NACIONALES – Incierto futuro para las tradicionales “promos” y descuentos de los supermercados, debido al congelamiento

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Habrá negociaciones con productores para mantener el formato. Pero la necesidad de resignar rentabilidad pone en riesgo la continuidad de las iniciativas

Con poco margen para subir precios, con un mercado cada vez más restringido, con ingresos en caída y con sus casas matrices inyectando fondos para sostener sus operaciones, las filiales locales de las grandes cadenas de supermercados vienen sosteniendo estrategias de promociones, ofertas y descuentos.

El objetivo es sostener sus actividades en medio de una fuerte recesión que golpea a toda la economía y que agrava el ya escaso nivel de compras.

De hecho, las promociones, ofertas y clubes de descuentos ya no se usan como estrategias para atraer nuevos clientes o fidelizar a quienes ya recorren sus góndolas sino como herramientas para recuperar algo del volumen de ventas perdido y evitar un agravamiento de la situación actual.

La modalidad se acentuó en la última década precisamente como una variante de la industria para combatir la recesión del consumo, el constante aumento de la inflación y la necesidad de liquidar stock de los productos con menor demanda.

Con el tiempo, las propuestas se fueron consolidando y generando nuevas variantes que pasan de descuentos según el día de la semana, o los clásicos 2 x 1, 4 x 3 o el segundo al 80%, cómo algunos ejemplos.

Variantes que muchos casos hacen perder el precio de referencia de la marca o artículo promocionado y que también terminan de ofrecer valores más baratos que los de los planes del Gobierno como Precios Cuidados o Súper Cerca.La batería y variedad de ofertas obligó a los consumidores a volverse expertos a la hora de comprar.

Incierto futuro para las tradicionales “promos” y descuentos de los supermercados

Hay que leer etiquetas, elegir  los envases más convenientes y hasta fijarse con qué tarjeta conviene pagar o cómo viene mejor pagar. Una marea de números y porcentajes capaz de confundir a un experto en matemáticas.

El sistema, que es financiado en gran parte por los proveedores y fabricantes, corre el riesgo de desaparecer de las góndolas. O por lo menos de reducirse de manera importante.

La necesidad de cumplir con el congelamiento general  compulsivo de precios instalado por la Secretaría de Comercio Interior amenaza con la continuidad de esas ofertas.Al no tener otra posibilidad que aceptar la medida, fabricantes y supermercados tendrán que reducir sus márgenes de rentabilidad aún más de lo que ya lo vienen haciendo.

Por consiguiente, deberán dejar de lado la inversión que hacen para mantener las rebajas puntuales fuera del programa oficial para evitar tener que vender a pérdida o sin margen de ganancia.

En el sector anticipan que las promos y descuentos se mantendrán en el corto plazo pero irán desapareciendo si el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, profundiza su pelea y extiende el congelamiento más allá de los plazos iniciales.

“Será un tema de discusión en las próximas semanas porque es probable que las empresas quieran esas inversiones del canal” anticipan desde una cadena de hipermercados.

Explican que se trata de la primera medida que anuncian los productores “cada vez que se ven obligados a achicar costos”.

Desde otra empresa admiten que deberán discutir cómo seguir con los ya habituales formatos de ofertas durante un fin de semana o varios días seguidos; descuentos de hasta el 80% en la segunda unidad o la fórmula de ofrecer tres productos y pagar dos, por ejemplo.

Todo indica, sin embargo, que no habría cambios en el próximo mes mientras se discute qué productos y marcas finalmente sufrirán el nuevo cepo de precios y cuáles quedarán exentas.

En el caso del congelamiento ampliado, los 1450 productos estarán señalizados bajo el paraguas de Precios Cuidados ya que muchos se repiten dentro de ese programa oficial.En otra cadena analizan ya el formato de acuerdos a los que se llegará con los fabricantes tratando de mantener la mayor cantidad de ofertas, promos y descuentos.

“Las ofertas son hoy la esencia de la dinámica comercial porque la inflación de años sostenida ha generado una distorsión relativa en los precios de las cosas, por lo cual no se sabe bien que vale cada ítem, por lo que ofertas como 2×1, 3×2, son un instrumento para que  los clientes identifiquen una buena oportunidad para aprovechar y consumir”, aseguran desde esa cadena que durante el fin de semana recibió en sus sucursales la visita de inspectores del Gobierno.

