El tipo de cambio en Argentina se despegó del promedio: sube 67% desde el inicio de la cuarentena y 112% en lo que va del año contra un promedio de apreciacion de 3,5% desde marzo y 15% en el año de las monedas de la región.
Desde el Gobierno insisten en que la crisis global que generó la pandemia de coronavirus es el causante principal de la crisis que aqueja a la economía local. Si bien el discurso apunta a unificar el impacto económico y financiero en el mundo, catalogándolo como un drama global, los castigos no han sido uniformes.
El dólar en Argentina sube 10 veces más que lo que lo hace en promedio en la región, a la vez que activos financieros como las acciones caen 40 veces más que sus pares regionales y de los mercados emergentes.
Es cierto que el coronavirus representó una crisis sin precedentes a nivel global.
Sin embargo, la recuperación de los mercados también luce con características históricas, tal como puede observarse en los rebotes de los principales índices de Wall Street.
Después de colapsar más de 30% en febrero y marzo, tanto el Dow Jones como el S&P 500 han eliminado casi la totalidad de dichas pérdidas y suben más del 45% desde los mínimos de marzo. El Nasdaq composite, en tanto, sube un 32% en 2020, dado que ha sido el sector que más se ha favorecido por la crisis.
Yendo a las monedas, el dólar contado con liquidación en la Argentina sube 112% en lo que va del 2020. La segunda moneda que más pierde es el real, con el dólar subiendo en Brasil un 43%. Detrás se ubican Colombia, donde el dólar sube 16,5%, Uruguay (14,4%), México (13,1%), Perú (9,4%) y Chile (3%).
Dicho de otra manera, el dólar en la Argentina sube en 2020 casi 2,6 veces más que en Brasil, casi siete veces más que Colombia, ocho más que en Uruguay, 8,6 veces más que en México, 12 veces más que en Perú y 37 veces más que en Chile.
Medido sólo desde que se inició la cuarentena, el dólar en la Argentina sube 67%, seguido por el dólar en Brasil, que trepa 13,5%, y en Perú, que avanza 2,4%. En Uruguay, en tanto, el billete cede 6,8%, en Colombia cae 7%, en Chile, 10,6% y en México, 12%.
Esto implica que desde que se inició el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el país, el pasado 20 de marzo, el dólar a nivel local sube casi cinco veces más que en Brasil y 29 veces más que en Perú. Mientras el dólar subió en Argentina 67%, el resto de las monedas de la región se apreciaron 3,5% en promedio.
Emisión monetaria y caída de reservas
A diferencia del resto de los países de la región y del mundo, la Argentina no tenía ni tiene la capacidad fiscal para sostener una cuarentena tan larga y tan estricta. Aun así, la cuarentena en Argentina es justamente la más larga del mundo y que pese a ella, coloca al país entre los países con mayores casos del mundo y mayor tasa de muertes por habitante, estando también entre los países que menos testeos realizan cada millón de habitantes.
Los ingresos colapsaron y los gastos explotaron, generando mayor presión sobre el déficit fiscal y de mayor emisión monetaria.
Nery Persichini, head de estrategia de GMA Capital, explicó que la contracara del alto déficit fiscal, sin posibilidad de colocar deuda en el exterior y con un mercado local reducido, es el financiamiento vía emisión monetaria.
“En lo que va del año el 98% del agujero fiscal fue solventado mediante la asistencia del Banco Central (BCRA). Por estos días, la inyección de pesos se encuentra en máximos de más de 20 años y supera el 8% del producto, más que duplicando el máximo previo de 2014. Los agregados monetarios corren a un ritmo acelerado. El M2, el proxy de la oferta de dinero conformado por el circulante más depósitos en cuenta corriente y caja de ahorro, se expande a un 90% interanual. Por otro lado, el déficit proyectado a fin de año se aproxima a $ 1 billón que sería financiado con más emisión. Este exceso de pesos presiona tanto sobre el dólar como sobre la brecha, que alcanzó más temprano en el año un pico de 130%, un umbral no visto desde fines de los 80”, comentó.
Similar advertencia hizo Adrian Yarde Buller, economista jefe de Grupo SBS, quien remarcó que las tensiones cambiarias siguen en el centro de la escena, pero lo que genera estas presiones es el enorme déficit fiscal financiado con emisión monetaria.
“En los últimos 12 meses se emitió 8% del PBI para financiar el déficit fiscal y en el último trimestre del año habría que emitir otro 3%. Y en 2021 seguirá”, dijo el economista.
