Con un ritmo de recuperación lento pero continuado y pese a la variación negativa de junio, la economía santafesina cierra el primer semestre del año con un acumulado de +1,9%.
Por Centro de Estudios y Servicios/BCSF
Durante el segundo trimestre del año se observó una nueva aceleración en la recuperación de la actividad económica santafesina. Sin embargo, la medición de junio presentó una leve caída (-0,1%) y las expectativas para julio y agosto no son favorables, en línea con la profundización de las dificultades macroeconómicas que enfrenta Argentina. Adicionalmente la economía santafesina aún se encuentra por debajo del máximo alcanzado en marzo de 2018.
Actividad económica. Fuente: Bolsa de Comercio
En junio de 2022, teniendo en cuenta un total de catorce series representativas, siete mostraron tasas positivas y siete tasas negativas en el cuadro de variaciones mensuales. Por el contrario, los resultados interanuales continuaron siendo mayormente positivos con sólo cuatro series por debajo de sus niveles registrados en junio de 2021.
En línea con los resultados publicados a nivel nacional, el consumo de energía eléctrica industrial en Santa Fe se incrementó 0,3% en junio, con un alza interanual de 10,3%. El consumo de hidrocarburos para la agroindustria y el transporte también obtuvo variaciones positivas de 0,2 mensual y 4,8% interanual. En el caso del gas industrial las tasas fueron de 3,1 y 2,8%, respectivamente.
La molienda de oleaginosas registró una nueva caída respecto de mayo (-1,0%), acumulando una contracción anual de 5,1%. La producción láctea representa otra rama de la agroindustria en baja, con tasas del -0,5 y -0,6%, respectivamente. Las estimaciones realizadas para el mes de junio en ventas de maquinaria agrícola también señalan un resultado negativo (-1,6%), con lo cual la serie recorta su crecimiento interanual a 14,5%. Por el contrario, la faena de ganado bovino y porcino obtuvo variaciones de 0,6%, con una mejora neta de 7,1% en los últimos doce meses. Se destaca el aporte del segmento bovino en este resultado, mientras que la faena de porcinos continúa en retracción.
Trabajo y consumos
Los puestos de trabajo registrados (altas netas) continúan en alza, con variaciones de 0,3% respecto a mayo y de 2,5% respecto a junio de 2021. Por su parte, las remuneraciones reales, de este segmento de trabajadores, marcaron un leve incremento mensual del 0,8%, e interanual de 3,7%. Observando su evolución en el mediano plazo, estos guarismos no compensan el deterioro de la serie, que aún se encuentra 17,0% por debajo del pico alcanzado a fines de 2017.
La demanda laboral, comenzó a mostrar señales desfavorables de corto plazo (-3,0%), pero mantiene una sólida recuperación interanual de 14,7%.
Las ventas en supermercados (grandes superficies de la provincia de Santa Fe), registraron una nueva caída mensual (-0,3%), lo que implicó una contracción interanual de 2,7%.
El patentamiento de vehículos nuevos retrocedió 1,8%, reduciendo su mejora anual neta a 6,1%. El consumo de cemento fue otro de los indicadores en baja, pero con una contracción neta que aún es poco significativa en términos interanuales (-1.1%).
Respecto a la disponibilidad de recursos tributarios (en términos reales) la mejora para Santa Fe fue de 0,5% respecto a mayo, con un alza de 13,6% en términos de junio de 2021.
Síntesis y perspectivas
La variación interanual del índice coincidente se ubicó en 2,8% en junio de 2022, aún por encima de la banda de confianza de crecimiento promedio de largo plazo de la economía. Como síntesis para el primer semestre del año, vale remarcar la continuidad en el proceso de recuperación económica.
En particular, durante el segundo trimestre del año se registró un incremento del 1,3%. Sin embargo, observando la fase completa de recuperación (que comenzó en mayo de 2020), siguen siendo claros dos períodos. El primero, que se corresponde con el despegue posterior al efecto pandemia; y el segundo, a partir de marzo de 2021, cuando el proceso de recuperación se hace más lento si se compara con el ritmo regular de ascenso que mostró la actividad luego de otras recesiones previas. Adicionalmente, la medición de junio fue levemente negativa.
De cara a la segunda mitad del año, se espera que continúen materializándose los efectos negativos asociados al contexto inflacionario, y de restricciones, sobre los indicadores. Particularmente sobre el consumo minorista y ciertas ramas industriales que siguen alertando dificultades frente a las restricciones para importar insumos. En este sentido, los reportes de julio y agosto serán muy relevantes para tomar una primera medición objetiva del impacto que han tenido las crecientes tensiones políticas y la inflación sobre la economía real de la provincia.
Fuente: el litoral