ECONOMÍA – La actividad económica subió 0,6% impulsada por el campo

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El estimador que elabora el Indec interrumpió de este modo cuatro trimestres consecutivos con resultados negativos.

Durante el segundo trimestre del año, la actividad económica experimentó una contracción del 0,3% respecto al trimestre anterior y un leve crecimiento del 0,6% versus el mismo lapso del año pasado, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

El crecimiento interanual fue el primero después de cuatro meses consecutivos de caída, básicamente explicado por la mayor cosecha del campo. Y “el desempeño negativo respecto del trimestre anterior obedece a las altas tasas de interés y la caída del consumo de la mano de un mayor desempleo y caída de salarios reales. A esto se suma un escenario de inestabilidad política que se acentuó sobre el final del trimestre”, explica Guido Lorenzo, economista de la consultora LCG.

Según detalló el Indec, “el nivel del PIB en el segundo trimestre fue un 12,8% más alto que en el primer trimestre de 2019”, indicó en un comunicado.

 En cuanto al alza de 0,6%, explicada por el impulso de la actividad agropecuaria -creció 46%-, se trata del primer dato positivo luego de las caídas interanuales que se sucedieron desde el segundo trimestre del año pasado, cuando se formalizó el impacto de la histórica sequía que golpeó al agro y de la posterior debacle cambiaria.

El historial indica que el PIB cayó 3,8% anual en el segundo trimestre del año pasado; 3,7% en el tercer trimestre; 6,1%, en el cuarto trimestre; y 5,8%, en el arranque del 2019.

Más alla del crecimiento agropecuario, la evolución de la actividad económica en el segundo trimestre del 2019 mostró caídas en casi todo el resto de las actividades. Fue el caso de la pesca (1,7%), la minería (1,1%), la industria cayó (6,7%), la construcción (5,6%), el comercio (9,3%) y los hoteles y restaurantes que tuvieron mermas de (2,1%).

Durante el transcurso del segundo semestre, otra actividad que cayó fue la intermediación financiera (13,5%), básicamente debido a la caída del crédito.

Entre otras actividades que se deterioraron en el período se alinean: las ventas inmobiliarias con una baja de 2,2% y la administración pública 0,1%. Y entre las que tuvieron ligeras subas, figuraron la enseñanza (0,8%); los servicios sociales y de salud (0,1%) y los hogares privados con servicios doméstico, que registraron un crecimiento de 8,7%, según el organismo oficial.

De acuerdo con las cifras del INDEC, la oferta global de la economía registró una caída del 4,6% debido a la suba del PIB (0,6%) y a la baja del 22,7% en las importaciones de bienes y servicios.

En la demanda global, por otro lado, hubo una disminución de 18% en la  inversión dado que las altas tasas de interés (sumadas al escaso dinamismo de la actividad), debilitaron la inyección de capitales. Además, el consumo privado cayó 7,7%, debido a la disminución de los salarios reales estimada en 10% interanual; también el consumo público decreció a un ritmo del 1,7%. En tanto las exportaciones de bienes y servicios reales registraron un crecimiento del 15%, según los datos oficiales.

Sobre las perspectivas hacia adelante, la consultora ACM, advirtió: “esperamos que la actividad en el tercer trimestre caiga en forma más pronunciada en torno al 1% trimestral, traccionada por la inestabilidad en el mercado de cambios y la aceleración de la inflación”. “Proyectamos una caída en torno del 3,8% para 2019 debido a la demora en la desaceleración de la inflación, las elevadas tasas de interés y el escenario electoral que despierta un comportamiento precautorio”, resumió la consultora.

Fuente: clarin.com