Las cuentas públicas de la provincia de Santa Fe cerraron con superávit en 2018, de acuerdo al informe sobre ejecución presupuestaria difundido recientemente por la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (Asap).
El estudio señala que, como consecuencia de que los recursos, que aumentaron 34 por ciento, crecieron casi 7 puntos por encima de los gastos (27,2 por ciento), la provincia cerró el año pasado con un resultado económico positivo de $ 23.428,7 millones, un superávit primario de $ 3.145,7 millones y una ganancia financiera de $ 2.166,2 millones.
El Estado provincial devengó erogaciones el año pasado por $ 213.841 millones, un 11,8 por ciento por encima de lo presupuestado. Pero la ejecución de los recursos, por un total de $ 216.007 millones, superó en 16,9 por ciento las estimaciones expresadas en la ley de leyes.
El resultado de 2018, si bien refleja un año de crisis económica, muestra una foto algo lejana respecto de la situación actual. Además de la tendencia declinante de la recaudación real, en 2019 impacta de lleno la eliminación del fondo sojero y de la mayor parte de los subsidios al transporte y la energía.
Como sea, en 2018 los ingresos corrientes aumentaron 33,8 por ciento. Los recursos tributarios nacionales y provinciales aumentaron 68,2 por ciento. Los de capital, incluidas las transferencias hasta agosto por el Fondo Federal Solidario, subieron 42,2 por ciento.
De acuerdo al análisis de Asap, los recursos de origen nacional aportaron el 43,5 por ciento de los ingresos totales. La recaudación de impuestos provinciales sumó 19,2 por ciento a la torta, con un crecimiento de 39,3 por ciento en la percepción de Ingresos Brutos, y las contribuciones a la seguridad social, 16,8 por ciento.
Siguiendo una tendencia de 2014, que se profundizó a partir de 2016, el gasto de capital, que incluye el financiamiento de infraestructura y obras públicas, escaló esta participar con el 12 por ciento de las erogaciones totales. En términos relativos, su contribución sobre el presupuesto se elevó 0,4 puntos porcentuales. Se ejecutaron por ese concepto $ 25.608 millones, un 31,2 por ciento más que el año anterior.
El 88 por ciento de las erogaciones se destinó a financiar gasto corriente. Las remuneraciones al personal sólo se llevan el 37,3 por ciento de las erogaciones totales. Suman unos $ 79.817,4 millones. Su peso relativo en el presupuesto bajó 1,2 punto porcentual respecto de 2017.
El 17,4 por ciento del gasto provincial se explicó por transferencias corrientes (coparticipación y servicios económicos) y el 16.6 por ciento por transferencias a la seguridad social.
El 60,8 por ciento del gasto provincial se destinó a servicios sociales, es decir educación, seguridad y salud. Aunque su participación es escasa en el total de gastos (0,5 por ciento), los fondos ejecutados para el pago de deuda pública encabezaron el crecimiento de las erogaciones, con un 59,1 por ciento. Se destinaron $ 1.089 millones, unos $ 407,9 millones más que en 2017. Influyó el ajuste del tipo de cambio.
De acuerdo al informe de Asap, explicó que, al 31 de diciembre de 2018, el stock de la deuda pública provincial es de $ 41.156 millones. La consolidada suma $ 25.124,8 millones y se duplicó respecto de un año atrás. La flotante, que creció 241,8 por ciento, sumó $ 16.031,2 millones. El pasivo consolidado, compuesto fundamentalmente por los créditos externos tomados a través de títulos públicos y los acordados con organismos internacionales, creció por el efecto de la variación del tipo de cambio.
La Asap señaló que el índice de autofinanciamiento, que relaciona los recursos de origen provincial con los totales, desmejoró una décima de punto porcentual respecto de 2017 y se ubicó en 37,1 por ciento.
En 2018, la tasa de crecimiento de los recursos fue influenciada por el pacto fiscal 2017, ya sea por cambios de impuestos provinciales, por las compensaciones acordadas en el marco de la participación y la reducción de transferencias por regímenes especiales.
Fuente: lacapital.com