La guerra contra la inflación por ahora no le da frutos al Gobierno, ya que la suba del costo de vida en marzo oscilará entre 5,4% y 6,3%, según las estimaciones de consultoras privadas, con lo cual superará al 4,7% de febrero. La preocupación oficial se focaliza principalmente en los precios de los alimentos por el impacto que tienen en los niveles de indigencia y pobreza.
Según las mediciones privadas, el valor de los alimentos en marzo se encareció entre 5,7 y 5,9%, y acumuló en el primer trimestre del año una suba en torno al 18 o 19%.
Aunque en el Gobierno destacaron la caída en los niveles de indigencia y pobreza registrados en el segundo semestre de 2021 -que informó esta semana el INDEC-, ante la aceleración inflacionaria del primer trimestre que erosiona el poder adquisitivo de las familias, los analistas auguran un deterioro de ambos indicadores para la primera mitad de este año.
A partir del mal dato de los últimos meses, las consultoras corrigieron sus cálculos y proyectan que la tasa inflacionaria este año terminará arriba del 60%, frente al 50,9% que había registrado en 2021, y quedaría muy lejos del rango de entre 38% y 48% contemplado en el nuevo programa con el FMI.
En este sentido, el vocero del FMI Gerry Rice defendió este jueves 31 de marzo el nuevo acuerdo con Argentina y se mostró optimista en que se pueda “comenzar el proceso de bajar la inflación con una reducción gradual del déficit fiscal y fortalecer el esquema monetario, el poder del peso y la competitividad de sectores claves”.
No obstante, el portavoz reconoció que “los riesgos del programa son excepcionalmente altos porque la situación económica y social de la Argentina es frágil y nuevos shocks se han materializado”, en alusión al efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania sobre el precio de los alimentos y la energía.
Feletti: la inflación de marzo “va a dar mal”
El secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, también aludió al impacto del conflicto bélico al admitir que el “el índice de marzo va a dar mal” y atribuirlo a que “hay mucho impacto de la guerra, mucho impacto en los productos de harina; eso va a pegar mucho y es lo que más me preocupa en alimentos”.
Al respecto, el economista Camilo Tiscornia indicó a iProfesional que el sondeo de precios minoristas de su consultora arrojó en marzo un aumento promedio mensual de 5,4%, con lo cual la tasa de inflación interanual se ubica en 53,6%. “En marzo se combinaron incrementos estacionales habituales con el descongelamiento de varios precios y los efectos del conflicto en Ucrania”, señaló.
En Eco Go estimaron que la inflación de marzo alcanzará a 6,3% explicado principalmente por el fuerte aumento en los regulados (gas, luz,prepagas, educación y combustibles”, y por la expectativa de nuevos controles de precios y alimentos y otros bienes.
Por su parte, Federico Moll, economista de Ecolatina, comentó que aún no está cerrado el número final de inflación de marzo pero calculó que rondará “entre 5,5% y 6%, con alimentos un poco por encima de eso”, en tanto que Lorenzo Sigaut Gravina, director de Análisis Macroeconómico de Equilibra dijo que “esperamos que de rozando el 6%”.
A su vez, Damián Di Pace, director de Focus Market, sostuvo que “la inflación de marzo se aceleró con piso del 5%, y en el caso de Transporte, Educación, Salud, Alimentos y Bebidas y Vivienda están por encima del indicador general”. El economista dijo que la inflación de origen fiscal y monetario, la corrección de precios regulados, tipo de cambio y las expectativas negativas están acelerando la variación de precios mes a mes” y advirtió que la falta de gasoil complica aún más el escenario. “El Gobierno debería tomar decisiones urgentes porque si los camiones no circulan va a haber faltante de productos en las góndolas. Peor escenario para librar guerra a la inflación no hay. Estamos en las puertas de un problema serio”, alertó.
Los precios alimentos superan a la inflación general
La inflación en alimentos registró en marzo una desaceleración frente al 7,5% de febrero, aunque en la mayoría de las encuestas se ubicó nuevamente por arriba del índice general de precios.
Según el relevamiento de Focus Market, el precio de los alimentos se encareció en marzo 5,8%, traccionado por el valor de la harina, que trepó 20,8% contra febrero por el impacto pleno de la guerra que disparó la suba internacional del trigo, y ascendió 73% en la comparación interanual.
La medición de Tiscornia arrojó una suba en marzo en el sector Alimentos de 5,7% y en el primer trimestre acumula un alza de 19% por ciento. “Hubo una gran moderación de las verduras luego de la fuerte escalada de enero y febrero. Pero, por el otro, se aceleraron las carnes y los derivados del trigo, sobre todo, en la tercera semana del mes” precisó.
Por su parte, la medición de Eco Go arroja una suba del rubro Alimentos y Bebidas en marzo de 5,9%, y en el primer trimestre un incremento de 17,6%.
