Se trata de una estrategia de los supermercados que consiste en reducir el contenido de los envases para que los consumidores no perciban el aumento de precios. Más detalles sobre este nuevo método y cómo evitarlo.
En un contexto de alta inflación, donde el Nivel general del Índice de Precios al Consumidor registró un alza mensual de 4,7% en febrero de 2022 y una variación interanual de 52,3%, los precios están en la mira más que nunca.
Cuando vamos al supermercado y vemos la gran variedad de ofertas en las góndolas, nos surgen muchas preguntas de repente: ¿Priorizamos calidad o cantidad? ¿Precios bajos o altos? ¿Cuánto de cada cosa debemos llevar?
Además de todas estas cuestiones a la hora de ir a comprar, un nuevo problema recurrente ha sido la reduflación, una estrategia de marketing de las marcas que consiste en reducir el contenido de los envases de modo que los consumidores no perciban la subida del importe. Este nuevo término económico surge de combinar “reducción” e “inflación”.
En Argentina, la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua) alertó en diversos informes sobre las presentaciones cada vez más pequeñas de los bienes ofrecidos en las góndolas de los supermercados.
De acuerdo a la entidad, estos nuevos envases de productos ya conocidos suelen pasar inadvertidos para los consumidores ya que “no presentan diferencias con los precedentes, pero sus porciones resultan siempre más reducidas“.
Este fenómeno no se circunscribe solo al sector de alimentos, sino que también se observa en otros productos como envases de shampoo, latas de conservas, bebidas, y muchos otros artículos básicos.
Todo esto potenciado en los últimos meses por la estrategia del Gobierno de obligar a las empresas a retrotraer hasta dos meses los precios de múltiples productos, pese al incremento reiterado de costos.
CÓMO EVITAR LA REDUFLACIÓN
A pesar de que el consumidor pueda sentirse “estafado” por pagar un producto (caro) que al fin y al cabo viene con menos cantidad, es importante aclarar que la reduflación no se considera una práctica ilegal.
En realidad, se trata de una subida de precios “maquillada” ya que el fabricante o distribuidor especifica en el paquete dicho cambio de cantidad. Por eso, se recomienda:
- Fijarse en el precio por kilogramo o litro
- No consumir siempre la misma marca o cambiar de una a otra según las oscilaciones y ofertas
- Elegir fabricantes con buena calidad-precio
- Comparar los alimentos de la misma categoría.
Fuente: cronista