Ante la falta de dólares, el Gobierno hizo cada vez más duro el cepo cambiario generando un rally en la brecha con el dólar oficial. Los ahorristas se asustaron y aceleraron la salida de depósitos del sistema financiero, a la vez que hubo una búsqueda apresurada por indexar los pesos a activos que ajusten por tipo de cambio y mayor demanda de dólar billete. Este contexto generó un deterioro en el balance del BCRA.
Según Fernando Marull, economista y director de FMyA, al BCRA le quedan menos de u$s 1000 millones de reservas líquidas y u$s 5000 millones si se incluye el oro. Advirtió que sigue alto el retiro de depósitos en dólares, a un ritmo de u$s 60 millones por día.
“El mercado ya le tomó el pulso al equipo económico. Si el equipo económico insiste con medidas gradualistas, la incertidumbre no bajará. El mercado demanda un plan”, advirtió el economista.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) remarcaron que siguen las tensiones, con el Banco Central interviniendo para abastecer el exceso de demanda.
“Si nos concentramos en el balance mensual, el BCRA acumula ventas de u$s 774 millones -a un ritmo promedio diario de u$s 46 millones-. En el mes, el dólar mayorista acumula una suba del 2,7%”, explicaron desde PPI.
“Repasando el comportamiento de los depósitos en dólares del sector privado, éstos mostraron salidas por u$s 95 millones el 21 de octubre (último día registrado por el BCRA), donde en lo que va del mes ya acumula retiros por u$s 1002 millones. En todos los días de octubre se registraron variaciones negativas en los depósitos, con un promedio diario de u$s 72 millones que podría aumentar debido a los últimos ruidos en el mercado de cambios y la caída constante de reservas”, agregaron en la firma.
La brecha hace daño a la economía real
La velocidad de la recuperación económica está perdiendo fuerza. Se percibe tanto por el EMAE como por el deterioro en la balanza comercial. La economía real está comenzando a mostrar los impactos negativos de la brecha cambiaria y se encienden las luces de alerta.
Los analistas de Criteria advierten que la brecha cambiaria empieza a dejar huellas profundas en la matriz económica real. Nicolas Max, head de asset management de dicha firma, recordó que en un evento virtual organizado por la compañía la semana pasada con la presencia de Carlos Melconian, dicho economista remarcó que “no hay vida con 100% de brecha cambiaria”.
Max agrega que, hoy la diferencia se ubica en el 105% para el cambio financiero y orilla el 130% para su variante informal.
“Los últimos registros dan cuenta de las dificultades que enfrenta un país cuando convive con tasas de cambio tan distantes entre sí. Creemos que las restricciones sobre el mercado cambiario no resultan, en el mediano plazo, un mecanismo efectivo para estimular el saldo comercial con el mundo. Por consiguiente, se agudiza la dinámica negativa de reservas en el Banco Central”, sostuvo Max.
Una expectativa creciente de devaluación (reflejada en la magnitud de la brecha) funciona como un incentivo a las importaciones de insumos y un desincentivo a las exportaciones al cambio oficial. Los estímulos, de corto plazo, propuestos por el Gobierno, cómo la reducción de retenciones para el sector agro, lucen apenas marginales a la luz de la diferencia entre las distintas tasas de cambio”, dijo el analista de Criteria.
En la última semana, el Indec registró una caída importante en el comercio neto con el mundo. Reportó un superávit de u$s 584 millones en septiembre, una merma superior al 66% en relación con el mismo período del año pasado.
El resultado también se mantuvo por debajo de todos los anteriores períodos de 2020, cuando el ingreso de divisas por vía comercial fue de entre u$s 1000 y u$s 1900 millones por mes.
Max agregó que el intercambio comercial argentino ha sido históricamente una importante fuente de divisas ya que en 17 de los últimos 20 años hubo superávit.
“De profundizarse esta tendencia a la baja, se agravaría una debilidad estructural en el perfil externo: un superávit comercial que no alcanza para cubrir los diferentes canales de demanda. De esta manera, el último registro del Indec enciende señales de alarma sobre la evolución del saldo comercial. Seguimos pensando que revertir la dinámica en el tipo de cambio y en el sector exportador requerirá de un incentivo mayor a las medidas anunciadas, junto con un panorama macroeconómico que otorgue mayor previsibilidad y confianza, con el objetivo de revertir las alicaídas expectativas de los agentes del sistema económico”, afirmó el head de asset management de Criteria.
Fuente: cronista.com