Con la renovación del programa en cadenas al 5% de suba mensual, el Gobierno buscó atenuar el impacto de la devaluación. Pero aún así los incrementos en la góndola superaron a la inflación promedio en agosto.
Los alimentos volvieron a liderar los aumentos de precios de agosto, en gran parte impulsados por la devaluación ocurrida al día siguiente de las PASO, a mediados de mes. Los esfuerzos oficiales por sostener el programa Precios Justos en grandes cadenas de supermercados y mayoristas con aumentos de 5% mensual no fueron suficientes para evitar la estampida que reflejó este miércoles el Indec. La inflación de agosto fue del 12,4% y el rubro alimentos y bebidas trepó 15,6%, lo que dejó un acumulado en el año de 90,2% y de 133,5% en los últimos doce meses.
¿Podría haber sido mayor el índice sin estos acuerdos de precios limitados? Posiblemente, pero la realidad vuelve a demostrar que hay rubros, como los productos frescos, que son incontrolables y que mueven la balanza para un lado y para el otro, dependiendo de la estacionalidad, sin que el Gobierno pueda hacer demasiado.
“Los acuerdos terminaron el 15 de agosto y se empezó a trabajar en los nuevos senderos, por lo que no tuvieron tanto impacto en el índice del mes pasado”, aclararon desde la Secretaría de Comercio, donde admitieron también la fuerte incidencia de los productos frescos. “Seguimos trabajando para fortalecer los acuerdos y por eso los beneficios –fiscales– que se sumaron en esta etapa. Confiamos en que todo eso impacte positivamente en el próximo índice”, agregaron las fuentes.
De todos modos, si bien en cadenas más chicas del interior pudieron haberse fijado precios más altos en agosto que una vez hechos los acuerdos entre las empresas y el Gobierno se retrotrajeron, en las grandes cadenas eso no sucedió. Las empresas intentaron enviar listas con aumentos fuertes, pero las cadenas resistieron y recién aplicaron las subas cuando estuvieron acordados los aumentos, por lo que en la práctica debería haber tenido impacto en el índice. Lo que sucede es que los controles se limitan al canal moderno, que representa el 30% del consumo masivo. El resto va por el canal tradicional, compuesto por autoservicios y almacenes, y en estos comercios las subas pos devaluación promediaron el 25%, según trascendió de diversas fuentes del supermercadismo.
“Dentro de alimentos, el incremento del 25% en carnes fue determinante, explicando 8,5 puntos de la suba total (y 2,3 puntos de la inflación general). No obstante, otros alimentos tuvieron también subas relevantes: verduras, 19%; Panificados, 11,6% y Frutas, 11,1%”, dijo la consultora LCG en un informe.
Los cortes de carne que releva el Indec (asado, carne picada, paleta, cuadril y nalga) tuvieron incrementos mensuales de entre 33% y 39%, a pesar del acuerdo Precios Justos de los siete cortes en grandes cadenas. Lo mismo pasó con algunas frutas y verduras, a pesar de que el Gobierno renueva permanentemente los acuerdos en supermercados. Pero el principal consumo de carne se produce en carnicerías y lo mismo sucede con las frutas y verduras, donde las verdulerías de barrio tienen la mayor incidencia. Y son rubros tan atomizados que el control es inviable.
La carne fue el alimento que más subió y, junto con algunas frutas y verduras, provocó, una vez más, que el rubro alimentos y bebidas liderara los incrementos de precios en agosto
Las perspectivas para septiembre no son más alentadoras, según las estimaciones de los economistas. De acuerdo con los relevamientos de LCG, la inflación semanal de alimentos este mes solo desaceleró en el margen y se sostiene alto, en niveles del 1,8% semanal.
“El congelamiento del dólar oficial en $350, la suba de la tasa de referencia a 118%, la suspensión de los ajustes de tarifas de servicios públicos y la extensión de los acuerdos y congelamientos a un número más grande de productos podrían estar dando resultados, pero será un efecto de corto plazo”, precisó la firma, al remarcar que pasadas las elecciones, el Gobierno deberá avanzar con un descongelamiento de varios precios y eso impactará en la inflación.
Para EcoGo, que también releva precios, las proyecciones para este mes indican que septiembre podría terminar con un aumento de precios de alimentos en torno al 13%. Para la consultora que dirige Marina Dal Poggetto, las PASO y la devaluación posterior llevaron a un fuerte salto en los precios, que se vio reflejada con el dato oficial de agosto. Por lo tanto, no esperan registros por debajo del 10% hasta diciembre y con el arrastre del mes anterior, la inflación de alimentos consumidos en el hogar alcanzaría el 12,8% mensual. Esta estimación considera una proyección del 2,3% para las próximas tres semanas del mes. La variación exhibida durante la primera semana fue del 2,1% con respecto a la semana previa.
Fuente: infobae