Fuerte impulso de los sectores de mano de obra intensiva. El Gobierno anticipa que continuará el repunte.
La industria sigue siendo la punta de lanza de la recuperación que comienza lentamente a vislumbrarse en las estadísticas oficiales. El repunte del empleo del que da cuenta el último informe de situación y evolución del trabajo registrado que elabora el Ministerio de Trabajo fue motorizado por el crecimiento de la mano de obra en las manufacturas, que subió en septiembre 0,4% frente al mes de agosto. Los indicadores demuestran que la tendencia continuó durante octubre y noviembre alcanzando los valores previos a la pandemia.
Según el último relevamiento oficial se contabilizaron 5.776.000 personas asalariadas en el sector privado. Una leve mejora del 0,1% con respecto al mes anterior. En ese marco, la industria registró 1,87 millón de puestos de trabajo. Una cifra similar a la que se observó durante los meses de enero y febrero. La mejora es impulsada por los sectores de mano de obra intensiva; la cadena textil ya cuenta con un 15% más de ocupados que en 2019, la construcción anotó su tercera alza consecutiva desestacionalizada en el nivel de empleo y la metalurgia gana terreno gracias el alto nivel de demanda de los bienes durables.
En tanto, el balance interanual sigue arrojando un resultado negativo con la pérdida de alrededor de 100.000 puestos de trabajo. Sin embargo, el repunte de la actividad automotriz y autopartista y la continuidad del boom de la construcción dan cuenta de que la recuperación podría continuar hasta fin de año. Dos datos fundamentales proyectan que en noviembre también se registrará un crecimiento interanual de la producción, el sector automotor creció 20,2% frente al mismo mes en 2019 y los despachos de cemento subieron 28%. El 95% de las veces que ambos crecen simultáneamente el promedio industrial también lo hace.
Gobierno y empresarios coinciden en la importancia que el programa de Asistencia para el Trabajo y la Producción (ATP) tuvo al momento de morigerar el impacto de la pandemia. “El ATP fue sumamente importante para sostener el empleo, permitió que aquellos que seguían operando puedan amortiguar algo de la pérdida de rentabilidad y que aquellos que estaban paralizados tengan menos pérdidas”, dijo a Ámbito Guillermo Siro, titular de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires.
El interrogante se abre sobre el efecto que tendrá para el empleo el retiro del ATP y su sustitución por el REPRO. “Nos preocupa que se retire el ATP porque aún continúan las restricciones por protocolos y el alza de los costos operativos por el coronavirus. De todas maneras, si se recupera la demanda y la actividad, los puestos de trabajo no deberían caer”, subrayó Siro.
Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas anticiparon que esperan para el año que viene “una recuperación fuerte de la actividad con impacto en el mercado interno y en la creación de puestos de trabajo”. Además, señalaron que continúa el proceso de recuperación que se advierte desde agosto y las proyecciones marcan para noviembre un crecimiento interanual del 3%. De esta manera esperan que en los próximos meses persista el rebote en el índice de empleo industrial.
Fuente: ambito.com