De hecho, uno de los indicadores que mejor muestra el estado de la macroeconomía es la recaudación fiscal y, este año, viene peor de lo que se suponía.
De acuerdo con un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), los recursos tributarios nacionales del primer bimestre de 2024 presentan la peor performance de los últimos 9 años. Eso es consecuencia de la fuerte caída de la actividad económica, que no se puede compensar con la mejora de las exportaciones.
“Considerando la recaudación tributaria nacional total del primer bimestre de los últimos 9 años, enero-febrero de 2024 se ubica en el último lugar. Al excluir los tributos vinculados con el comercio exterior, el resultado se repite”, señala el IARAF.
El viernes pasado, una hora antes de que el presidente Javier Milei hablara ante la Asamblea Legislativa, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) dio a conocer los datos de los ingresos de impuestos del segundo mes del 2024. En ese período, se logró reunir $7,24 billones, con una baja real del 11% respecto de igual período de 2023. El acumulado fue de $14,9 billones, con una merma del 7% interanual.
El reporte dice que, al excluir los tributos vinculados a comercio exterior entre enero y febrero, la recaudación acumulada “descendería un 17% en términos reales”. El dato muestra que hay un derrumbe de los impuestos relacionado con la actividad interna.
“En términos de variación interanual real, en estos dos meses, los tributos con mayor caída habrían sido Bienes Personales (64,7%), Combustibles (60,8%) y Ganancias (38,7%). Los que más aumentaron habrían sido el impuesto PAIS (292,4%), los derechos de exportación (126,6%) y de importación (26%). Por su parte, la recaudación de IVA habría crecido un 6,8%.
Un dato a tener en cuenta es que todavía en enero el IVA tuvo un comportamiento positivo, pero que estuvo a un paso de quedar negativo. Si se toma solo el componente impositivo del IVA subió 238% en términos nominales, contra una inflación anual que llegó a 288%.
Hay que tener en cuenta que el IVA es el resultado de la facturación del mes anterior. En este caso, de enero. Ese mes, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas experimentaron una significativa disminución del 28,5% en comparación con el mismo período del año anterior, según la medición a precios constantes”.
En febrero, según CAME, la facturación se retrajo otro 25,5% y acumuló un declive del 27% en el primer bimestre. Todo anticipa que el IVA de marzo también va mostrar una severa retracción.
También la industria manufacturera pyme comenzó el año con una fuerte caída. En enero, se registró una merma del 30% en la facturación del sector, medida a precios constantes, respecto del mismo mes del año pasado, según CAME.
El plan de Caputo
Si el ministro de Economía, Luis Caputo, pensaba en compensar la caída de la actividad interna con una mayor recaudación de impuestos del comercio exterior, eso no estaría ocurriendo. Las retenciones en el primer bimestre están aportando $925.749 millones, con una suba del 713,7% respecto del año anterior. Los aranceles de importación generaron hasta aquí $544.101 millones, con un incremento de 358%, mientras que el Impuesto PAÍS dejó $1 billón, con una mejora interanual de más del 1000%. Toda esa mejora no sería suficiente para compensar lo otro.
Ahí es donde luce como indispensable para el gobierno aprobar la restitución del Impuesto a las Ganancias para los altos salarios. En el paquete fiscal que el gobierno pensaba mandar a Diputados antes de que se cayera la ley ómnibus el proyecto tan solo tenía un artículo que proponía restituir el impuesto como estaba antes de que se derogara.
A la luz del discurso del presidente en la Asamblea y su convocatoria al Pacto de Mayo, las condiciones económicas no dejan margen como para que el Gobierno Nacional pueda prescindir del Congreso para profundizar su ajuste fiscal.
Fuente: ambito
