Los empresarios estiman que el mayor dinamismo de la actividad mundial se registre en Asia. Consideran probable que este año ocurran más quiebras bancarias y turbulencias. Se espera que el costo de vida se mantenga elevado en muchos países.
Los economistas están divididos en cuanto al futuro inmediato de la economía global. Un 45% considera que una recesión mundial es probable este año, pero un porcentaje idéntico la considera poco probable. Así resulta del último informe Perspectivas de los Economistas Jefe dado a conocer en Ginebra (Suiza) por el Foro Económico Mundial. Este informe resulta de una encuesta que se realiza con destacados economistas en jefe de los sectores público y privado, organizadas por el Centro para la Nueva Economía y Sociedad dependiente del Foro.
La mayoría de los expertos no ve a las recientes disrupciones del sector financiero como un signo de vulnerabilidad sistémica, pero se considera probable que este año ocurran más quiebras bancarias y turbulencias.
También esperan que la dinámica de crecimiento e inflación varíe ampliamente entre las regiones. En cuanto a la política económica, 72% predice que la política industrial proactiva se convertirá en un fenómeno cada vez más generalizado en los próximos tres años.
“La última edición de Perspectivas destaca la incertidumbre de los desarrollos económicos actuales”, dijo Saadia Zahidi, directora general del Foro Económico Mundial. “Los mercados laborales están demostrando ser resistentes por ahora, pero el crecimiento sigue siendo lento, las tensiones globales se están profundizando y el costo de vida sigue siendo alto en muchos países”.
En este sentido, remarcó que los “resultados confirman la necesidad urgente tanto de una coordinación de políticas globales a corto plazo como de una cooperación a más largo plazo en torno a un nuevo marco para el crecimiento que integrará la inclusión, la sostenibilidad y la resiliencia en la política económica”.
Divergencias y alta inflación
Los economistas esperan que el mayor dinamismo de la actividad mundial se registre en Asia. Se prevé que la reapertura de China impulse un repunte significativo para este país y refuerce la actividad en todo el continente. Más del 90% de los principales economistas esperan un crecimiento al menos moderado tanto en el este de Asia y el Pacífico como en el sur de Asia.
En el otro extremo, tres cuartas partes de los analistas esperan un crecimiento débil o muy débil en Europa. En Estados Unidos, los encuestados se mostraron más optimistas que en enero (cuando se realizó el anterior relevamiento), pero todavía están divididos sobre las perspectivas, ya que el futuro de la primera potencia se ve empañado por una mayor incertidumbre sobre la estabilidad financiera y el ritmo y alcance del endurecimiento monetario que lleva adelante la Reserva Federal.
En cuanto al comportamiento de los precios, hubo un marcado aumento en todas las regiones en la proporción de encuestados que esperaban una inflación alta en 2023, y el 76 % de los economistas jefe dijeron que esperaban que el costo de vida se mantuviera elevado en muchos países.
Los índices generales han comenzado a disminuir, pero la inflación subyacente ha sido más rígida de lo que muchos esperaban. La dinámica es particularmente marcada en Europa y EE. UU., donde la gran mayoría de los consultados (90% y 68% respectivamente) esperan una inflación alta o muy alta este año. China sigue siendo un caso atípico en la inflación, con solo el 14% esperando una inflación alta este año.
Temblores financieros
Tras los recientes colapsos bancarios y la turbulencia del mercado financiero, los principales economistas expresaron su confianza en la integridad sistémica de los mercados globales.
Sin embargo, dos tercios destacaron la probabilidad de más quiebras y disrupciones bancarias, mientras que más del 80 % dijeron que esperan que a las empresas les resulte más difícil obtener préstamos bancarios como resultado de criterios de préstamo más estrictos.
También señalaron los efectos colaterales de las altas tasas de interés, especialmente en el sector inmobiliario, donde dos tercios esperan que las altas tasas causen una disrupción significativa en 2023-2024.
Cambios en la globalización
Los principales economistas fueron unánimes al anticipar más cambios en la estructura de las cadenas de suministro globales. Cuando se les preguntó qué estrategias comerciales esperan que contribuyan a esta reconfiguración, destacaron la adaptación a las fallas geopolíticas (94 %), la priorización de la resiliencia sobre la eficiencia (91 %), la diversificación de proveedores (84 %) y un mayor enfoque en la sostenibilidad ambiental (77%).
También señalaron la creciente importancia de la política industrial proactiva, y casi las tres cuartas partes esperan que se convierta en un enfoque generalizado de la política económica en todo el mundo.
Los encuestados estaban divididos sobre si la política industrial actuará como un motor de innovación, pero destacaron varias preocupaciones potenciales, incluida la profundización de las tensiones geoeconómicas (91 %), la represión de la competencia (70 %) y un aumento problemático de la deuda soberana (68%).
Fuente: ambito