ECONOMÍA – Piden más controles Coronavirus: advierten que el menor consumo podría meter más presión sobre el dólar

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Para los economistas serían necesarias más restricciones cambiarias para evitar que un alza de la divisa vaya inmediatamente a la inflación.

En medio de la ciudad vacía por la cuarentena, los economistas le prestan más atención a lo que podría pasar con el dólar. En los sectores más acomodados, la imposibilidad de consumir por el efecto del coronavirus hace que queden pesos disponibles que podrían presionar sobre el tipo de cambio. A esto se suma el impacto de la emisión monetaria a la que el Gobierno tendrá que recurrir para oxigenar a la economía y que también podría reavivar la hoguera cambiaria.

Ernesto Schargrodsky, director del Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Di Tella, señala que “las medidas necesarias para proteger la salud agravan la recesión. Hay que atender una emergencia y a la vez enfrentar una caída de la recaudación. Habrá que hacer una reasignación de partidas, pero otra parte se cubrirá con emisión. Entonces aparece un nuevo desafío: retrasar el efecto del traspaso a la inflación, especialmente en alimentos. Por eso durante la cuarentena es pertinente garantizar la producción de alimentos y ciertos controles de precios.”
En esta línea Schargrodsky indica que “es probable que hagan falta restricciones cambiarias adicionales”. En un país que permite comprar solo US$ 200 por mes ajustar aún más el cepo suena temerario. Pero el economista remarca que “hay que encontrar la forma de enlentecer el traspaso a precios de lo que ocurra con el dólar a partir de la mayor liquidez. Habrá más pesos disponibles de parte de los sectores obligados a resignar consumos, entretenimientos y viajes. Y también por la mayor emisión. Si durante la cuarentena sigue subiendo el dólar, eso podría impactar sobre los alimentos”.

¿Si se endurece el cepo esto no haría crecer la brecha cambiaria? “La brecha va a crecer, pero el tema es que toda la transmisión sea más lenta. Igual que con el coronavirus, de lo que se trata es de aplanar la curva, de ganar tiempo. Con más restricciones cambiarias se puede enlentecer ese fenómeno”.

Esteban Domecq, de la consultora Invecq, coincide en que “en ciertos sectores hay un excedente de pesos. Ese incremental va a agregarle presión a la brecha. Si el aislamiento persiste, en abril va a haber muchos pesos sobrantes. Pero en términos de dólar me preocupa más la devaluación importantísima que hubo en los emergentes”.

Brasil, nuestro principal socio comercial, devaluó 26% en el año. “El tipo de cambio real multilateral se apreció más del 10% desde que empezó lo del coronavirus. No me extrañaría que si la situación se agudiza, a lo largo de abril el Banco Central deje deslizar más al dólar oficial”, dice Domecq. Pero agrega que “el tipo de cambio anclado es el principal pilar para luchar contra la inflación. Ahí está la válvula que van a tener que graduar con mucha precisión para que no se compliquen ni el frente externo ni el interno”.

Mariela Diaz Romero, de Econviews, no ve una mayor presión sobre el dólar por el coronavirus. “No creo que mueva la aguja de una manera tan significativa. En este contexto la gente prefiere adelantar consumo gastar el excedente en el super”. Y coincide en que lo más preocupante es el desfasaje respecto de las monedas emergentes. “El Central debería ir a una apreciación más rápida para evitar tener que enfrentar un salto abrupto más adelante”.
Jorge Neyro, de la consultora ACM, señala que “de parte de los sectores más acomodados puede haber presión sobre el dólar pero será limitada por los controles que ya existen. En los últimos días el dólar venía subiendo pero no se notaba que hubiera un gran movimiento de precios. Esto no quiere decir que no haya apetito por dólares, sino que el paralelo igual está caro. No hay voluntad de pagar mucho. El gobierno no tiene mucho para ganar si sigue cerrando el cepo. En el cortísimo plazo, el problema no parece ser el mercado cambiario. A menos que pase algo muy disruptivo. Pero hasta ahora la suba de $ 86 a $ 90 del contado con liqui no es más de un 5/6%. No me parece tan violento dado el tembladeral mundial”.

Neyro remarca que “la aversión al riesgo hace que la gente pague un poco más por el dólar, pero no pagaría una una cifra desbocada. La brecha está en 42%, no es tanto. En febrero ya estaba en 35%”.

Con todo el mercado paralizado una de las incógnitas es cómo harán las pymes para financiarse. Sin ingresos por la cuarentena, muchas tendrán que sacar dólares del colchón para hacerse de pesos. Pero sin arbolitos la única opción sería ir al dólar bolsa. ¿Es una opción viable para pequeños comerciantes? Para Neyro “para las pymes las opciones están restringidas porque no se puede circular. Ir a la dólar bolsa no parece viable. Con tantos feriados el “parking” -la obligación de conservar los dólares durante cinco días hábiles en la cuenta- se transforma en 15 días corridos”. Así, la única alternativa sería que las cuevas que operan con el blue extiendan el incipiente delivery que habían empezado a desarrollar. “Alguna alternativa encontrarán. La gente se va adaptando. Ir a vender los dólares al banco implica asumir una pérdida de $ 30 por dólar, algo que parece inviable”.

“Después de dos años de recesión las pymes no tienen un colchón importante. Antes del coronavirus ya las pymes estaban con el agua al cuello”, plantea Domecq. “Las pymes están en una situación de stress financiero fenomenal. Ese es el mayor riesgo que tiene la economía en las próximas semanas. Por eso es muy importante que el Gobierno empiece a tomar medidas paliativas para contener al sector productivo”.

Fuente: ieco.clarin.com