En la pandemia se aceleró una tendencia que comenzó antes: en dos años y medio, los empleados en relación de dependencia cayeron de 514.300 a 476.800 en la provincia.
En solo 28 meses, de contar con 514.300 trabajadores en relación de dependencia en el sector privado, la Provincia de Santa registró en abril de este año 476.800: una pérdida de 37.500 empleos. De este total, con la pandemia y cuarentena, 10.000 empleos se perdieron en marzo y abril
La pandemia y la cuarentena explican sólo una parte de este retroceso porque la caída del empleo registrado es muy anterior. Los datos oficiales del Ministerio de Trabajo marcan que el tope de 514.300 empleados registrados se alcanzó en diciembre de 2017. Un año después se redujo a 504.500 para volver a caer a 493.100 en diciembre de 2019. Y volver a descender a 486.800 en febrero y marzo de este año.
Así en vísperas de la pandemia y la cuarentena, la Provincia venía de perder 27.500 empleos formales. Los números de abril y marzo indican que esa tendencia se acentuó con la pérdida de otros 10.000 empleos registrados. Así el número de asalariados formales ocupados retrocedió a los niveles de abril de 2011.
Todo esto pasó a pesar que desde el 13 de diciembre del año pasado rige la doble indemnización para los despidos sin causa atribuible al trabajador. Y desde el 31 de marzo la prohibición de despidos.
En los últimos 12 meses, con datos del primer trimestre de este año, la subocupación casi se duplicó en la ciudad de Santa Fe (del 5,8 al 11,2%).
La caída del empleo registrado, formal o “en blanco” – así definido porque el trabajador cuenta con los derechos de jubilación, pensión, obra social, accidentes de trabajo, cobro del medio aguinaldo y de indemnización en caso de despido sin causa – es una consecuencia del estancamiento y retroceso de la actividad económica pero marcan también el avance de la precariedad laboral. Y fue acompañado desde fines de 2017 de una reducción del 20% en el poder adquisitivo de los salarios.
Es que al mismo tiempo Santa Fe registra un avance del empleo no registrado y del subempleo (“changas”). En los últimos 12 meses, con datos del primer trimestre de este año, la subocupación casi se duplicó en la ciudad de Santa Fe (del 5,8 al 11,2%) y los asalariados no registraron subieron del 24,3 al 28% del total de los trabajadores en relación de dependencia. En Rosario la subocupación aumentó del 11,8% al 13% y los asalariados “en negro” pasaron del 34,6 al 37,6%.
Según el Ministerio de Trabajo en Santa Fe, “la cantidad de trabajadores asalariados informales del sector privado asciende al 32% y dentro de estos el 63% son trabajadores ocupados en unidades productivas informales, es decir que la totalidad de sus trabajadores se encuentra sin registro en la seguridad social. Los trabajadores ocupados en casas particulares representan el 11% del total de los asalariados y los que están sin registrar asciende al 67%.”
A su vez, “ dentro del 67% que corresponde a trabajadores por cuenta propia informales, es que a pesar de que una gran cantidad son trabajadores no profesionales sin capital (28%), es decir que podría pensarse que desarrollan actividades laborales de subsistencia, existe un 21% de cuentapropistas informales que desarrollan actividades de calificación profesional y técnica. Por último, de los cuenta propia informales que poseen capital son el 51% de esta categoría”.
Dentro de la población económicamente inactiva, “la población joven que no trabaja ni busca trabajo y que tampoco estudia (representan el 17% de los jóvenes inactivos), ya que en muchos casos y, especialmente entre las mujeres, cumplen un rol fundamental en sus familias, es decir, tareas de cuidado del hogar que permiten que otros miembros puedan tener una participación activa en el mercado de trabajo.
También se debe destacar, por su extrema vulnerabilidad, el subconjunto de adultos mayores en edad de jubilarse que no tienen beneficio previsional (5% de los adultos mayores inactivos).
Fuente: airedesantafe.com