El empresario aclaró que en sus locales no hubo mayores inconvenientes dado que la lista de precios cuidados ya está implementada.

De hecho, funcionarios municipales de diferentes distritos ya han hecho visitas a varios de los locales de Walmart, Carrefour, Coto, Jumbo, Disco o Día.”Hasta ahora no han encontrado ninguna novedad” aseguran los empresarios del sector.

Controles militantes

Sin embargo y dado el concepto de las últimas declaraciones de Feletti, es probable que se produzcan sanciones y hasta clausuras orientadas a demostrar la teoría kirchnerista de que los empresarios son los causantes de todos los males de la Argentina, cómo la inflación.

Este fin de semana, La Cámpora emitió un duro comunicado defendiendo el congelamiento argumentando que las empresas vienen remarcando “de manera desmedida”.

“La política de control de precios se focaliza en una de las principales causas de la inflación actual: la concentración económica que es una historia de larga data que se profundizó principalmente en la década de los noventa” señala el papel del grupo que orienta Máximo Kirchner.

Aseguran que las consecuencias directas en el desarrollo económico se dieron por la reducción de la competencia entre firmas ante la concentración de ciertos mercados en pocas empresas.

“Esta concentración deriva en un proceso de desincentivo a la innovación tecnológica y genera altas barreras a la entrada de nuevas firmas en estos mercados con características oligopólicas o monopólicas” argumentan.

Para La Cámpora, la causa de las subas de precios se encuentra en una recomposición de márgenes empresarios “desordenada que se debe empezar a encausar”.

Es decir, se acusa a las empresas de generar ganancias exageradas que deben ser controladas por la intervención del Estado.

La Cámpora defendió el congelamiento argumentando que las empresas vienen remarcando “de manera desmedida”

Desde las excusas militantes que caracterizan a esta organización suponen que las subas no devienen de la emisión monetaria  o del gasto desmedido.

“Nada de eso está ocurriendo y el contexto macroeconómico está muy lejos de presentar tensiones en la oferta productiva que justifiquen un ajuste vía precios. Hoy tenemos una economía que se recupera de a poco, pero con mucho recorrido por delante para que las empresas hagan frente a la demanda interna sin sufrir cuellos de botella productivos”, añade el documento.

Parafraseando al ministro de Economía, Matias Kulfas, coinciden en sostener que la  problemática de la inflación es multidimensional y debe combatirse teniendo en cuenta su naturaleza.

También culpan al gobierno de Mauricio Macri por haber aplicado una visión monetarista “con un Estado de espaldas a su pueblo y con la inflación más alta de los últimos 30 años (53,8% en el año 2019). Ese mismo año, la emisión de billetes se redujo a niveles mínimos, pero se desregularon otros frentes generando efectos inflacionarios peores: la fuga de capitales, la devaluación y la entrega del poder a grandes grupos empresarios, que, dolarizando sus ganancias, provocaron un aumento indiscriminado de precios”.

Agregan que la economía se guía a través de expectativas y que es necesario coordinarlas de forma correcta para frenar el espiral inflacionario a partir de una política de control de precios de ciertos productos que se focaliza en una de las principales causas de la inflación actual: la concentración económica de ciertos mercados en pocas empresas.

El ejemplo clásico al que hacen referencia respecto a la concentración económica se observa en las bebidas, rubro en el que dos mega empresas manejan el 95,3% del mercado o por ejemplo en el aceite de girasol donde tres empresas concentran el 91% del mercado.

“Estas pocas empresas dan cuenta de un elevado porcentaje de la facturación total del mercado, disponiendo de forma oligopólica los medios de producción y la fuerza de trabajo teniendo la posibilidad de manejar las cantidades ofrecidas y los precios de venta que más les conviene para generar beneficios empresariales extraordinarios a costa de los consumidores”, acusan.

La Cámpora considera necesario un Estado presente en un mercado donde todos los jugadores no tienen el mismo peso o el mismo poder. Por estos motivos, destacan la importancia del rol del Estado que basado en las demostraciones empíricas, la teoría económica y la realidad del país, utiliza las políticas públicas para incentivar la competencia capitalista con el objetivo de evitar que los formadores de precios se apropien de lo que les corresponde a los consumidores.
Fuente: iprofesional.com