Las entidades ya otorgaron $50.000 millones para descontar cheques a tasas de 25% anual los oficiales y 29% los privados. Se beneficiaron 50.000 compañías, dijeron en Producción.
Las pequeñas y medianas empresas ya no tienen acceso a las líneas de descuento de cheque subsidiadas, que el Gobierno lanzó entre el año pasado y comienzos del 2019. El último lanzamiento fue en febrero y el compromiso era que los bancos, públicos y privados, otorgarían a las pymes $60.000 millones, a una tasa del 25% y 29% anual, respectivamente, hasta fin de junio. Sin embargo, los fondos se agotaron antes. Desde mediados de mayo las entidades financieras se quedaron sin cupo y el Gobierno ya comenzó a hacer números para definir si puede avanzar en un nuevo lanzamiento. Fuentes del Ministerio de Producción aseguraron a Infobae que “se cumplió una primera etapa, se desembolsaron $50.000 millones y se beneficiaron unas 50.000 pymes”.
Y agregaron: “habrá una segunda etapa este año, pero aún está en armado”, remarcaron desde la cartera, donde también están abocados a finalizar el borrador del proyecto de la nueva Ley Pyme que buscarán enviar al Congreso antes de las elecciones. Cuando se hizo el anuncio, el Gobierno comunicó que habría disponibles $100.000 millones hasta el 30 de junio, de los cuales $60.000 millones serían canalizados a través de los bancos (a las tasas del 25%, para los públicos, y del 29%, los privados) para descuento de cheques de hasta 120 días; $20.000 millones para facilitar el financiamiento de las pymes en el mercado de capitales; y otros $20.000 millones para la prefinanciación de exportaciones. Según precisaron en Producción, “si bien está cubierta la línea de los bancos, la de descuento de cheques en el mercado de capitales y la prefinanciación de exportaciones siguen vigentes”, con un plazo de hasta 365 días y un monto que alcanza hasta el equivalente a 200.000 dólares.
Limitaciones para extender los créditos blandos
El Gobierno tiene toda la intención de realizar una segunda etapa de este esquema de financiamiento a tasa subsidiada. De hecho, ya comenzaron a analizarlo para lanzarlo, en la medida de lo posible, antes de las elecciones. Sin embargo, las tasas altas y la disponibilidad de fondos representan una limitación importante y todo será parte de una negociación que el ministro de Producción, Dante Sica, deberá tener con su par de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Con la fuerte suba de las tasas de interés que se produjo a las pocas semanas de lanzado el plan (a fines de febrero), el Gobierno tuvo que pasar a subsidiar más de lo originalmente planeado. En un primer momento, los bancos hicieron su aporte, pero luego la ecuación se volvió insostenible. “Se aguantó lo más que se pudo, pero ahora tenemos que analizar bien para volver a lanzar una medida similar. Hay que ver cómo siguen las tasas y cómo avanza el tema fiscal”, dijo la fuente de la cartera productiva. Mientras tanto, la situación financiera de las pymes sigue muy complicada, en un contexto no sólo de tasas altas sino de baja actividad. Hoy, las tasas para descontar cheques de 60 a 90 días para una empresa de primera línea rondan entre 60 y 65%, pero para las firmas más chicas los valores escalan a 75% a 85%.
Distribución dispar
Como suele ocurrir con estos programas a tasa subsidiada, la distribución no suele ser pareja. Tanto en la primera etapa, lanzada en 2018, como en la que estuvo vigente hasta mayo, las quejas de los industriales sobre la actitud de los bancos respecto al mecanismo de otorgamiento de esas tasas preferenciales fueron recurrentes. Tanto es así que en el documento presentado días atrás con las 10 propuestas para el desarrollo regional, la UIA reclamó una distribución federal de los programas de financiamiento y que exista un reparto en “relación a la cantidad de empleo que hay en esa provincia respecto al total del país.
Doce provincias recibieron menos del 2% de los préstamos contemplados en el Régimen de Bonificación de Tasas. A la vez, se debe evitar el uso de la línea con fines comerciales (cross selling para acceder a la misma) y el cobro de comisiones extraordinarias que incrementen el costo total del financiamiento”. La necesidad de créditos subsidiados es cada vez mayor para las pymes, en un contexto de tasas altas en términos reales que hizo que el total al sector privado cayera en un año en 3 puntos del PBI. Según se desprende del último informe monetario del Banco Central (BCRA), el financiamiento cayó de 10,4% al 7,4% del producto. Y los rubros más afectados fueron los adelantos en cuenta corriente y los descuentos de documentos por parte de las empresas.
Fuente: iprofesional.com