Un 46% son las firmas que están parcialmente operativas, y un 4% aún se encuentra sin operar. Se profundiza la asimetría entre las empresas según su tamaño.
A medida que la economía va saliendo del golpe de la pandemia, la recuperación productiva es heterogénea, y presenta rasgos distintivos según los sectores de actividad, y las distintas zonas geográficas del país. En la actualidad, el 50% de las pymes ya están totalmente operativas, aunque apenas el 30% tiene activo a todo su personal, lo que supone un cambio en los procesos productivos para hacer frente a las restricciones que supuso el aislamiento.
En ese sentido, un 46% son las firmas que están parcialmente operativas, y un 4% aún se encuentra sin operar, según los datos que surgen del relevamiento “Coronavirus: Impacto sobre las pyme, producción y empleo” realizado por a Fundación Observatorio Pyme (FOP) sobre un universo de 1.377 empresas de distinto tamaño, distribuidas en las seis regiones de la Argentina.
Desde el dictado del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, en octubre fue la primera vez que la distribución entre las empresas con operatividad total y parcial fue prácticamente igual con un 50% y un 46%, respectivamente.
Puntualmente, entre el 10/6 y el 18/10 volvieron a operar al menos 51 mil mipyme (hasta 250 ocupados) y medianas- grandes (MEG, de 251 a 800), que registran más de 180 mil puestos de trabajo.
La recuperación por sectores
Desde el inicio del ASPO hubo sectores esenciales o exceptuados que nunca estuvieron inactivos, tal como ocurrió con las firmas del agro y otros recursos naturales que ahora siguen siendo las de mayor operatividad relativa con 76% de sus firmas totalmente operativas.
En el otro extremo, la Construcción continúa siendo el sector más rezagado en volver a operar, con una mayor proporción de empresas inactivas (6%), así como un menor porcentaje de firmas totalmente operativas (28%). Por su parte, las empresas de Comercio muestran un cuadro de situación más parecido a las de Construcción, mientras que Servicios e Industria Manufacturera se encuentran en una situación operativa intermedia.
Divergencia entre actividad y empleados
“Un factor importante que es necesario monitorear debido a las consecuencias reales que tiene en la actividad productiva de las compañías es el porcentaje de inactividad de su personal”, señala el informe de la FOP.
Al respecto, sólo el 30% de las empresas de hasta 800 ocupados tienen a todo el personal activo. Estos datos revelan que al menos 2 millones de personas asalariadas registradas, aún continuando la relación laboral, no están participando de las normales actividades que desempeñaban en las empresas empleadoras antes de la irrupción del Covid-19.
“La comparación con la situación de hace unos meses atrás muestra que, lógicamente, en la medida que se retomaron las actividades, la proporción de personal inactivo fue reduciéndose. No obstante, en línea con las autorizaciones especiales, las pautas marcadas por los respectivos protocolos y/o las características de los procesos internos, junto con la relación de oferta y demanda, se observan distintas realidades tanto por sector como por región y tamaño”, señala la investigación.
De acuerdo al sexto relevamiento realizado entre el 15 de septiembre y el 18 de octubre, las empresas de Construcción y de Comercio son las que relativamente menos han podido reactivar a sus trabajadores. Las actividades vinculadas a recursos naturales, por el contrario, siguen siendo las de menor inactividad de su personal.
Por otra parte, a nivel regional, especialmente las empresas del sur del país y las del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) -aunque más cerca del promedio nacional-, muestran una mayor inactividad del personal con relación a sus pares de otras regiones con un 43% y un 29% de sus respectivas firmas con más del 30% del personal inactivo. Además, la región Sur también destaca por la mayor proporción de empresas con todo su personal inactivo con un 7%. Por el contrario, Centro sigue siendo la región donde las empresas han podido reincorporar a su personal relativamente más que en el resto, incluso tiene la menor presencia de firmas con todo el plantel inactivo con un 2%.
Relación de fuerzas
En actual coyuntura se refuerza la diferente capacidad de hacer frente a las crisis que tienen las grandes y las pequeñas empresas. Según los datos recabados, a mayor tamaño de la firma, menor inactividad del personal. Sólo un 17% de las empresas de más de 50 ocupados tienen inactivo a más del 30% del personal, mientras que ese guarismo se duplica entre las firmas de menos de 10 trabajadores. Así también ocurre con la presencia de firmas con todo su personal inactivo (ninguna entre las MEG, 7% entre las micro). “Esta relación no se presentaba a principios de junio, cuando sólo las firmas medianas quedaron más alejadas y por debajo del promedio de inactividad del personal mayor al 30%”, indica la FOP.
En ese sentido, el informe indica que “el nivel del paro productivo provocado por la irrupción de la pandemia no se puede medir correctamente solo por el porcentaje de empresas en funcionamiento. El grado de operatividad de las empresas se refiere al estado de funcionamiento de la firma y no a la tasa de actividad del personal”.
Vale recordar que desde el inicio del ASPO hubo empresas incluidas en sectores esenciales que continuaron con su nivel de actividad, y a medida que se fue flexibilizando el aislamiento empezó a haber empresas exceptuadas que comenzaron a trabajar con protocolos de actividad. “Por lo tanto, el grado de operatividad de la firma no implica directamente una tasa de actividad de su personal equivalente. Este descalce responde a: i) procesos y organización interna, ii) restricciones regulatorias para poder funcionar, y iii) caída de la oferta y demanda de bienes y servicios que implicó la pandemia”, señala el informe.
En cuanto a la asimetría entre las empresas según el tamaño, el relevamiento advierte que en la actual coyuntura “emerge una situación donde casi dos tercios de las empresas de mayor tamaño se encuentran totalmente operativas reincorporando a la actividad entre un 80 y un 90% de su planta de personal. El otro grupo, el de las empresas de menor dimensión, tiene una operatividad mucho más baja (sólo 4 de cada 10 totalmente operativas) pero incorporando a todo el personal. Se profundiza la brecha abriendo un espacio para la mayor eficiencia productiva de las empresas de mayor dimensión en la pospandemia, empresas que son también las que más activamente han resistido este tiempo de pandemia”.
Fuente: ambito.com