Así lo indicó el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA), que precisó que las leches fluidas representan el 21% del consumo y las leches en polvo el 8%.
El consumo de lácteos cayó 18,7% interanual en el primer trimestre del año con una baja generalizada de todos los productos, según el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA).
En este sentido, las leches fluidas representan el 21% del consumo y las leches en polvo el 8%, constituyendo el 29% del consumo total de lácteos de los argentinos. El consumo de las primeras acumuló en el primer trimestre del año una caída de 19.6% y el de las segundas de 30.4% en comparación con el mismo período de 2023.
“Los índices evidencian una fuerte baja en el consumo de leche y una clara tendencia a optar por productos más económicos, en este caso la leche fluida refrigerada que presenta una baja intertrimestral del -14%, y agudiza en marzo el bajo consumo de estas cayendo a un -20.2%. En la otra punta, la leche en polvo descremada (-5,1%), destinada a un segmento de mayor poder adquisitivo, sufrió la menor caída”, señaló el IDDA.
En el informe se destacó que Argentina es uno de los países con mayor consumo de leche del mundo y se detalló la evolución a lo largo de los últimos 30 años: “En 1990 consumíamos 162 litros por habitante por año, en el 2000 alcanzamos un pico de 227 litros/hab/año, después de la crisis caímos a 179 litros/hab/año en el 2003 y nos fuimos recuperando para cerrar el año 2015 con 217 litros/hab/año. Al terminar el 2019 habíamos caído nuevamente con 182 litros/hab/año y se pudo cerrar el 2023 con un alza que alcanzó los 194 litros/hab/año”.
“Para dimensionar el muy buen consumo de leche y derivados podemos decir que si en 2023 los argentinos consumieron 194 litros/hab/año, la Unión Europea fue la de mayor consumo en el mundo con 280 litros (se destacan Suecia y Holanda con 355 y 330 litros), le sigue EEUU. con 278 litros, Nueva Zelanda con 250 litros, Uruguay con 230 litros, Costa Rica con 200 litros y luego Argentina”, agregó.
Respecto a otros rubros, las ventas de queso, que representan el 60% del consumo de lácteos, cayeron 10,4% en el primer trimestre y la disminución del poder adquisitivo hizo que la gente se volcara a consumir quesos más económicos de pasta blanda, lo que resultó en una caída medida en litros equivalentes de 8.8%.
En tanto, el consumo de yogures bajó 23,3%, de manteca, 13,4%; de dulce de leche y crema, 9%, y de postres y flanes, 49,8%.
El desplome se tradujo en una baja en la producción de lácteos del 14% en los primeros tres meses del año. Se trata del promedio más bajo de los últimos 5 años.
A su vez, las exportaciones crecieron 6,4% y los productos que tuvieron una mayor participación en el volumen exportado del trimestre fueron la leche en polvo, con un crecimiento del +18.8%, y los quesos, con el +11.1%.
“Las exportaciones del primer trimestre representaron el 30,1% del volumen de leche producido cuando en el 2023, con mayor producción, la relación exportación-producción fue de un 24,4%”, indicó el IDAA.
De todas maneras, el consumo de alimentos viene cayendo en general por la caída del poder adquisitivo: según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas bajaron 8,5% anual en abril, a precios constantes y acumulan una caída de 23,8% en los primeros cuatro meses del año frente al mismo periodo de 2023.
También se puede mencionar el caso de la carne, cuyo consumo cayó 17,5% en el primer cuatrimestre y se volvió a ubicar en el nivel más bajo en 3 décadas, de acuerdo a la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA).
Así, el consumo aparente de carne vacuna por habitante habría sido equivalente a 42,4 kilos/año en el primer cuatrimestre de 2024, resultando 18,5% menor al registrado en igual lapso de 2023 (-9,6 kg/hab/año).
Fuente: infobae