. Está claro que, aun cuando hubo distintos gremios líderes que lograron acuerdos salariales que contemplan las subas de precios, para la mayoría de la población resulta imposible igualar la marcha de las remarcaciones.
Fuente: iprofesional