La desocupación del segundo trimestre habría registrado una baja respecto de los tres meses previos. Expectativa por uno de los indicadores sociales más sensibles y que inquietan al Gobierno.
En los próximos días el Indec difundirá los datos de la Encuesta Permanente de Hogares sobre desempleo y pobreza que corresponden a la primera mitad del año, previo a la aceleración más reciente de los índices de inflación y de inicio de enfriamiento de la actividad económica. De ahí que se espera un número estable respecto a la cantidad de personas en la Argentina que no llega a cubrir la canasta básica y según anticipó el ministro de Economía Sergio Massa, la desocupación mostrará una caída en el segundo trimestre de 2022, apoyada en el aumento del empleo.
El Indec publicará el miércoles próximo la tasa de desempleo que registró la economía al finalizar junio. Massa ya había anticipado hace algunas semanas en un discurso desde el Council de las Américas que ese número marcaría una nueva caída, a 6,7% de la oferta laboral.
De todas formas, en el Indec explicaron que ese número estaría determinado de manera final una vez que se procesen los datos de todo el país que el organismo recolecta a través de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
El 6,7% que anticipó Sergio Massa implicaría un descenso frente al 7% del trimestre anterior que marcó el Indec. Se trata de la relación más baja en 7 años: 5,9% en el tercer trimestre de 2015 y 6,6% en el segundo cuarto de ese año, según la serie del Indec para los 31 aglomerados urbanos.
El desempleo había sido de 8,2% en el tercer trimestre del año anterior, 9,6% en el segundo y 10,2% en el primero. En el cuarto trimestre de 2020 había llegado a 11%, con una subocupación de 15,1 por ciento.
Un fenómeno que marcan los especialistas es que a pesar de que el mercado laboral se sostiene, empezó a verse un retroceso del salario real en los últimos meses: el índice Ripte medido por el Ministerio de Trabajo estimó que en julio los salarios alcanzados por ese sondeo variaron 5,3%, por lo que perdieron más de dos puntos porcentuales en relación con el 7,4% que marcó el Indec como suba de precios.
El índice de salarios que publica el Indec, que es más amplio y que discrimina entre trabajadores formales privados y públicos e informales, arrojó como conclusión con el último dato de junio que en términos prácticos el único sector que estaba perdiendo la carrera contra los precios en ese momento eran los empleados no registrados.
Riesgo de punto de giro inminente
El último informe oficial del Indec marcó que el 37,2% de la población -unas 17,4 millones de personas- es considerada pobre en la Argentina y el 8,2% vive en condiciones de indigencia, lo que implicó una mejora respecto al 42% de pobreza que marcó el 2020 y el 40,6% de la primera mitad del año pasado.
Ahora bien, entre los analistas consultados por Infobae coincidieron en destacar que los datos del primer semestre de este año que se conocerán en los próximos días no mostrarán algún salto considerable, sino que se mantendrán estables respecto a los del cierre de 2021. El riesgo, aseguran, viene hacia adelante: la aceleración inflacionaria de los últimos meses amenaza con aumentar la cantidad de personas que no pueden cubrir la canasta alimentaria o la canasta básica, que define el umbral de indigencia.
Para Martín González Rozada, econometrista de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), “para el primer semestre de 2022 espero una tasa de pobreza similar a la del segundo semestre del año pasado, esto es alrededor del 37% de la población. Por un lado, durante el primer trimestre del año los ingresos totales familiares crecieron por encima de la inflación de la canasta básica total (CBT) lo que produjo una incidencia de la pobreza de 34%”, dijo a este medio.
Pero, “a partir de abril de este año, la inflación de la CBT se aceleró y comenzó a ganarle al crecimiento de los ingresos familiares proyectando una tasa de pobreza de alrededor del 40% para el segundo trimestre del año. El promedio de la incidencia de la pobreza de los dos trimestres da la tasa del 37% que mencioné arriba para el primer semestre. En el segundo trimestre la inflación medida por la CBT se aceleró pasando de crecer 44% entre el primer trimestre de 2021 y el primero de 2022 a un crecimiento interanual del 54% en el segundo trimestre y en los últimos dos meses, julio y agosto, este aumento interanual saltó al 74%”, continuó el econometrista.
Por último, consideró González Rozada que “en ausencia de un programa de estabilización la inflación de la CBT va a seguir aumentando hasta finales de año sugiriendo que la incidencia de la pobreza del 40% que estimo para el segundo trimestre podría ser el piso de la tasa del segundo semestre del año”.
Un informe de la consultora Equilibra mencionó que “los datos de la EPH del primer trimestre del 2022 muestran una importante reducción de la tasa de pobreza y de indigencia respecto a los primeros tres meses del año pasado: 6,2 puntos porcentuales y 4,3 pp, respectivamente. Sin embargo, al excluir el efecto del aguinaldo que distorsiona la comparación trimestral, se observó una mejora acotada respecto al cuarto trimestre de 2021: la tasa de pobreza e indigencia bajaron solo 0,4 pp y 0,1 pp, respectivamente”.
En ese sentido, la consultora aseguró que “en el primer semestre del año la pobreza habría promediado el 35% y la indigencia 8%, lo que implica una mejora significativa frente al mismo período de 2021, pero acotada respecto a la segunda mitad de 2021″, continuó.
Para el director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Hernán Letcher, por su lado, la situación en el mercado laboral se cruza con el índice de pobreza. “Hoy en la Argentina vemos tres postales muy claras de la dinámica socioeconómica. Por un lado, el desempleo se mueve a la baja y en niveles bajos para la historia reciente, sin embargo, los salarios se mantienen estancados a niveles de finales de 2019″, mencionó en diálogo con Infobae.
“En segundo lugar, el salario del empleo registrado se mueve con una leve recuperación de poder adquisitivo pero no sucede lo mismo con el no registrado, eso impacta en la pobreza”, continuó.
“En tercer lugar, vemos una fragmentación dentro de la clase trabajadora registrada, en la que se separa la media de la mediana y se ve el proceso en el que una buena parte se encuentra cerca de la línea de pobreza”, detalló Letcher.
“Tenés una dinámica no uniforme en términos de trabajo, tenés buenos indicadores, mejoras en términos de cantidad de empleo, pero a la vez no muestra lo mismo en términos de recuperación de poder adquisitivo y por lo tanto neutraliza el efecto sobre la evolución de la pobreza”, concluyó.