Al trazar un diagnóstico de la situación, Feletti argumentó que “hay dos tipos de inflación: La monopólica que intervenimos en las góndolas, y la internacional que es el desacople que se materializa a través de las retenciones”. “En ese marco, discutimos. Ahora, milagros uno no hace“, se sinceró el funcionario.
Para Tiscornia, “lo que está haciendo Feletti no sirve para contener la inflación, seguir con los controles de precios no va a funcionar definitivamente”. Y planteó: “Él (Feletti) cree que este tipo de cosas funcionan. Pero la inflación tiene que ver con el déficit fiscal y la emisión monetaria. Para parar la inflación como está ahora se requiere una reforma profunda, El BCRA subió un poco la tasa de interés, ese es un paso, pero hay que seguir bajando el déficit fiscal”.
Asimismo, Juan Luis Bour, economista jefe de FIEL, juzgó que “no hay medidas relevantes” por lo cual vaticinó que “la inflación se abrirá camino”.
Por su parte, Di Pace explicó que “el conflicto Rusia-Ucrania llega ahora sí a nuestras góndolas con la suba del precio internacional de maíz y trigo pero también con el aumento de las tarifas de servicios que pegan en el sector industrial y comercial”. Y lamentó: “En los últimos 3 meses en Argentina hay aumentos de 2 dígitos en categorías básicas. Lo que a fin del año pasado era una extrañeza ahora se está convirtiendo en normalidad”.
¿Cómo impactará en la cifras de pobreza?
El INDEC informó esta semana que la pobreza alcanzó en el segundo semestre de 2021 al 37,3% de las personas, mostrando una baja 3,3 puntos con respecto a la primeros seis meses del año pasado, en tanto que la indigencia llegó al 8,2% de la población, lo que implica una reducción de 2,5 puntos.
Sin embargo, ante la aceleración inflacionaria del primer trimestre, los economistas proyectan que esos niveles serán “piso” este año, y algunos vislumbran que la pobreza retornará al umbral de 40%.
Tiscornia alertó que “la suba de 19% en el precio de los alimentos es un número fuerte que va a jugar en contra de la indigencia y la pobreza“.
“Así como en el 2021 la pobreza y la indigencia bajó porque la actividad se recuperó después del desastre del Covid-19, este año va a estar más complicado”, aseveró.
Tiscornia esgrimió que “va a haber bastante inflación y la actividad económica no va a acompañar demasiado, además van a aumentar los servicios públicos que es algo que mucha gente estaba pagando muy barato, y está el impacto de la guerra sobre el precio de los alimentos,, en el mejor de los casos la indigencia se va a quedar quieta”.
En sintonía, en LCG platearon que “no somos optimistas respecto a una consolidación en la moderación de los índices de pobreza durante 2022, la aceleración de la inflación en los primeros meses del año impactará de lleno sobre los ingresos de los hogares”. Asimismo, consideraron que “la posibilidad de que el Gobierno intensifique la ayuda social es realmente baja en el marco del acuerdo con el FMI”.
“Los niveles actuales de pobreza e indigencia deberían ser interpretados como un nuevo piso. Esperamos un incremento de los índices para el año que corre. El nivel final dependerá básicamente de la dinámica inflacionaria”, señalaron.
Pobreza y un pronóstico afectado por la inflación
Por su parte, Moll prevé que la pobreza “en el primer semestre de este año volverá a niveles superiores o en torno a 40%”. Y evaluaron: “No parecen existir las condiciones para que haya una reducción significativa y sostenida en los niveles de pobreza, porque hay una inflación debajo de la alfombra que es relevante y le pone un límite en la medida que empecemos a ver aumentos más fuertes de tarifas, de tipo de cambio, que causan que los ingresos en términos reales caen”. Según su visión, “lo mejor que podemos esperar para este año es una pobreza estabilizada entre 35% y 40%”.
Bour también pronosticó que “vamos a tener en la próxima medición un aumento de la pobreza a cerca de 40%”.
Por su parte, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, sostuvo que “con el avance de los precios en el primer trimestre, habrá una suba de la pobreza” y consideró que “la baja de 2021 fue electoral y no creo que eso ocurra este año”.
“Las perspectivas son diferentes. En 2021 se pudo sostener un fuerte crecimiento de actividad acompañado con el uso de los dólares que se había ganado por soja y por los DEGs del FMI. Este año tenés la restricción de que eso no lo podés hacer y la restricción adicional donde el Banco Central tiene que juntar reservas en el marco del acuerdo con el FMI, por lo que prevemos que ni la actividad ni el empleo van a crecer tan fuerte, y es probable que los precios vayan por encima de los salarios”, fundamentó.
A su vez, Sigaut Gravina dijo que “la pobreza e indigencia los vemos estabilizándose en estos niveles altos este año porque es probable que el salario real caiga, habrá que ver si el empleo sigue traccionando o no, creo que las cifras elevadas del año pasado se van a mantener, pero no va haber una expansión (laboral).
Fuente: iprofesional.com