ECONOMÍA – Canasta básica: cuánto cuestan los alimentos en la Argentina en comparación con otros países de la región

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Un estudio realizado por empresas del sector revela que los costos en dólares de varios productos se ubican por debajo que en Estados Unidos, Brasil y Chile. Trasciende en un contexto de fuerte presión del Gobierno al sector por los precios

En medio de la discusión con el Gobierno por los costos y los precios de los alimentos, que estuvieron prácticamente congelados durante el año de pandemia y cuya liberación se está produciendo de forma muy gradual, las empresas alimenticias dejaron trascender un documento que da cuenta de cómo está posicionada la Argentina respecto de otros países en cuanto a los precios de los productos que componen la canasta básica. Y lo que puede corroborarse en el relevamiento es que los valores en dólares no sólo son de los más bajos en términos comparativos, sino que a su vez cayeron en dólares en torno al 20 por ciento.

El análisis, compartido a Infobae, compara los precios de distintas marcas de similar calidad de fideos, arroz, aceite, harina, leche, azúcar,carne vacuna, pollo, pan lactal, pan fresco, huevos y gaseosas en supermercados de Estados Unidos, Brasil, Chile y la Argentina. El tipo de cambio tomado para el cálculo es el promedio del dólar mayorista, que en caso local en marzo del año pasado se ubicaba en $65,70, mientras que en febrero de este año saltó a $88,94, es decir, 35% de aumento. En el caso del dólar en Brasil, en el mismo período subió apenas 1%, de 5,32 reales a 5,37; mientras que el peso chileno se apreció, ya que el dólar cayó de $861,80 a $721,90 desde la pandemia a la actualidad.

De acuerdo con el relevamiento, en la mayoría de los casos los productos argentinos son los más baratos. En primer lugar, porque la moneda nacional se devaluó mucho más que las del resto de los países, y por otro lado, porque los precios de los alimentos -excepto frutas, verduras y carnes- estuvieron prácticamente pisados durante el año pasado. Según recordó en un comunicado la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal) días atrás, los aumentos de precios otorgados el año pasado oscilaron entre 4% y 10,8%, con subas de costos que triplicaron o más esos valores y una inflación que cerró en 36 por ciento.

Las diferencias de precios con los otros países son las siguientes:

-Fideos: mientras que un paquete de 500 gramos de Barilla Classic Blue Box Pasta Spaghetti en los EE.UU. tenía, a febrero, un precio de USD 1,41 -no subió en todo el año-; el Spaghetti Grano Duro Petybon Pacote en Brasil costaba USD 1,56 (subió 23% versus el precio de marzo del año pasado); el Carozzi Spaghetti en Chile, USD 1,21 (17% de suba); y el tallarin Lucchetti, USD 0,65. En este caso, el precio en dólares bajó 18% respecto del de marzo de 2020, cuando costaba USD 0,80.

-Arroz: el kilo del arroz Mahatma Extra Long Grain Enriched en febrero valía USD 2,67 en el país del norte (19% menos que en marzo pasado); el Tucapel Grano Largo Ancho, de Chile, USD 1,59 (trepó 15%); el Camil LF en Brasil, USD 1,12 (registró un 55% de aumento en un año) y el Molinos Ala GLF 1Kg, USD 0,74, 18% menos que en marzo del año pasado.

-Aceite: en el mercado chileno, un litro de aceite Chef Girasol valía en febrero USD 2,47 (frente al USD 1,96 de marzo). En tanto, en Brasil, la botella de 900 ml de aceite Liza costaba USD 2,20 (55% más que hace un año); en los EE.UU., el Zvijezda Sunflower Oil salía USD 5,99 (subió 9%); y el Natura de 900 ml en la Argentina tenía un precio de USD 1,24, que implica una caída del 9% respecto del USD 1,37 que salía en marzo del 2020.

-Harina: también en este producto hay importantes diferencias en los precios argentinos frente a los de los otros países. Mientras que a nivel local el kilo de harina de Trigo marca Cañuelas 000 pasó de costar USD 0,56 en marzo pasado a USD 0,46 en febrero de este año (-17%); la marca Doña Benta en Brasil vale USD 0,85; la Pillsbury Best Pre-Sifted All Purpose, USD 1,74; y la Selecta sin polvos de hornear en Chile, USD 1,37.

-Leche: en este caso, mientras que la entera La Serenísima de 1 litro vale USD 0,67, y cayó 15% respecto de hace un año, la Molico de Nestlé en Brasil cuesta USD 1,54; la Colun en Chile, USD 1,15; y la Lactaid Whole en el mercado norteamericano, USD 2,05.

En el caso del azúcar, es más económica en dólares la de Brasil y la Argentina se ubica en segundo lugar, al igual que ocurre con el pan de molde. Con la carne vacuna, el pollo, las gaseosas (Coca Cola, en este caso), el pan fresco y los huevos, el producto nacional sigue siendo el más barato en dólares. Estos números, aseguran en la industria alimenticia, van a contramano del planteo que realizan en el Gobierno sobre el “alto precio de la canasta básica”. Lo que ocurre es que los salarios están fuertemente deteriorados en la Argentina producto de las sucesivas devaluaciones y recesión económica, agravada por la pandemia.

Este informe fue realizado por algunas grandes empresas socias de Copal y fue discutido informalmente en la entidad en este intento por contraargumentar los dichos oficiales. La institución que preside Daniel Funes de Rioja hace tiempo que viene insistiendo en la necesidad de desactivar el programa “Precios máximos” ante el fuerte aumento de costos registrado en el sector y la imposibilidad de trasladarlo a la góndola.

“Mientras que solo fueron autorizados aumentos promediando entre 4 y 10,8%, el incremento acumulado de los costos que soportaron las empresas el año pasado, en muchos casos dolarizados, fue de un 35% en logística; entre un 45% y hasta 250% en materias primas; un 40% por la depreciación del tipo de cambio oficial mayorista; y alrededor de un 20% por costos Covid. También es importante destacar que en materia salarial el promedio de incrementos ha sido entre 36 y 44%, porcentaje que supera entre 30 y 40 puntos a los incrementos de precios autorizados a la industria. Esto evidencia que la industria de alimentos y bebidas no es responsable de la inflación, sino que sufre sus consecuencias”, remarcó el titular de la entidad la semana pasada en el comunicado emitido.

En su afán por alinear expectativas inflacionarias en torno al 29% y poder ir desarmando gradualmente el congelamiento, el Gobierno convocó al sector alimenticio a un encuentro la semana pasada y este miércoles comenzó a discutir con los proveedores de insumos no alimenticios las razones de los fuertes aumentos de costos. El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, les pidieron explicación a los fabricantes de envases, cartón, vidrio, agroquímicos y fertilizantes, entre otros, sobre el porqué de aumentos que en algunos casos rondaron el 60% interanual en dólares.

Fuente: infobae.com