La recaudación impositiva sigue creciendo en términos reales -un 7% sobre la inflación de los últimos 12 meses-, en línea con la recuperación de la economía, aunque los datos de ARCA muestran que no todos los sectores están avanzando por igual. Mientras algunos muestran crecimientos de dos dígitos, otros encienden señales de alarma por su estancamiento.
El caso que puede inducir a preocupación es el IVA, el termómetro por excelencia para medir la salud del comercio y los servicios en el mercado interno. Si bien continuó a la suba, su variación fue de 3,5%, un guarismo bajo en relación con el que se había visto en los últimos meses, y que es compatible con una ralentización del consumo masivo.
El IVA representa un 24% en el total de lo recaudado, por lo que, además, de su recaudación depende la salud de la política fiscal del gobierno.
El otro gran rubro que aporta a la caja del ARCA es el impuesto a las Ganancias, que previsiblemente muestra una gran suba en la comparación interanual, producto de la ley que reintrodujo el tributo para los asalariados de la cuarta categoría. El incremento real de Ganancias ha sido de 33%.
Dentro de la “torta” impositiva, Ganancias aporta un 16%, lo que indica que tiene margen para seguir creciendo a buen ritmo en el resto del año, dado que su promedio histórico se ubica en torno al 22%.
ARCA: la soja volvió a hacer la diferencia en la recaudación
Uno de los casos sorpresivos estuvo en el rubro de las retenciones a la exportación, que en abril, a pesar de las rebajas en las alícuotas, registró un crecimiento real de 41%. Esto ocurrió en un mes en el que las exportaciones llegaron a u$s2.500 millones, una cifra que llamó la atención, dado que supuso un salto de 33% respecto del mes previo.
Todo indica que, a pesar de las protestas iniciales, finalmente la estrategia de Toto Caputo de rebajar la alícuota de las retenciones -con advertencia de que la medida sólo durará hasta mitad de año- surtió su efecto. Es cierto que la liquidación había sido lenta en marzo -ventas promedio de u$s61 millones por día- en coincidencia con el peor momento de incertidumbre cambiaria -y, además, dificultades logísticas en el campo-. Pero las ventas de abril dieron un salto al nivel de u$s77 millones diarios.
En definitiva, el mayor volumen exportado compensa el recorte en las alícuotas del impuesto -en el caso de la soja, se pasó de un gravamen de 33% a uno del 26%-.
En cuanto al peso dentro del total de la recaudación, el campo está lejos de sus récords históricos -en épocas de precios altos ha llegado a representar un 10% de la recaudación-. Ahora su aporte es del 4,8%, lo cual es un avance respecto del 3,7% que se registraba hace un año -con el detalle, claro, de que en ese entonces se aplicaba la alícuota plena-.
Las previsiones para mayo indican que la exportación podría ser superior a los u$s3.600 millones, lo cual hace suponer que el ingreso fiscal por retenciones podría seguir al alza. Y probablemente la tendencia se mantenga en junio, último mes en el que regirá el incentivo de la alícuota reducida.
El dilema del impuesto al cheque
Los datos de ARCA confirman que sigue gozando de buena salud la recaudación del impuesto a los débitos y créditos en cuenta corriente, popularmente conocido como “impuesto al cheque”.
Su incremento interanual es de 17% y su aporte al total de la caja fiscal es del 7%. Esto es lo que lleva a que en el mercado persistan las dudas sobre si el gobierno cumplirá su promesa de eliminar este gravamen.
El propio Javier Milei había admitido que los empresarios tenían razón al criticar este impuesto por su efecto distorsivo en la actividad comercial. Y, sobre todo, porque es un impuesto “transitorio” desde el año 2001.
De hecho, cuando el año pasado se discutió la ley Bases con los gobernadores provinciales, ese fue el argumento de Milei para negarse al pedido de hacerlo coparticipable: una vez que el impuesto al cheque ingresa a las cajas provinciales, se tornaría una forma tácita de admitir que nunca será derogado.
En este momento, sin embargo, el impuesto al cheque volvió al tapete por las versiones en el sentido de que una de las formas en que Toto Caputo tiene previsto incentivar el uso de dólares en la economía cotidiana sea una bonificación para este tributo, siempre que se haga en moneda estadounidense.
Sube aporte de seguridad social
El otro rubro que le da satisfacciones al fisco es el vinculado a los aportes de la seguridad social. En abril, registraron una mejora real de 25,5% interanual.
Esa suba va en línea con el discurso oficial de una acelerada recuperación de la economía real, lo cual redundaría en un mayor nivel de empleo formal y un crecimiento en los montos de los salarios.
De hecho, el aporte del sistema de seguridad social a la recaudación total nacional, que hace un año representaba un share del 22%, ahora saltó al 26%.
Fuente: iprofesional