El organismo multilateral revisó su pronóstico de expansión económica en Latinoamérica y el Caribe para 2021 y brindó detalles de lo que habría que modificar para evitar otra “década perdida”. También hicieron pronósticos respecto de Argentina.
El Banco Mundial prevé un magro repunte económico en Latinoamérica y el Caribe en 2021. Eso se concluye del informe regional publicado el miércoles, en el que pide “reformas urgentes” para superar la crisis del Covid-19 y evitar otra “década perdida”.
Por otra parte, el Banco Mundial estimó para Argentina una contracción del PIB de 9,9% en 2020, con una expansión proyectada de 7,5% en 2021, y de 2,6% en 2022 y 2,1% en 2023.
La entidad monetaria también descartó el miércoles el riesgo de hiperinflación en Argentina, y consideró que un acuerdo con el FMI reducirá más esa posibilidad. “No veo ese riesgo”, dijo en rueda de prensa William Maloney, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, al ser consultado sobre el incremento de precios en el país.
“La inflación sí está alrededor de 50% pero el gobierno sigue contando con algunas herramientas para evitar que la crisis se profundice. Además, llegar a un acuerdo con el FMI anclará las expectativas reduciendo más el riesgo”, añadió. El índice de precios al consumidor reportó un alza interanual del costo de vida de 51,4%.
Uno de los puntos remarcados por el BM, es lograr el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para reemplazar el stand-by suscrito en 2018 durante el gobierno de Mauricio Macri, y por el cual debe u$s44.000 millones .
América Latina y el Caribe
El organismo multilateral volvió a revisar al alza su pronóstico de expansión económica en Latinoamérica y el Caribe para 2021, a 6,3% frente al 5,2% proyectado a mediados de año. El informe semestral del Banco Mundial para América Latina y el Caribe indica que los pronósticos de crecimiento para 2022 y 2023 son “igualmente mediocres”, de 2,8% y 2,6%, respectivamente.
Esto implica un retorno a la tasa de crecimiento anual de la región en la década de 2010, cuando el PIB regional aumentó 2,2%, frente al 3,1% del resto del mundo. “La deslucida recuperación, sumada a las bajas tasas de crecimiento de la década anterior, sugieren la existencia de problemas estructurales internos en la región”, explicó el Banco.
Entre las sugerencias, el Banco Mundial, asegura que hay problemas estructurales, y sostiene que “si no se los abordan, es probable que el crecimiento anémico se mantenga y sea insuficiente para avanzar en la lucha contra la pobreza, y aliviar las tensiones sociales”. Al respecto se ejemplificó que Latinoamérica y el Caribe tienen solo 8% de la población mundial pero representa más del 30% de las muertes reportadas globalmente por Covid-19.
Al respecto indican que las consecuencias de la pandemia serán muy largas. “La recuperación es más lenta de lo esperado, y las secuelas que ha dejado en la economía y la sociedad tardarán años en desaparecer”, estimó el BM. Hay dos ejes centrales: la pobreza en los niveles más altos en décadas y la pérdida del ciclo lectivo de entre uno año y un año y medio.
También indicaron que aún es un reto la contracción de la liquidez global por suba de tasas para frenar la inflación, y el alto endeudamiento del sector privado. Además, la relación promedio de la deuda pública con respecto al PIB subió “drásticamente” en dos años, en 15 puntos, hasta alcanzar el 75,38%, según el reporte.
“Cada vez es más evidente la urgencia de abordar agendas políticas desatendidas durante mucho tiempo que frenan el crecimiento en la región”, señaló el Banco y se pregunta: “¿Qué hay que hacer entonces para no caer en otra “década perdida” como la de los años 1980 por la crisis de la deuda?”.
Al respecto, el Banco Mundial sostiene que hay que “replantear las prioridades del gasto y poner el foco en fortalecer los sistemas de salud y educación para contrarrestar la pérdida de aprendizaje e impulsar carreras cortas en línea con las necesidades de la industria”.
En un contexto de restricciones presupuestarias, los países de la región, sostiene el BM, “también deben apostar a la investigación, incrementando su baja inversión promedio del 0,6% del PIB en innovación y asegurando vínculos con el sector privado en este apartado”.
Según el informe, los países deben desarrollar aún más la infraestructura ya que la inversión pública como porcentaje del PIB comenzó a reducirse en dos tercios desde la década de 1980.
En términos de energía, el informe indica que “la generación debe ser más respetuosa del medio ambiente y apuntar a eliminar subsidios”.
El Banco Mundial no pide recortar el gasto público de forma generalizada, pero sí mejorar las contrataciones para reducir la corrupción. Según sus estimaciones, el gasto ineficiente por sobornos y presupuestos inflados es “enorme”, de alrededor del 26% sobre el costo de los proyectos.
La entidad también pidió “potenciar la recaudación impositiva” y “subir impuestos sin afectar el crecimiento es posible” y propone aumentar los impuestos a la propiedad inmobiliaria o gravar productos azucarados. Además, sugiere combatir la evasión tributaria, señalando que en la región las tasas de evasión promedio del IVA y del impuesto a las sociedades son del 29,4% y el 49,2%, respectivamente.
Fuente: ambito.com