La prepaga del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, dejará sin cobertura de salud a muchos de sus afiliados que no pueden afrontar los aumentos
Nada conmueve al contador Claudio Belocopitt en su decisión de aumentar las cuotas de su prepaga para ordenar las cuentas de un sistema de salud privado que está desquiciado.
Ni siquiera lo emblandece la situación más que precaria que están viviendo sus pares de profesión. Los contadores, que, en las últimas horas, han recibido mails en los que se informa de nuevos aumentos para el mes de marzo en las cuotas que pagan los afiliados de la empresa Servicios Consejo Salud (Simeco) que durante años ha brindado cobertura de calidad a los contadores porteños, matriculados ante el Consejo Profesional de Ciencias Económicas, y que decidieron permanecer en la prepaga de la institución, cuando se tercerizaron las prestaciones en la empresa de Belocopitt.
Si ya fue casi imposible para los profesionales de la contabilidad afrontar las facturas de Simeco de enero y febrero, el knock out presupuestario llegará en marzo, según anunció la propia gente de Swiss Medical.
La contadora Florencia Nanio afirmó a iProfesional que “…ya me llegó el nuevo aumento de 21,3% para marzo. Una manera por la que esperan que todos nosotros nos vayamos de la prepaga. Dan asco, me arrepiento tanto de haber contratado Simeco”.
Facturas exorbitantes
Mirta Arizmendi, jubilada de la profesión económica, con 77 años, recibió una factura cercana a los 400.000 pesos. Todos los días solicita una reunión con Gabriela Russo, titular del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, para intentar obtener una solución, pero es en vano. “Nada pueden hacer” les dicen a los que se quejan.
De hecho, las autoridades de la institución, además de Russo, la secretaria, Silvia Abeledo, el tesorero, Oscar Fernández o el vicepresidente, Gustavo E. Diez, “…han adoptado la modalidad de recibir de a un profesional a la vez para decirles que no van a ayudar de ninguna manera a los afiliados de Simeco que reciben prestaciones de Swiss Medical y no puedan pagar estos aumentos”, señala la Dra. Norma Iacomucci.
“Por el contrario, permanecer en Simeco, en algunos casos, es más caro que contratar a Swiss directamente, y lo hacen para lograr un pretendido equilibrio en las cuentas. Esta semana nos reuniremos con abogados y vamos por amparos”, explicó el Dr. Alejandro González Escudero, de larga trayectoria gremial en el Consejo y que se ha puesto al frente de los reclamos.
La vía judicial ha sido la elegida por la mayoría de los afiliados a las prepagas que, principalmente, se encuentran enroladas en la Unión Argentina de Salud (UAS), de la cual, Claudio Belocopit se ha convertido en su referente a pesar que el resto del directorio está compuesto por actores del mercado de la medicina privada tan influyentes como él.
La vuelta del “capitalismo de amigos”
Lo cierto es que el decreto N 70, desregulador de la economía que firmó el presidente Javier Milei, parece haber sido hecho a la medida de la UAS, recreando un “capitalismo de amigos” que tuvo mucha vigencia durante los años kirchneristas y durante la última etapa liderada por Sergio Massa y que parece revivir en la gestión de La Libertad Avanza.
Porque, lo que Claudio Belocopitt interpreta como “un sinceramiento de precios” en el destruido sector de la salud, para miles de afiliados a las empresas de medicina privada, se trata de un abuso tarifario que pone en riesgo las vidas de muchos usuarios.
En ese sentido, sólo la Justicia parece poner un límite a los demenciales aumentos de las cuotas de las prepagas, pero lo hace a través de casos individuales que, en ocasiones, son apelados a una instancia superior de los tribunales como sucedió con uno de los fallos que ordenó a Simeco retrotraer los aumentos.
La judicialización del asunto
El juez federal subrogante Elpidio Portocarrero Tezanos Pinto autorizó una medida cautelar a favor de un afiliado de 78 años que había presentado una demanda para impedir que Simeco le actualizara el valor de la cuota al ritmo de los aumentos de Swiss Medical.
El magistrado federal ordenó al Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires dar marcha atrás con el aumento de ese caso particular.
Sin embargo, la cúpula del Consejo y de Swiss Medical comprendieron en el acto la importancia de este fallo porque puede sentar precedente si más personas presentan amparos o alguna organización solicita una acción colectiva, cuestión que el Consejo rehúye.
Por el contrario, en nombre de Simeco y, por extensión, de Swiss Medical y su dueño Claudio Belocopitt, prefirieron gastar recursos en abogados y apelaron la decisión de Tezanos Pinto.
Compás de espera
Ahora, se abre un compás de espera, hasta conocer la decisión de la segunda instancia judicial y saber si la Cámara de Apelaciones confirma el criterio del juez. Puede revocar, confirmarlo y, hasta, modificar el fallo. Pero, hay mucho en juego porque la decisión de la Cámara podrá sentar precedentes sobre los cientos de medidas cautelares que se están presentando contra los aumentos desmedidos de las prepagas en todo el país.
El abogado porteño Germán Fernández relató que “…las presentaciones por ahora son individuales y ya presenté cerca de 200 que se resuelven entre 15 días y un mes y medio según el juzgado interviniente”.
Detrás de tantas denuncias y reclamos por el calvario que están viviendo los contadores porteños por los aumentos que llegan desde las oficinas de Belocopitt, va tomando forma la noción, cruel y poco humanitaria para el ejercicio de la medicina, de estar frente a una maniobra tarifaria de las empresas prepagas como Simeco y Swiss Medical para sacarse de encima a todos los pacientes mayores de edad y a los grandes usuarios del servicio que, usualmente, tienen más de 50 años.
La estrategia que se está cristalizando es la de quedarse con los jóvenes que pueden gastar recursos por sus ingresos y, a la vez, gastan menos en el sistema.
Fuente: iprofesional.com